&nbsp;La directora del Instituto Nacional de Juventudes (Injuve), Julia Epstein, destacó que las y los jóvenes no deben asociarse exclusivamente a temas como "género y medioambiente", sino que también tienen que estar presentes para hablar de "desarrollo productivo, minería, salud mental" para ampliar los temas "que nos quieren hacer discutir"."Hay un reclamo pero también una responsabilidad nuestra de formarnos para no estar discutiendo solamente el lugar de los jóvenes, sino también desarrollo productivo, minería, salud mental: un espéculo un poco más grande que lo que nos quieren dejar para discutir", dijo Epstein en una entrevista con Télam donde abordó las problemáticas de las y los jóvenes de hoy.La joven de 21 años, que creó y lideró una organización en el Colegio Nacional de Buenos Aires con la que llegó a ser presidenta del centro de estudiantes, hoy estudia Economía y Derecho en la Universidad de Buenos Aires y es funcionaria pública.Al Injuve ingresó como titular en septiembre del año pasado para ocupar un puesto que desde la creación del Instituto en 2018 siempre fue asumido por jóvenes, pasando previamente por la Dirección Nacional de Proyectos Especiales del Ministerio de Turismo y Deportes."Enferma" de Boca, lleva tatuadas la palabra "Xeneize" en el brazo derecho y la figura de Román Riquelme en su pierna, además de un termo y un cuadro en su oficina, donde en su escritorio también resaltan unas orquídeas blancas y lilas que son de su devoción.En su recorrido por una primaria pública y su secundario, observó "el desfinanciamiento en la educación todos esos años" en la ciudad de Buenos Aires, mientras se desarrollaban a la par demandas masivas del feminismo como el primer Ni Una Menos en 2015 o la ola verde, lo que la llevó a involucrarse con ciertas demandas y luchas.&nbsp;-Télam: Otras generaciones aspiraban a una casa propia, ¿a qué te parece que aspiran los jóvenes hoy? ¿Cómo es su situación de vivienda y de empleo?&nbsp;-Julia Epstein: Mala. Eso es innegable y yo creo que es un fenómeno global. La pandemia rompió todas las mediciones y los puntos que nosotros teníamos. A raíz de eso empezaron a desordenarse ciertos factores que antes eran más accesibles. El alquiler es uno de ellos. Luego de la pandemia se disparó a precios irrisorios acompañados de un proceso inflacionario grande que se está viviendo en todo el mundo.&nbsp;Creo que el gran problema hoy es esa 'cadena' que nosotros siempre decimos de tener: un empleo bien remunerado, en buenas condiciones, que te alcance y que te permita estudiar, que te permita independizarte y mudarte solo. La generación de nuestros padres decía 'bueno, yo puedo tardar 20, 30 años en comprarme una casa pero la voy a poder comprar'. Hoy eso es imposible. Esa incapacidad de poder proyectar es lo que nos frustra como generación.&nbsp;-T: ¿Cómo trabajan desde el Injuve para tratar estos problemas?&nbsp;-JE: Con el Ministerio de Trabajo trabajamos el Fomentar Empleo, que se está relanzando ahora y es enfocado más que nada en jóvenes y su inserción laboral. Con el Ministerio de Economía lanzamos hace poco un concurso de emprendedores destinado a innovación que se llama PONI. Con el Ministerio de Hábitat estamos trabajando una línea de ingreso al alquiler porque es un gran problema la torta que tenés que poner de guita para entrar. Y con el Ministerio de Salud estamos trabajando una campaña de salud mental grande para poner estos temas sobre la mesa y difundirlos.&nbsp;-T: ¿Qué pensás sobre que a los jóvenes se los caracterice como "muy sensibles" o los definan como "la generación de cristal"?&nbsp;-JE: Es muy tedioso. ¿Quién no está desesperado por este mundo? Es un mundo con problemas de cambio climático y de empleo graves, hay un mercado laboral que no está pudiendo poner en equilibrio oferta y demanda, un mercado inmobiliario que solamente se presta a la acumulación. Si no estuviésemos preocupados por este mundo y sensibles sería un problema.&nbsp;-T: ¿Por qué la lucha por el medioambiente se la asocia casi exclusivamente a las y los jóvenes?&nbsp;-JE: Yo creo que a la política lo que le pasa es que le entrega a los jóvenes los temas que no le importan. Entonces los temas de género y ambiente bueno, que se encarguen los jóvenes. Son temas fundamentales en la agenda y nosotros los tomamos, pero en general son temas que la política no le da pelota. Hay un reclamo, pero también una responsabilidad nuestra de formarnos para no estar discutiendo solamente el lugar de los jóvenes, sino también desarrollo productivo, minería, salud mental: un espéculo un poco más grande que lo que nos quieren dejar para discutir.&nbsp;-T: Cuando asumiste este puesto te pasó algo similar a lo que le sucedió a la legisladora Ofelia Fernández o a Lucas Grimson. ¿Por qué creés que se dan estos ataques a los jóvenes que incursionan en la política?&nbsp;-JE: Hay un momento de mucho termómetro de Twitter, sentimos que toda la política pasa por ahí. Además hay un crecimiento de los trolls, de sus sistemas, de buscar a qué cuadros hay que ir a buscar y tratar de debilitar para adoctrinar al resto a que no se meta en política.&nbsp;Yo no me meto en política para ser ejemplo de nadie. Hay una discusión, tal vez por el surgimiento de los Milei de la vida, que es que mezclamos la vida personal de quienes hacen política con su vida pública. Eso inhabilita a cualquier persona a haber tenido un pasado. Para mí las discusiones tienen que ser políticas: 'no estoy de acuerdo con lo que hiciste en el Instituto', en vez de 'sos una fumaporro, 21 años, desordenada'. Creo que a los funcionarios hay que juzgarlos por lo que hicieron en el cargo, no por lo que son.&nbsp;-T: ¿Por qué tantos jóvenes se sienten convocados por la derecha?&nbsp;-JE: Creo que porque es un momento muy difícil del mundo. Antes tal vez se nos asociaba nuestra rebeldía por izquierda y hoy se nos va por derecha, porque es un sistema político que no pudo resolver totalmente los problemas que tiene esta sociedad. Y no digo 'ya está, se terminó, no hay que hacer política', sino todo lo contrario. Hay que redoblar la apuesta. La sociedad nos está pidiendo resolver problemas de base: que el sueldo te alcance para vivir, independizarte, mudarte, proyectar o no con tu familias. Esa incapacidad de resolverlos es la que muchas veces se traduce en un descreimiento no del peronismo, del macrismo o de la izquierda, sino del sistema político.&nbsp;-T: ¿Cómo te parece que la política puede interpelar a los jóvenes y que ellos se puedan sentir representados?&nbsp;-JE: Creo que a veces se piensa más en la forma que en el contenido. Piensan que es un tema de encontrar la forma a través de TikTok de llegar a nosotros y eso no sirve. Pongo el ejemplo del gobierno de Cristina y de Néstor. No era una cuestión de discurso, sino de política pensada para una franja etaria que terminaron en el Conectar Igualdad, el Progresar y un montón de políticas&nbsp;

Epstein: "Los jóvenes tenemos
que hablar de desarrollo productivo,
minería, salud mental"

