Para la Asamblea, la CARU sigue aún sin dar respuestas
Luego de la reunión realizada el 14 de noviembre en la Casa de la Cultura, entre los representantes de la delegación argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru), integrada por Mauro Vazón, Diego Satto y Juan Orrico e integrantes de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, coincidieron en que el organismo binacional continúa aún “sin dar las respuestas necesarias frente a la gravedad de la
“Quizás allí pueda centrarse la síntesis que a manera de reflexión final, quedó en los asambleístas, que reclamaron respuestas concretas frente a los perjuicios y afectaciones que sigue generando la pastera. Lejos de significar un avance, la publicidad de los informes obtenidos por el Comité Científico puede significar un retroceso sino se adoptan medidas más activas que no solo confirmen lo que ya todos sabemos, sino que la contaminación de Botnia debe cesar”. Así lo expresaron varios asambleístas y ahondaron: “La delegación argentina en la Caru no comprende aún la gravedad del problema por el que Gualeguaychú viene reclamando hace más de doce años, ante una pastera que ya fue reconocida como ilegal pero que debe ser cuestionada a partir de pruebas concretas que exhiban las alteraciones que generan”.
También los asambleístas señalaron que “no son aceptables las expresiones de Vazón cuando señaló que de ninguna manera el objetivo es ir a La Haya, sino buscar el consenso con la República Oriental del Uruguay y sus representantes ante el organismo binacional”. Todos coincidieron en afirmar que nadie busca el conflicto por el conflicto mismo. Pero, sí tener una postura racional y ajustada a derecho que se sostenga con firmeza en el propio ámbito de la Caru, y que también se haga conocer públicamente.
Los asambleístas advirtieron que el Uruguay continuará siendo reticente, no va a cambiar de opinión y que se deben activar mecanismos internacionales como consecuencia que el país vecino adoptó medidas como autorizar mayor temperatura en el agua, y que desde el lado argentino no se han tomado medidas mínimas en defensa del ambiente.
“Confiar solo en el diálogo con el Uruguay -algo que nunca se debe desdeñar-, significaría seguir en el camino de estos doce años, donde se ha apostado a la política de los hechos consumados sin que haya respuestas institucionales concretas del lado de Argentina, que se pueden activar, a partir del incumplimiento del Uruguay a tratados firmados y que se incumplen”, señalaron.
“La pasividad argentina nos conduce mansamente a ser la variable de ajuste del Uruguay, que sigue tomando medidas unilaterales sin que se actúe desde nuestras autoridades y representantes”, se advirtió.
También se señaló que la actual integración de la Caru no difiere mucho de la inacción que tuvieron los anteriores miembros encabezados por Hernán Orduna y que estuvieron hasta el cambio de autoridades en diciembre de 2015.
La Asamblea -como movimiento social- seguirá apostando al diálogo, a la búsqueda de información que debe hacerse pública, y simultáneamente piensan alzar su voz ante la Caru para que se actúe priorizando la salud de los vecinos y el ambiente, y no en “encerrarse en excusas como la necesidad que exista consenso de ambos países para que ese organismo actúe”.
En forma unánime los asambleístas se interrogaron: “¿Simplemente nos vamos a conformar con que se diga que se controla cuando el monitoreo no tiene ni la intensidad ni la periodicidad que fijó el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya en 2010 que mandaba a realizar controles continuos?”.
Los asambleístas señalaron que la voluntad es seguir en permanente contacto con todos los estamentos nacionales, seguir reclamando ante la Caru y los distintos Estados, pero siempre en la convicción que no se pueden resignar a convivir con la contaminación.
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