Valorar el patrimonio arquitectónico
Con el anuncio de la restauración del palacio Municipal, que el año pasado cumplió cien años, nuestra ciudad continúa recuperando su patrimonio arquitectónico de los edificios públicos.
Desde el 2009 en adelante se recuperó el edificio de la Escuela Normal, se puso en valor el Teatro Gualeguaychú, se pintó el histórico edificio de la Jefatura Departamental de Policía y se restauró el interior de la Catedral San José. En la actualidad se está restaurando el edificio de la Escuela Rawon que espera terminarse para fin de año.
Aún queda mucho por hacer, como comenzar de una vez la restauración del palacete de Luis Clavarino, la casa de Fray Mocho y de Andrade entre otros edificios históricos que con el paso del tiempo y falta de inversión fueron perdiendo brillo.
La recuperación del patrimonio arquitectónica es una manera de reparar años de historia y de destrozos donde se perdieron reliquias históricas en nombre de la pica del progreso, como fue la casa del general Urquiza y Dolores Costa a mediados de los años 50, para en su lugar edificar el banco de Entre Ríos. Cada casa o edificio patrimonial ya sea por sus valores históricos, artístico-arquitectónicos, paisajísticos o ambientales, que es demolido, es una pieza menos en el rompecabezas de nuestra historia e identidad.
Cada construcción o bien patrimonial tiene un valor intrínseco más allá del monetario, existe una historia particular, que es la de sus moradores, la de sus constructores y proyectistas, la del momento histórico. Cada elemento en particular va sumando a ese todo que conforma en definitiva la historia misma de la ciudad.
Desde el 2009 en adelante se recuperó el edificio de la Escuela Normal, se puso en valor el Teatro Gualeguaychú, se pintó el histórico edificio de la Jefatura Departamental de Policía y se restauró el interior de la Catedral San José. En la actualidad se está restaurando el edificio de la Escuela Rawon que espera terminarse para fin de año.
Aún queda mucho por hacer, como comenzar de una vez la restauración del palacete de Luis Clavarino, la casa de Fray Mocho y de Andrade entre otros edificios históricos que con el paso del tiempo y falta de inversión fueron perdiendo brillo.
La recuperación del patrimonio arquitectónica es una manera de reparar años de historia y de destrozos donde se perdieron reliquias históricas en nombre de la pica del progreso, como fue la casa del general Urquiza y Dolores Costa a mediados de los años 50, para en su lugar edificar el banco de Entre Ríos. Cada casa o edificio patrimonial ya sea por sus valores históricos, artístico-arquitectónicos, paisajísticos o ambientales, que es demolido, es una pieza menos en el rompecabezas de nuestra historia e identidad.
Cada construcción o bien patrimonial tiene un valor intrínseco más allá del monetario, existe una historia particular, que es la de sus moradores, la de sus constructores y proyectistas, la del momento histórico. Cada elemento en particular va sumando a ese todo que conforma en definitiva la historia misma de la ciudad.
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