Por Waldemar Oscar von Hof (*)Especial para EL ARGENTINO&nbsp;A modo de reflexión un escrito que tiene algo de fábula.Estoy sentado en la sala de espera de un consultorio médico. No traje el celular, me lo olvidé en el apuro por llegar a horario a la cita. Habíamos acordado con la secretaria que a las 16 me esperaba el doctor, por lo tanto, llegué a las menos diez, encontrándome con una sala llena de pacientes impacientes, mirando sus relojes, es decir, sus celulares.Uno de los pensamientos que se me cruzó por la cabeza fue que, en los tiempos de pandemia, y un poco después, los médicos y sus respectivas secretarias habían adquirido la costumbre de atender en tiempo y forma a los pacientes, para evitar precisamente esto que estábamos viviendo un grupo de personas, hacinados y rehenes de un acuerdo no cumplido.Todos hemos contraído un compromiso, lo hemos cumplido; pero el profesional, con su poder de decidir, si hacernos esperar o no, nos tiene aquí encerrados y esperando. “¡Si por lo menos hubiera algunas revistas para hojear!”, pensé, pero no, a las revistas las sacaron de las salas de espera de los consultorios de salud ¡por contagiosas! ¡Y cuánta razón tienen, las revistas contagian!Contagian con el placer de hojear el papel y de sentir en algunas revistas aún nuevas, el olor a tinta fresca.Te contagian y disparan tu fantasía, al ver las imágenes, los paisajes o los dibujos.Te contagian las ganas de viajar y conocer mares, montañas e incluso países lejanos que se pueden ver en sus coloridas páginas.Te contagian de ganas de comprar algún artículo, que ves en alguna oferta o en alguna promoción y que hace tiempo querías comprar.Te contagian de leer, si, que peligro que significa esto. Un contagio altamente peligroso. Leer algún cuento corto o alguna poesía. En su defecto querer conocer algo más de algún autor o escritor que fue presentado en un artículo, o comprar su libro.Una revista te puede contagiar de comenzar alguna dieta, un programa de salud o por lo menos de intentar cuidar tu cuerpo a partir de alguna columna escrita por algún especialista.Peligrosísimo, te puede contagiar a escribir porque leíste de alguna experiencia de alguien que se animó con una carta de opinión y deja en claro la posición que precisamente vos pensabas expresar.Si, las revistas te contagian de ganas de vivir, porque descubres en un informe que un grupo de personas de tu edad, salió a hacer una aventura y la comparte en tres o cuatro páginas contando las alegrías, los aciertos y los fracasos.El peor contagio que puede transmitir una revista es el de “pensar” cuando se lee alguna columna de opinión, la posición de algún pensador o filósofo sobre alguna situación abriéndote preguntas que pone en funcionamiento una cadena de pensamientos que nunca tuviste antes.Es verdad: ¡Cuántos contagios producen las revistas en las salas de espera de los consultorios! Pero de que contagian de algún virus, alguna bacteria o de algún insecto, como el piojo, como se atrevió a decir un joven profesional alguna vez, afirmando que las liendres podían quedar atrapadas entre sus páginas ¡que la ciencia me lo demuestre! Mientras tanto voy a seguir extrañando las revistas en los revisteros, para hojearlas esperando la voz del médico diciendo: ¡Que pase el que sigue!La lectura es una herencia muy cara a los cristianos, una y otra vez aparecen personajes leyendo en la Biblia. Uno de los más llamativos es la historia de un alto funcionario etíope que iba en su carro leyendo, al que Felipe le explica la lectura y éste, a partir del entendimiento se convierte y se hace bautizar (Libro de los Hechos 8: 26 al 39). No dejemos de leer, aunque más no sean revistas.&nbsp;(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata y escritor.

Revistas contagiosas

Por Waldemar Oscar von Hof (*)Especial para EL ARGENTINO&nbsp;&nbsp;Lo que más impresiona es que, en los noventa del siglo pasado, se han recibido denuncias sobre esta organización, pero no han sido investigados por sus conexiones con políticos, y el mundillo de poder en nuestro país y del exterior.Muchas personas buscan en movimientos o en grupos disfrazados de benéficos, filantrópicos e incluso evangélicos la salida a sus males de salud, económicos y de insatisfacción, a partir del ofrecimiento que hacen, de respuesta mágica o con la promesa de la “felicidad”.En nuestras iglesias tradicionales vivimos el tiempo de pentecostés en el año litúrgico. Un tiempo donde reflexionamos, profundizamos y buscamos pautas para la vivencia concreta de la espiritualidad, que nos ofrece la palabra, la liturgia y el mismo Jesucristo. Una espiritualidad que está en nuestro bagaje pero que al no conocerla ni practicarla, buscamos en otras propuestas, que terminan siendo una trampa.Veamos el siguiente ejemplo, cómo a partir de un texto del Evangelio de San Lucas (capítulo 13, versículos del 10 al 13) que está en la agenda en este tiempo, se desprende la practicidad de un espiritualismo.“Jesús se había puesto a enseñar en una sinagoga; y había allí una mujer que estaba enferma desde hacía dieciocho años. Un espíritu maligno la había dejado jorobada, y no podía enderezarse para nada. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo:-Mujer, ya estás libre de tu enfermedad.Entonces puso las manos sobre ella, y al momento la mujer se enderezó y comenzó a alabar a Dios”.Veamos las pautas de espiritualidad:* Jesús enseña. Desde el rey Salomón el pueblo de Israel insiste en la educación de sus niños y de su gente. La catequesis en las pequeñas sinagogas se practicaba, teniendo como base el aprendizaje de la lectura. El conocimiento, el saber y la ciencia son herramientas para saber lo que Dios quiere de las personas. Desde hace tres mil años insistimos en la educación ¡Todos deben saber leer y escribir! El que lee siempre tiene una opción y es un sujeto de decisión y por lo tanto puede hacer uso de su libertad, conocer para discernir, conocer y evaluar.* Jesús mira. Ver al otro, darse cuenta de lo que le pasa o por lo menos ver que está ahí. Es lo que hace el médico, recordemos que San Lucas lo era. También lo hace Jesús invitándonos a tomar conciencia de la presencia del otro.* Ve a la mujer jorobada. A partir del mirar, Jesús descubre la realidad de la mujer. Está jorobada, una joroba producida por espíritus malignos. Están jorobados los que llevan un peso muy grande en su espalda, los que no encuentran la felicidad, los que sufren alguna enfermedad. Pero también están jorobados los que se inclinan sobre otros para explotarlos y para someterlos. Es interesante el doble sentido que ha adquirido en nuestro contexto el concepto, estar jodido, arruinado o simplemente estar mal.* Jesús se acerca, la toca y la invita a enderezarse. Solamente los que se enderezan pueden ver hacia adelante. Hay que levantar, animar y hasta amonestar y de última pedir a Dios que haga justicia. Tocar es dar una mano, es ayudar o simplemente preguntar ¿cómo estás?Jesús nos abre la mirada hacia una espiritualidad simple y práctica, que tradicionalmente está presente en nuestras comunidades, tal vez deberíamos redescubrirla y ponerla en práctica para no buscarla en otras sectas, movimientos pseudo-religiosos o propuestas de personas, que tienen segundas intenciones disfrazándola de filosofías que proponen ayuda, consuelo y promesas de felicidad.Que en nuestras comunidades cristianas -que tienen una larga tradición espiritual-, redescubramos que la lectura, la capacitación y la catequesis; el ver al otro, descubriendo sus jorobas, y a partir de dar una mano, un abrazo o en su defecto una ayuda, la espiritualidad ahuyente a los espíritus malignos tan presentes en estos tiempos.&nbsp;(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata y escritor.&nbsp;FOTO 120-OPINION

Espiritualidad simple y práctica

Cuando mam&aacute; nos mandaba a la chacra a cortar algunas plantas de ma&iacute;z para los chanchos o para las vacas del establo y le interpon&iacute;amos las escusas para poder seguir jugando, la frase contundente y lapidaria era:

-En mis &oacute;rdenes no hay &ldquo;peros&rdquo;, las cosas se hacen y listo&hellip;

Era evidente que en nuestra mente infantil los &ldquo;peros&rdquo; a los pedidos, a los mandatos y a las &oacute;rdenes ya se hab&iacute;an impuesto.

