Una condición necesaria pero insuficiente
La sociedad Morgan Stanley Capital International (MSCI), líder en el diseño de los índices que se utilizan para canalizar inversiones, confirmó que nuestro país será considerado, desde fines de este mes, como un “mercado emergente”.
Hace 10 años, Argentina perdió esa condición y descendió a la categoría de los “mercados frontera”, a la par de Marruecos, Ucrania y Rumania, por ejemplo.
Los “emergentes”, en cambio, son China, Sudáfrica, Brasil, Colombia o México.
Por encima de los países emergentes, se ubican los desarrollados, como Estados Unidos, Canadá, Australia, Noruega o Alemania. De modo que aún nos falta mucho camino por recorrer.
Lo que importa en este momento es que la mejora en el estatus financiero se traduce simbólicamente en un punto clave para toda posibilidad futura de crecimiento: volvemos a ser un destino factible para fondos de inversión de todo el mundo.
El plan económico vigente estuvo expectante, desde el comienzo de la administración de Mauricio Macri, de la llegada de inversiones productivas. Esa fue la vía privilegiada para expandir la economía, dado que el Estado no cuenta con recursos para promover el crecimiento.
La anunciada “lluvia de dólares” no sucedió, entre otras razones porque Argentina no fue evaluada de modo positivo hasta el año pasado. Y una de las reglas del índice de Morgan es que las nuevas categorizaciones tardan un año en hacerse efectivas. En una primera etapa, se estima que se beneficiarán las empresas locales que cotizan en Wall Street, ya que podrían recibir fondos de inversores institucionales que realizan sus operaciones de acuerdo con los índices de MSCI.
Por supuesto, la volatilidad del mercado cambiario, la alta inflación, la recesión o el estancamiento en el que nos encontramos, y la incertidumbre política son factores que atentan contra la llegada de inversiones.
Es necesaria porque en muchos países existe una regulación para los fondos de inversión que limita la colocación de sus activos en función de las categorías que se definen en estos índices de referencia. Por ejemplo, pueden elegir mercados emergentes, pero no de frontera.
Que no sea suficiente podemos comprenderlo si nos damos cuenta de que en la categoría de emergentes ahora competimos con unos 25 países. Por ejemplo: Chile, India, Rusia, Taiwán, Polonia y otros cuyas situaciones macroeconómicas son mucho más estables que las nuestras.
En consecuencia, Argentina debe saber aprovechar esta nueva oportunidad, en vez de volver a desperdiciarla como en el pasado reciente. Aquí también se pone a prueba la gobernabilidad presente y futura.