Me encuentro continuamente en el di&aacute;logo con personas que me vienen a consultar con esta interferencia. Una disrupci&oacute;n del pensamiento, que a veces es solamente ling&uuml;&iacute;stica, pero por lo general est&aacute; hondamente arraigada en la conciencia. Se habla de proyectos, de sue&ntilde;os o de emprendimientos que se quieren realizar y en el di&aacute;logo, o en la expresi&oacute;n de ellos, autom&aacute;ticamente aparecen &ldquo;peros&rdquo;.

Desde ni&ntilde;os nos han inculcado a pensar de esta manera. Los tenemos incorporados para justificar nuestros fracasos, nuestras frustraciones o aquello que no pudimos lograr en nuestros emprendimientos personales o comunitarios. Tambi&eacute;n est&aacute;n instalados c&oacute;modamente y con entera naturalidad en el discurso de nuestros pol&iacute;ticos. A veces ya se los escucha en las disertaciones de campa&ntilde;a y de promesas en lo que han de hacer en sus proyectos pol&iacute;ticos. A todos se nos hizo conocida la justificaci&oacute;n de nuestros gobernantes cuando hacen un racconto de aquello que no se logr&oacute; interponiendo el &ldquo;Ah&hellip; pero&hellip;&rdquo;. &ldquo;Los gobiernos anteriores&rdquo;, &ldquo;la pandemia&rdquo;, &ldquo;la guerra en Ucrania&rdquo;, &ldquo;el d&oacute;lar&rdquo;, etc&eacute;tera.

En el Libro del G&eacute;nesis, de la Biblia, Dios le promete bendiciones y protecci&oacute;n a Abraham; &eacute;ste le pone &ldquo;peros&rdquo; a la cuesti&oacute;n, a partir de la cual Dios le muestra el cielo lleno de estrellas asegur&aacute;ndole una descendencia igual en n&uacute;meros. Lo mismo sucede con Sara, la esposa de Abraham, cuando escucha la promesa de un hijo, ella, considerada est&eacute;ril e incluso de avanzada edad, se larga a re&iacute;r, debiendo recibir un reproche para poder creer sin cuestionamientos (v&eacute;ase G&eacute;nesis cap&iacute;tulos 15 y 18).

Es conocida la historia de Isaac, Jacob y toda la descendencia que se ha multiplicado al infinito hoy diseminada por todo el mundo.

&ldquo;Hasta que uno no se compromete hay vacilaci&oacute;n, la posibilidad de volverse atr&aacute;s y siempre ineficacia. Respecto a todo acto de iniciativa y creaci&oacute;n solo hay una verdad elemental; el ignorarla mata innumerables ideas y espl&eacute;ndidos planes. En el momento en que uno se compromete definitivamente, tambi&eacute;n la providencia se moviliza. Acuden en nuestra ayuda toda suerte de cosas que de otra manera nunca hubiesen ocurrido. Una corriente de sucesos fluye de la decisi&oacute;n, haciendo surgir a nuestro favor todo tipo de incidentes y de imprevistos, de encuentros y de asistencia material que nadie hubiera so&ntilde;ado pudieran venir de este modo. Todo aquello que puedas hacer o sue&ntilde;es que puedes hacer, comi&eacute;nzalo. El coraje encierra en s&iacute; el genio, el poder y la magia. &iexcl;Empieza ya!&rdquo;, afirma el escritor y poeta Johann Wolfgang von Goethe en el &ldquo;Fausto&rdquo; texto multiplicado y utilizado en los talleres de formaci&oacute;n de emprendedores.

En su libro, &ldquo;La fuerza de creer&rdquo; de Wayne W. Dyer afirma que cuando comenzamos a pensar, a so&ntilde;ar y a creer en un proyecto &eacute;ste se realiza indefectiblemente. Pero, lo primero que debemos hacer es dejar de lado los cuestionamientos que se nos interponen porque son las piedras de tropiezo para que estos proyectos no se realicen.

En nuestras comunidades -tanto cat&oacute;lica como protestante- estamos viviendo el tiempo de Pentecost&eacute;s. Son tiempos en que, en las liturgias dominicales estamos repasando la espiritualidad que vivimos. Una espiritualidad que enfatiza en una fe y en una creencia de las posibilidades sin interferencias, sin cuestionamientos y sin &ldquo;Ah, peros&hellip;&rdquo;.

Una fe que seguramente nos ayudar&aacute; a llevar adelante nuestra vida personal como tambi&eacute;n nuestros proyectos y emprendimientos.

&nbsp;

(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evang&eacute;lica del R&iacute;o de la Plata y escritor.

Un pensamiento y una fe sin “peros”

&ldquo;Nadie es profeta en su tierra&rdquo;: frase muy empleada, que no siempre es realidad, pero se cumple en la mayor&iacute;a de los casos. &iquest;Por qu&eacute; ser&aacute;? Me lo pregunt&eacute; mucho en estos d&iacute;as pensando en tantos pol&iacute;ticos que han alcanzado lugares m&aacute;s all&aacute; de la ciudad y que no siempre reconocemos.

Deber&iacute;a sorprendernos como ciudadan&iacute;a que algunas personas ocupen cargos importantes a nivel provincial o nacional? Vice gobernadores, ministros, secretarios, miembros del Consejo de Educaci&oacute;n. &iquest;O por el contrario tendr&iacute;amos que vivirlo con orgullo? M&aacute;s all&aacute; del color pol&iacute;tico, es un hecho que deber&iacute;a ayudarnos a comprender la importancia de la ciudad en la pol&iacute;tica del pa&iacute;s y a tomar conciencia de c&oacute;mo nos consideran y nos miran.&nbsp; Sin embargo me da la impresi&oacute;n que no nos sucede.

Los datos ayudan y dan certeza, pero hoy la percepci&oacute;n es un elemento necesario para la comprensi&oacute;n de la realidad. En este sentido, siempre me ha parecido que hubo un cambio en esta consideraci&oacute;n de la pol&iacute;tica por parte de la ciudadan&iacute;a, cuando los representantes olvidaron, en los gestos y decisiones que tomaron, a quien representaban. Esto no tiene que ver con las obras que se consigan, sino m&aacute;s bien con los valores que identifican a la comunidad y que de alguna manera formaron al dirigente. &nbsp;

Cuando uno estudia la historia de la Intendencias si bien aparecen claramente las disputas pol&iacute;ticas, se puede apreciar la diferencia cuando ellas ponen como centro las necesidades de la comunidad y cuando responden a necesidades de la pol&iacute;tica nacional.

Tal vez radica all&iacute; el cambio de mirada del representante y de los representados: uno mira a la tierra natal y cree ser un profeta incomprendido y &nbsp;los otros, escuchan palabras y ven gestos en los que no reconoce al vecino, que conoce de toda la vida, que ya no es el que era.

Cu&aacute;nta experiencia, cu&aacute;nta riqueza y cu&aacute;ntos errores que se evitar&iacute;an si se los quisiera escuchar en conferencias o instituciones que ofrecieran un espacio de reflexi&oacute;n, moderada por el paso del tiempo, a las j&oacute;venes generaciones o a la ciudadan&iacute;a que vivi&oacute; aquellos momentos.&nbsp; Pero eso no es com&uacute;n. Siguen siendo mirados como expresiones de partidos que ganan o pierden, como expresi&oacute;n de modelos de pa&iacute;s. &iquest;Cu&aacute;ndo dejaron de ser vistos como vecinos que un d&iacute;a quisieron servir a la comunidad desde la pol&iacute;tica? &iquest;O tal vez, cu&aacute;ndo dejaron de serlo?

Creo que toda persona que ocupa un cargo como dirigente vive las mismas etapas. Una primera donde es elegido, tiene iniciativa, es cre&iacute;ble y quiere escuchar. Una etapa de crisis, cuando algunas decisiones ya no gustan, el di&aacute;logo se complica, en la que &nbsp;es necesario &nbsp;esforzarse por explicar y escuchar a&uacute;n lo que no gusta. Una tercera en que el desgaste cansa , el esfuerzo parece en vano y se toma conciencia &nbsp;que es el tiempo de otro. La etapa m&aacute;s cr&iacute;tica y que asegura la vuelta a la tierra natal es la de la crisis: momento de recordar para qu&eacute; se &nbsp;est&aacute; &nbsp;&nbsp;ad&oacute;nde lleg&oacute; y si el motivo son los dem&aacute;s o los sue&ntilde;os personales. Representar es hacer presente en un lugar, en un &aacute;mbito aquello que piensan, dicen o necesitan quienes me&nbsp; encomendaron esa tarea. Para alguien que trasciende la ciudad es el momento clave en que tiene que decidir ser el Profeta de la tierra que lo &nbsp;eligi&oacute; o de tierras lejanas. &nbsp;

&iquest;Cu&aacute;l ser&aacute; el problema? El profeta o la gente que vive en la tierra natal?

Cuando se vuelve al lugar donde se naci&oacute; y se experimenta &nbsp;ser un desconocido y no reconocen tu trabajo, tal vez sea porque ya no sos ese que un d&iacute;a parti&oacute; dejando la tierra que te vi&oacute; nacer.

Algunos han podido ser profetas en su tierra: aquellos que no olvidaron el origen.

Guillermo R&eacute;goli.

¿Profetas en su tierra?

Entre los Emoticones que encontramos en el WhatsApp aparecen la cara de los tres monitos, uno tap&aacute;ndose los o&iacute;dos, el segundo los ojos y el tercero la boca. M&aacute;s all&aacute; del significado que le podamos dar cuando los incluimos en alguna frase, o en alguna reacci&oacute;n en nuestros di&aacute;logos sint&eacute;ticos -muy bien complementados con im&aacute;genes-, tienen una historia y un profundo significado. Hay que decir que los tres monitos est&aacute;n intr&iacute;nsecamente relacionados, son parte de una antigua tradici&oacute;n y siempre van juntos.

La primera explicaci&oacute;n simplista tiene que ver con la moral y la &eacute;tica y se reduce a la m&aacute;xima &ldquo;No escuchar, no mirar y no repetir lo malo&rdquo;. Este ha sido el sentido religioso ya que remite a la idea de que los monos son esp&iacute;as de los dioses y les cuentan cuando se transgrede alguna de las reglas.

Pero, estas im&aacute;genes tienen tambi&eacute;n otro trasfondo y es la de que los reyes y las autoridades imponen un control a partir del cual no conviene escuchar ni ver lo malo que hacen y mucho menos decirlo. Las indecencias, las transgresiones, las corrupciones, e incluso las injusticias que cometen, los que ostentan el poder, conviene no denunciarlas so pena de terribles castigos. Hay que callar para no correr riesgo de vida a partir del mensaje de represi&oacute;n y de sumisi&oacute;n establecidos por el poder de turno.

En el libro de los Reyes se cuenta la historia del profeta El&iacute;as, que es perseguido por la reina Jezabel a causa de las denuncias de infidelidad a Dios. Este profeta denuncia la imposici&oacute;n de otros dioses en los templos y en los altares del pueblo de Israel. Es este en realidad el rol de los visionarios, al ver y o&iacute;r las injusticias, las incoherencias de las autoridades, no pueden dejar de hablar, decir y denunciarlas corriendo el riesgo de su vida. El&iacute;as termin&oacute; pagando la denuncia con el costo de tener que vivir en el ostracismo huyendo y viviendo de la gracia de Dios, que lo alimenta por medio de un cuervo primero y luego por medio de una viuda pobre. Historia que est&aacute; muy bien descripta por Paulo Coelho en su libro &ldquo;La Quinta Monta&ntilde;a&rdquo;.

El s&aacute;bado 29 de julio se public&oacute;, en este diario, un informe del Centro Internacional para la Promoci&oacute;n de los Derechos Humanos dando cuenta que las tres cuartas partes de los homicidios del planeta ligados a activistas vinculados a la problem&aacute;tica del medio ambiente sucedieron en Latinoam&eacute;rica, es decir, aqu&iacute; en nuestras tierras. Escuchar, ver, decir algo a favor del cuidado del medio ambiente, oponerse a un desmonte o defender los humedales adquiere la categor&iacute;a de riesgos de la que ten&iacute;an los profetas en el Antiguo Israel. Desgraciadamente las estad&iacute;sticas en otros homicidios no nos son favorables, periodistas que son asesinados por sus denuncias, sigue viva en nuestra memoria la muerte de Jos&eacute; Luis Cabezas sucedido hace ya veinticinco a&ntilde;os, pero tambi&eacute;n la de tantos otros que son asesinados por su compromiso, sus denuncias y su decir a partir de lo que ven y escuchan.

Como iglesias y como sociedad toda, podemos seguir actuando como los monitos de Iwazaru no o&iacute;r, no mirar y callar, pero si entre todos nos sacamos las vendas y nos hacemos o&iacute;r como el profeta El&iacute;as, las injusticias, los atropellos y las desigualdades tal vez ser&aacute;n menos.

Que los tres monitos, que tanta versatilidad tienen en el mundo de los mensajes sint&eacute;ticos, r&aacute;pidos y concisos nos ayuden a mirar un poco m&aacute;s all&aacute;. Que apostemos a un mundo en el que todos tengan lugar en sus derechos de ser o&iacute;dos, de ser mirados y de ser escuchados.

&nbsp;

(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evang&eacute;lica del R&iacute;o de la Plata y escritor.

Ser profetas en estos tiempos

Vivir es hermoso y fascinante, aunque nunca estamos exentos de sufrimientos. Ser part&iacute;cipes del gozo del nacimiento de un ni&ntilde;o, verlo crecer, aprender a caminar, expresar las primeras palabras, comenzar la escuela&hellip; De pronto la mam&aacute; o el pap&aacute; se sorprenden al verlo ya adolescente. Varias veces decimos &iexcl;el tiempo pasa volando!

Algo semejante, pero con m&aacute;s lentitud aunque inexorablemente, sucede con la ancianidad. &ldquo;A pesar de que llega despu&eacute;s de un largo camino, ninguno nos ha preparado para afrontarla, y casi parece que nos tomara por sorpresa.&rdquo; Hace tiempo me encontr&eacute; con una amiga que hac&iacute;a a&ntilde;os no nos ve&iacute;amos. Le pregunt&eacute; &ldquo;&iquest;c&oacute;mo and&aacute;s?&rdquo; y me contest&oacute;: &ldquo;muy bien, envejeciendo&rdquo;. Me llam&oacute; la atenci&oacute;n la simplicidad y franqueza de la respuesta.

No es una etapa de f&aacute;cil comprensi&oacute;n ni aceptaci&oacute;n. &ldquo;Estamos tentados de exorcizar la vejez escondiendo las arrugas y fingiendo que somos siempre j&oacute;venes.&rdquo;

Nos ha creado el Dios de la vida y es &Eacute;l quien mantiene todo el Universo en la existencia; tambi&eacute;n una vida prolongada.

Es importante reconocer que &ldquo;la ancianidad no es un tiempo in&uacute;til en el que nos hacemos a un lado, abandonando los remos en la barca, sino que es una estaci&oacute;n para seguir dando frutos. Hay una nueva misi&oacute;n que nos espera y nos invita a dirigir la mirada hacia el futuro&rdquo;.

Es el tiempo de rezar por los hijos, los nietos, la familia, los amigos. El coraz&oacute;n est&aacute; repleto de rostros detr&aacute;s de los cuales hay historias que sanar, dones que agradecer.

Este fin de semana celebramos la segunda &ldquo;Jornada Mundial de los abuelos y los mayores&rdquo;, en cercan&iacute;a con la fiesta de Santa Ana y San Joaqu&iacute;n, abuelos de Jes&uacute;s.

El Papa Francisco ha escrito un Mensaje que tiene como lema una frase de un salmo: &ldquo;En la vejez seguir&aacute;n dando frutos&rdquo; (Salmo 92, 15). Las frases que est&aacute;n &ldquo;entre comillas&rdquo; est&aacute;n tomadas de este texto.

La pandemia ha puesto en evidencia la prepotencia de los fuertes y el sufrimiento de los d&eacute;biles. El dolor de la guerra sigue siendo un insulto a la dignidad humana, y un fracaso de las instancias pol&iacute;ticas internacionales.

&ldquo;Frente a todo esto, necesitamos un cambio profundo, una conversi&oacute;n que desmilitarice los corazones, permitiendo que cada uno reconozca en el otro a un hermano. Y nosotros, abuelos y mayores, tenemos una gran responsabilidad: ense&ntilde;ar a las mujeres y a los hombres de nuestro tiempo a ver a los dem&aacute;s con la misma mirada comprensiva y tierna que dirigimos a nuestros nietos. Hemos afinado nuestra humanidad haci&eacute;ndonos cargo de los dem&aacute;s, y hoy podemos ser maestros de una forma de vivir pac&iacute;fica y atenta con los m&aacute;s d&eacute;biles.&rdquo;

Tres veces menciona el Papa en este Mensaje &ldquo;la revoluci&oacute;n de la ternura&rdquo;. Es una consigna fundamental.

Y sigue diciendo el Papa: &ldquo;Muchos de nosotros hemos madurado una sabia y humilde conciencia, que el mundo tanto necesita. No nos salvamos solos, la felicidad es un pan que se come juntos. Testimoni&eacute;moslo a aquellos que se enga&ntilde;an pensando encontrar realizaci&oacute;n personal y &eacute;xito en el enfrentamiento. Todos, tambi&eacute;n los m&aacute;s d&eacute;biles, pueden hacerlo. Incluso dejar que nos cuiden &mdash;a menudo personas que provienen de otros pa&iacute;ses&mdash; es un modo para decir que vivir juntos no s&oacute;lo es posible, sino necesario&rdquo;.

Y va concluyendo Francisco: &ldquo;Queridas abuelas y queridos abuelos, queridas ancianas y queridos ancianos, en este mundo nuestro estamos llamados a ser art&iacute;fices de la revoluci&oacute;n de la ternura. Hag&aacute;moslo, aprendiendo a utilizar cada vez m&aacute;s y mejor el instrumento m&aacute;s valioso que tenemos, y que es el m&aacute;s apropiado para nuestra edad: el de la oraci&oacute;n&rdquo;.

&ldquo;Pidamos a la Virgen, Madre de la Ternura, que nos haga a todos art&iacute;fices de la revoluci&oacute;n de la ternura, para liberar juntos al mundo de la sombra de la soledad y del demonio de la guerra.&rdquo;

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(*) Arzobispo de San Juan de Cuyo (Argentina) y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

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La “sorpresa” del tiempo

Celebramos un nuevo aniversario de la Independencia en medio de una situaci&oacute;n cr&iacute;tica en lo econ&oacute;mico, que es manifestaci&oacute;n tambi&eacute;n de la debilidad institucional. El crecimiento de la pobreza e indigencia cubren de nubarrones el cielo patrio. Para muchas familias la angustia va ganando espacio, llegando a la desesperaci&oacute;n.

La situaci&oacute;n nos enfrenta con nuestras fragilidades. En los barrios pobres,&nbsp; el hacinamiento agrava la precariedad de estas semanas y meses. Para muchos este escenario trajo la p&eacute;rdida del trabajo y el desaliento para seguir buscando.

En cuanto a la dimensi&oacute;n existencial, la vivencia depende de c&oacute;mo se encuentra cada uno, su entorno m&aacute;s cercano, la familia, los amigos, el barrio. Incluso la fe se pone a prueba y oscila del intimismo al escepticismo.

Para el Pueblo de Israel y para la fe cristiana la memoria de los acontecimientos pasados es fundamental para ubicarse en el presente. Los salmos, los profetas, los libros hist&oacute;ricos y los sapienciales permanentemente acuden a incentivar la memoria del Pueblo. As&iacute; tambi&eacute;n sucede con la predicaci&oacute;n de Jes&uacute;s y los Ap&oacute;stoles.

Caminamos en el mundo con memoria y profec&iacute;a. Acudir al pasado nos pone en marcha desde este presente concreto hacia un sentido anunciado. &ldquo;Dios es fiel&rdquo; no es mera formulaci&oacute;n abstracta o evasiva expresi&oacute;n de deseo sino experiencia personal y comunitaria. Es la fe del Pueblo de Dios que peregrina. Las comunidades parroquiales, educativas, movimientos, nos encontramos ante desaf&iacute;os nuevos buscando respuestas creativas.

Ayer, s&aacute;bado 9 de julio, hemos celebrado un nuevo aniversario de la Independencia. El Congreso reunido en Tucum&aacute;n en 1816 fue el resultado de un proceso de maduraci&oacute;n para completar y dar un sentido Federal a lo iniciado en mayo de 1810. Veintinueve diputados firmaron el Acta de la Independencia, dieciocho laicos y once sacerdotes. Entre ellos tuvo un rol destacado Fray Justo Santa Mar&iacute;a de Oro, diputado de San Juan, quien a&ntilde;os despu&eacute;s ser&iacute;a nuestro primer obispo diocesano.

Ellos quer&iacute;an una naci&oacute;n libre de cualquier poder extranjero. Sus sue&ntilde;os trascend&iacute;an los l&iacute;mites de nuestro territorio para buscar la liberaci&oacute;n de todo el Continente. En este camino los alentaron San Mart&iacute;n y Belgrano. Un anhelo que durante estos m&aacute;s de 200 a&ntilde;os se ha cumplido de modo intermitente, quedando algunos lugares del Continente ausentes en la construcci&oacute;n de la Patria Grande.

Releyendo la Exhortaci&oacute;n Apost&oacute;lica Querida Amazonia, Francisco nos se&ntilde;ala la presencia de algunas colonizaciones nuevas. Operan &ldquo;actores econ&oacute;micos que implementan un modelo ajeno a nuestro territorio&rdquo; (11). Con prepotencia, se apropian de espacios geogr&aacute;ficos expulsando a quienes los habitan hace siglos. En estos atropellos se conjugan poderes locales y for&aacute;neos: &ldquo;la disparidad de poder es enorme, los d&eacute;biles no tienen recursos para defenderse, mientras que el ganador sigue llev&aacute;ndoselo todo&rdquo; (13). Para lograrlo utilizan el soborno, t&iacute;tulos de propiedad fraudulentos, violencia.

Que estas situaciones se repitan no quiere decir que se naturalicen. &ldquo;No es sano que nos habituemos al mal, no nos hace bien permitir que nos anestesien la conciencia social&rdquo; (15). Es necesario indignarse y no aceptar la injusticia.

En este contexto debemos recordar que la Iglesia est&aacute; llamada a &ldquo;escuchar el clamor de la tierra y de los pobres&rdquo; (LS 49).

La pandemia desnud&oacute; con dramatismo inusitado las graves inequidades entre pa&iacute;ses y dentro de cada uno de ellos. La Argentina no es excepci&oacute;n.

&iquest;Cu&aacute;l es la salida? Recordemos la insistencia del Papa en estos meses: &ldquo;nadie se salva solo&rdquo;. Dios nos hizo a todos de la misma tierra. Tenemos un origen com&uacute;n. La vida del Planeta es don de Dios. La salvaci&oacute;n que nos obtuvo Cristo con su muerte y resurrecci&oacute;n tiene un valor Universal que abarca a toda la creaci&oacute;n. Como leemos en el Nuevo Testamento, &ldquo;nosotros, de acuerdo con la promesa del Se&ntilde;or, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitar&aacute; la justicia&rdquo; (2 Pe 3, 13).

Desde nuestra fe cantamos &ldquo;No es posible morirse de hambre en la patria bendita del pan&rdquo;. Asumamos el compromiso que hace falta en esta hora.

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(*) Arzobispo de San Juan de Cuyo (San Juan, Argentina) y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

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La Independencia que nos debemos

D&iacute;cese del poeta, aquel que sabe describir la realidad en palabras y composiciones bellas. Claro, nos quedamos en esta definici&oacute;n en el mundo literario, donde en versos o canciones una persona describe al amor, a la libertad o a la misma realidad. Pero, se abre la pregunta si no es poeta tambi&eacute;n el jardinero que combina plantas y flores de manera armoniosa en un jard&iacute;n. O en su defecto, el agricultor, el hortelano o el granjero que con cari&ntilde;o y esmero cr&iacute;a a plantas y animales para ponerlas a disposici&oacute;n en el mercado. El alba&ntilde;il que haciendo caso a las directivas del arquitecto pone los ladrillos generando un edificio de hermosas y definidas l&iacute;neas, el pintor o una maestra que le pone cari&ntilde;o y m&iacute;stica al acto de ense&ntilde;ar.

Cuando cursaba mi tercer o cuarto grado de la escuela primaria ten&iacute;a una maestra que daba sus clases con una maestr&iacute;a de poeta. Nos ense&ntilde;&oacute; a multiplicar componiendo grupos de ovejas en un prado o manzanas en distintas canastas para que, de una forma v&iacute;vida, y aqu&iacute; agregar&iacute;a &ldquo;po&eacute;tica&rdquo; memoriz&aacute;ramos las tablas. Luego en las clases de Lengua, despu&eacute;s de un &aacute;spero y riguroso &ldquo;dictado&rdquo;, nos le&iacute;a con mucha pasi&oacute;n un poema o un cuento. Ha quedado en mi memoria uno de una madre que despu&eacute;s de perder a su ni&ntilde;o, encuentra un zapatito y recuerda con mucho cari&ntilde;o al hijo perdido, transform&aacute;ndose su tristeza en la alegr&iacute;a al rememorar los momentos felices vividos. Esta manera casi po&eacute;tica de ense&ntilde;ar de esta maestra hizo que descubriera mi pasi&oacute;n por la lectura, por los cuentos y por la poes&iacute;a. En la expectativa de escuchar un nuevo cuento, llegaba con entusiasmo a la escuela.

El poderoso rey Salom&oacute;n cuando asume su reinado, heredado del estratega, militar y astuto pol&iacute;tico -su padre el rey David-, le pide al alt&iacute;simo la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo para gobernar bien. Dios le concede sabidur&iacute;a e inteligencia dedic&aacute;ndose a escribir poes&iacute;as y a generar una vasta cultura dentro de su pueblo. (Primer Libro de los Reyes cap&iacute;tulos 4 y 5). Cuentan las tradiciones que pidi&oacute; a los sabios de su reino que recolecten proverbios y dichos, como tambi&eacute;n poes&iacute;as y ense&ntilde;anzas para ponerlas a disposici&oacute;n de la poblaci&oacute;n. Tambi&eacute;n estableci&oacute; la pauta que en cada familia se debiera aprender a leer la Tor&aacute;, aprender los dichos y los salmos de memoria, generando esto una base religiosa y por &uacute;ltimo que en cada familia se aprendiera m&uacute;sica. Veamos la siguiente perlita que nos dejara un gobernador tan sabio en el libro de los Proverbios:

&ldquo;T&uacute;, holgaz&aacute;n, aprende una lecci&oacute;n de las hormigas. &iexcl;Aprende de lo que hacen y hazte sabio! A pesar de que no tienen pr&iacute;ncipe ni gobernador ni l&iacute;der que las haga trabajar, se esfuerzan todo el verano, juntando alimento para el invierno. Pero t&uacute;, holgaz&aacute;n, &iquest;hasta cu&aacute;ndo seguir&aacute;s durmiendo? &iquest;Cu&aacute;ndo despertar&aacute;s? Un rato m&aacute;s de sue&ntilde;o, una breve siesta, un peque&ntilde;o descanso cruzado de brazos. Entonces la pobreza te asaltar&aacute; como un bandido; la escasez te atacar&aacute; como un ladr&oacute;n armado&rdquo;.

Sabidur&iacute;a, ense&ntilde;anza y poes&iacute;a en un peque&ntilde;o p&aacute;rrafo que, seguramente despu&eacute;s de repetirlo algunas veces, queda grabado en la memoria y puede ser repetido espont&aacute;neamente ante los hijos al levantarlos por la ma&ntilde;ana.

En estos tiempos pos-pand&eacute;micos observamos que en nuestro pa&iacute;s hay una carencia en muchos sentidos. Carecemos de resultados en el plano educativo, donde j&oacute;venes que terminan el primario y el secundario no lograron desarrollar la lecto/escritura y mucho menos la capacidad de interpretar un texto en un diario o en un folleto explicativo de una m&aacute;quina. Carecemos de mano de obra calificada para cualquiera de los oficios o de las demandas que pudieran ofrecer algunas de las industrias en nuestro contexto. Y ni que hablar de posibilidades de acceder a alg&uacute;n trabajo o de emprender, ya que no est&aacute;n dadas las condiciones para la generaci&oacute;n de estos puestos. Miramos azorados las noticias que nos llegan de nuestro mundo pol&iacute;tico y nos encontramos con ministros que renuncian, que hacen vagas denuncias y un poder que se debate en diferencias y hasta en luchas que no nos llevan a soluciones de fondo.

Se nos abre la pregunta si no deber&iacute;amos volver a hacer el mismo pedido que hiciera Salom&oacute;n y, por qu&eacute; no, recurrir a la pasi&oacute;n, al cari&ntilde;o y a la m&iacute;stica que tuvo aquella maestra de mi infancia. Solamente as&iacute; nuestras acciones, en clave de poes&iacute;a, van a generar cambios en nuestra realidad.

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(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evang&eacute;lica del R&iacute;o de la Plata y escritor.

Volver a actuar en clave de poesía

En algunas cuestiones es normal que estemos en desacuerdo, no pensamos ni vivimos de la misma manera. Las personas y los grupos humanos tenemos un conjunto de valores con los cuales nos movemos cotidianamente, pero en algunas ocasiones pueden entrar en conflicto.

Ante lo desconocido o lo nuevo algunos se abren a lo distinto; otros en cambio se cierran por desconfianza o inseguridad, y no faltan quienes rechazan con violencia.

Desde los tiempos iniciales de la Iglesia los cristianos hemos sufrido incomprensi&oacute;n, persecuci&oacute;n y muerte. El primero fue Jes&uacute;s, condenado a muerte en un juicio fraudulento, torturado y crucificado. &Eacute;l am&oacute; hasta dar la vida, sin hacer uso de la violencia ni el rencor.

La palabra &ldquo;m&aacute;rtir&rdquo; significa &ldquo;testigo&rdquo;, y se refiere a quien puede dar cuenta con certeza de una experiencia fundante de su vida. Tertuliano, uno de los Padres de la Iglesia, expres&oacute; antes de terminar el siglo segundo que &ldquo;la sangre de los m&aacute;rtires es semilla de cristianos&rdquo;.

Ellos nos dan ejemplo de imitar al Maestro. Mueren perdonando, como Jes&uacute;s. Entregan la vida por amor, como Jes&uacute;s. Pueden repetir con el Maestro &ldquo;nadie me quita la vida, sino que yo la doy porque quiero&rdquo;. (Jn 10, 18)

Anuncian la centralidad de Jesucristo para la vida plena de la humanidad y el lugar de la humanidad en el coraz&oacute;n del Padre.

Este fin de semana tenemos una gran alegr&iacute;a para la Iglesia en la Argentina; asistimos a la beatificaci&oacute;n de &ldquo;los m&aacute;rtires del Zenta&rdquo;, ocurrida al norte de Salta y Jujuy, di&oacute;cesis de Or&aacute;n. El 27 de octubre de 1683 dos sacerdotes fueron martirizados en el bosque del valle del Zenta (Don Pedro Ortiz de Z&aacute;rate y el sacerdote jesuita Juan Antonio Solinas) y 18 laicos: dos espa&ntilde;oles, uno negro, un mulato, una mujer, dos ni&ntilde;as y once varones oriundos de diversas etnias abor&iacute;genes. Un grupo que expresa de manera concreta la pertenencia de las diversas vocaciones del Pueblo de Dios.

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Te comparto algunos datos biogr&aacute;ficos.

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Don Pedro Ortiz de Z&aacute;rate nace en Jujuy y es bautizado en 1626; cuando ten&iacute;a 22 a&ntilde;os fue elegido Alcalde de esa ciudad. Se cas&oacute;, tuvo dos hijos y, al poco tiempo, enviud&oacute;. Entonces fue creciendo en su coraz&oacute;n el deseo de consagrarse a Dios. Complet&oacute; sus estudios en C&oacute;rdoba y fue ordenado sacerdote en 1657. Los pobres y marginados fueron siempre sus predilectos, especialmente los indios. En 1682 logra concretar uno de sus anhelos m&aacute;s profundos: dedicarse a tiempo completo a vivir entre los indios para anunciar a Jesucristo.

El padre Juan Antonio Solinas, sacerdote Jesuita, naci&oacute; en la isla de Cerde&ntilde;a en 1643. Se educ&oacute; en una escuela de sacerdotes Jesuitas, y all&iacute; ard&iacute;a su coraz&oacute;n al escuchar episodios de la vida de San Francisco Javier y otros misioneros. En 1663, con 20 a&ntilde;os, ingresa al noviciado. Despu&eacute;s de poco m&aacute;s de una d&eacute;cada, en 1674 y con 31 a&ntilde;os llega a la Argentina. Se puso a estudiar guaran&iacute; para ser m&aacute;s cercano a los indios del norte argentino donde comenz&oacute; su tarea misionera entre los r&iacute;os Uruguay y Paran&aacute;. Tiempo despu&eacute;s se suma a un emprendimiento misionero junto a otros religiosos jesuitas y el padre Diego Ortiz de Z&aacute;rate.

Para enmarcar el martirio de estos 20 cristianos, me permito tomar un p&aacute;rrafo de una carta pastoral escrita por el actual obispo de Or&aacute;n: &ldquo;Viviendo el ardor misionero se animaron a incursionar en estas tierras, sin armas, sin ej&eacute;rcito que los secundara, sin el poder de los conquistadores. Inspirados en la vocaci&oacute;n de servicio, a una vida de proximidad y de entrega, viviendo el mandato que Cristo nos ha dado: &lsquo;Anunciar la Buena Nueva en todo el mundo&rsquo; &rdquo;. El sacrificio de los m&aacute;rtires es el signo tangible de que la propagaci&oacute;n de la fe no es una cruzada sino un abrazo de culturas, pueblos y religiones, la total disponibilidad de uno mismo para la escucha y la acogida mutua&rdquo; (Fray Luis Antonio Scozzina, OFM, Obispo de la Nueva Or&aacute;n, provincia de Salta, Argentina)

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La persecuci&oacute;n y el martirio se siguen extendiendo a lo largo de los siglos y traspasan toda geograf&iacute;a.

Hace pocos a&ntilde;os hemos celebrado en nuestro pa&iacute;s la beatificaci&oacute;n de los 4 m&aacute;rtires de La Rioja. Este lunes 4 de julio haremos memoria de los 5 religiosos Palotinos asesinados en la Parroquia San Patricio de la ciudad de Buenos Aires en 1976, el mismo a&ntilde;o que el obispo Angelelli.

En Nigeria fueron asesinados en una Iglesia 50 feligreses que estaban celebrando la Fiesta de Pentecost&eacute;s el pasado 5 de mayo. En M&eacute;xico asesinaron a dos sacerdotes jesuitas el lunes 20 de junio. Y podemos enumerar una lista interminable.

Pidamos a Dios por la paz en el mundo, y la perseverancia de quienes viven la fe en medio de hostilidades, persecuciones y amenazas.

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(*)&nbsp; Arzobispo de San Juan de Cuyo (Argentina) y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

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Mártires de ayer y de hoy

Por Waldemar Oscar von Hof (*)

Especial para EL ARGENTINO

En la comunidad de Gualeguaych&uacute; nos reunimos una vez al mes un grupo de acompa&ntilde;amiento a personas, familiares directos y ex pacientes oncol&oacute;gicos. El objetivo es acompa&ntilde;arse en el proceso de la enfermedad, partiendo del hecho que el encuentro, para compartir dolores, penas, preocupaciones y cuitas es terap&eacute;utico. Esta idea est&aacute; basada en el ejemplo de Jes&uacute;s que siempre estaba all&iacute; donde las personas sufr&iacute;an, ten&iacute;an dolores o estaban en problemas simplemente para acompa&ntilde;ar.

Partimos del concepto de terap&eacute;utica donde el terapeuta es aquella persona que sirve, presta servicio, cura, que tiene cuidado y acompa&ntilde;a a un paciente (ver Las Celebraciones lit&uacute;rgicas SANAN 2016 escrito y editado por el autor). La terapia busca poner en equilibrio al ser en su integralidad, bas&aacute;ndonos en que somos mente, cuerpo y esp&iacute;ritu inmerso en un gran todo, equilibrado que es la creaci&oacute;n de Dios.

En estos encuentros hay un momento de recepci&oacute;n, de escucha de la palabra de Dios, donde dejamos que alg&uacute;n texto b&iacute;blico nos acompa&ntilde;e e ilumine. Despu&eacute;s un tiempo de canto, siempre con alguna canci&oacute;n que nos ayude a mirar hacia adelante, luego un per&iacute;odo de escucha e intercambio y al finalizar un momento de oraci&oacute;n para poner nuestras situaciones en las manos de nuestro Dios creador, en las manos de Jesucristo el buen pastor y en las del Esp&iacute;ritu Santo que es esta fuerza y este aliento que acompa&ntilde;a desde el mismo inicio de la creaci&oacute;n.

En estas reuniones nos hemos dado algunas pautas como -por ejemplo- no se dan consejos, no se dan f&oacute;rmulas, ni se pone en discusi&oacute;n terapias a seguir. Por otra parte, nadie tiene que hablar, pero todos pueden hablar, sobre todo basados en el concepto que hablar de la enfermedad ayuda. Esto es algo que la medicina y la psicolog&iacute;a ha ido descubriendo, tal es as&iacute; que hoy los profesionales aconsejan hablar y llaman a las enfermedades por su nombre. Siempre por respeto a las personas se pacta una confidencialidad que da lugar a que los individuos puedan abrirse al grupo.

La escucha es un elemento fundamental en estos encuentros ya que se pretende que, a partir de la o&iacute;da de las angustias, de los miedos, pero tambi&eacute;n de las alegr&iacute;as, de los logros y de las sanaciones cada integrante se sienta acompa&ntilde;ado. Otro elemento que hace al acompa&ntilde;amiento es el intercambio de datos, tan necesarios en estos momentos. Por ejemplo, c&oacute;mo conseguir los profesionales, pero tambi&eacute;n apoyarse y acompa&ntilde;arse en las gestiones que por lo general son engorrosas y complicadas en estas circunstancias.

En este mes tuvimos la visita de Danilo Maximiliano Bertoni, pap&aacute; de Felipe que nos puso al tanto de la situaci&oacute;n de su lucha por la &ldquo;Ley Felipe&rdquo; que promueve la presencia activa del Estado para salir al encuentro de las necesidades de las familias de menores de edad, que deben llevar a cabo tratamientos oncol&oacute;gicos. Felipe falleci&oacute; en el a&ntilde;o 2019 por una enfermedad oncol&oacute;gica, a partir del dolor, surge la iniciativa de acompa&ntilde;ar a otros padres que no tienen las posibilidades econ&oacute;micas para el traslado, acompa&ntilde;amiento y tratamiento de los hijos menores de 18 a&ntilde;os.

Danilo nos cont&oacute; que &ldquo;se alegraba que existan, dentro de instituciones, grupos terap&eacute;uticos. La iniciativa de trabajar por la ley surgi&oacute; de transformar el dolor, de Elizabeth y el m&iacute;o, en amor. Nos unimos a un gran grupo de gente que nos acompa&ntilde;&oacute; en la propuesta y ahora la ley ya est&aacute; siendo estudiada en comisiones del congreso provincial. Hubo mucho inter&eacute;s y ya cuenta con el apoyo de varios legisladores&rdquo;. Agradecemos la visita de Danilo, porque nos alienta a compartir nuestras experiencias para que se potencien y transformen.

Las situaciones oncol&oacute;gicas no son f&aacute;ciles y dan pie a una crisis personal y en el contexto familiar, que es de &iacute;ndole emocional, econ&oacute;mica, espiritual y psicol&oacute;gica donde se necesita mucha ayuda. Sabemos que como comunidad cristiana tenemos el imperativo de estar juntos. La consigna de esta propuesta es acompa&ntilde;arnos en las buenas y en las malas, como comunidad que cree en Jesucristo, hecho hermano entre nosotros, que con su presencia nos anima y acompa&ntilde;a.

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(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evang&eacute;lica del R&iacute;o de la Plata y escritor.

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La importancia de acompañarnos ante situaciones oncológicas

Por Waldemar Oscar von Hof (*)

Especial para EL ARGENTINO

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El 21 de junio celebramos la noche m&aacute;s larga del a&ntilde;o y por lo tanto el d&iacute;a m&aacute;s corto. El sol se ha alejado de nuestra regi&oacute;n austral llegando a su punto m&aacute;ximo de lejan&iacute;a a las 6:13 horas del d&iacute;a en que ocurre el solsticio de invierno. En este a&ntilde;o la oscuridad de las largas noches estuvo acompa&ntilde;ada de un acentuado fr&iacute;o. Debido a la traslaci&oacute;n irregular de la Tierra alrededor del Sol, cada a&ntilde;o est&aacute; marcado por los dos solsticios: el de invierno, cuando nuestra regi&oacute;n est&aacute; m&aacute;s alejada del Sol; y el de verano, cuando est&aacute; m&aacute;s cercano.

Estos d&iacute;as cortos marcan un cambio, aunque comienzan los tres meses invernales, la tierra va acomod&aacute;ndose nuevamente para que el Sol vuelva a nuestra regi&oacute;n lentamente y los d&iacute;as se alarguen y las noches se acorten. Tiempos que tradicionalmente, en las culturas antiguas, est&aacute; marcado por fiestas referentes al regreso de la luz, del sol y del calor. Los dioses o las divinidades vencen a la oscuridad reinante mediante la imposici&oacute;n de la luz. As&iacute; Horus, el dios solar egipcio que vence al inframundo para guiar a los faraones en sus gestiones e imponer la vida y la luz ante la muerte y la oscuridad. Tambi&eacute;n Mitra, diosa tomada de Oriente por los romanos, a la que se rend&iacute;a culto en el solsticio de invierno, vence a las oscuridades para que el &ldquo;sol invicto&rdquo; ilumine nuevamente la realidad dejando lugar a la justicia, la luz y la verdad en el imperio. Antes de la llegada del cristianismo a Europa, las religiones aut&oacute;ctonas estaban marcadas por la variaci&oacute;n estacional. En invierno se realizaban rituales como decorar &aacute;rboles que permanec&iacute;an con su follaje verde, prender fuego en la noche del solsticio para animar y alentar a la luz y al sol, por lo tanto, a la vida, a regresar para que las cosechas sean fruct&iacute;feras.

En su ciclo natural, el cosmos tiene sus estaciones, que var&iacute;an entre la oscuridad y la luz, entre el fr&iacute;o y el calor, entre el acercarse y el alejarse. Conversando con la gente, en estos tiempos, se viven sensaciones de oscuridad, de fr&iacute;o y de lejan&iacute;a. &ldquo;Que en los noticieros tan solo se ven gestos de violencia&rdquo;. &ldquo;Los asaltos y los robos est&aacute;n cada vez m&aacute;s cerca&rdquo;. &ldquo;Los pol&iacute;ticos tan solo se pelean en vez de gobernar&rdquo;. &ldquo;El dinero no alcanza para llegar a fin de mes&rdquo;. &ldquo;Nuestros chicos han perdido la oportunidad de aprender por los paros, la falta de presupuestos y la pandemia&rdquo;. Tambi&eacute;n se escuchan las justificaciones, &ldquo;son los &lsquo;tiempos &uacute;ltimos&rsquo; que est&aacute;n anunciados en la biblia&rdquo;, &ldquo;Todos viven de unos pocos que trabajan&rdquo;, &ldquo;Son caracter&iacute;sticas de estos tiempos oscuros&rdquo;.

A pesar del fr&iacute;o y de nuestras largas noches, quiero volver a poner la mirada en aquello que nos incentiva, en aquello que nos anima y nos fortalece. El &uacute;ltimo libro del Antiguo Testamento es el del profeta Malaqu&iacute;as que en un tiempo dif&iacute;cil del pueblo de Israel se enfrenta a una &eacute;lite pol&iacute;tica y religiosa que tiene a un pueblo sumido en la ignorancia, esquilm&aacute;ndolos econ&oacute;micamente mediante impuestos y derrochando lo obtenido en fiestas de unos pocos a costa de muchos. Al dialogar con sus interlocutores el profeta percibe las injusticias, los escepticismos y la falta de &eacute;tica y moral. Ante este &ldquo;tiempo oscuro&rdquo; el &ldquo;mensajero&rdquo;, esta es la traducci&oacute;n de su nombre, anuncia que &ldquo;el d&iacute;a del Se&ntilde;or llegar&aacute; a su debido tiempo, y entonces la justicia brillar&aacute; como la luz del sol&rdquo;. (Malaqu&iacute;as 3:19 y 20).

Para el evangelista San Lucas el profeta Juan el Bautista anuncia que &ldquo;Nuestro Dios, en su gran misericordia, nos trae de lo alto el sol de un nuevo d&iacute;a, para dar luz a los que viven en la m&aacute;s profunda oscuridad, y dirigir nuestros pasos por el camino de la paz&rdquo; (1:78-79).

As&iacute; como en la naturaleza los ciclos se cumplen y se superan, los cristianos creemos y estamos convencidos de que despu&eacute;s de tiempos oscuros han de venir tiempos propicios para que el sol brille. Creemos en la luz y en la claridad a la que nos gu&iacute;a Jesucristo. No dejemos de transitar estos tiempos oscuros anunciando a este &ldquo;Sol Invicto&rdquo;, pero tambi&eacute;n denunciando a los elementos que producen las oscuridades. No queremos el precio de una canasta b&aacute;sica a la que el 60 por ciento de nosotros no llega. No queremos ser parte del 40 por ciento de desocupados o ser cautivos de planes sociales que prometen soluciones y son parte del problema. No queremos que nuestros hijos terminen la primaria sin saber leer ni realizar las cuentas b&aacute;sicas tan necesarias para la vida cotidiana.

Tras la larga noche del solsticio de invierno, seguro que el sol vuelve a nuestra regi&oacute;n alargando los d&iacute;as. Apostemos a que en nuestras oscuras realidades tambi&eacute;n el astro rey de la claridad, de la justicia, de la educaci&oacute;n y de la salud vuelva a brillar.

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(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evang&eacute;lica del R&iacute;o de la Plata y escritor.

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Colaboraciones

Epstein: "Los jóvenes tenemos que hablar de desarrollo productivo, minería, salud mental"