La Paz en la sociedad
* Por Guillermo Pellegrini
El aumento de la violencia en diversas partes del mundo nos lleva a hacer una importante reflexión para construir y fortalecer una cultura de la paz en la sociedad. Si queremos construir el futuro debemos actuar de inmediato para que la paz y la no violencia sean una realidad para todos nuestros hermanos en el mundo.
La paz no es un estado lírico ideal al que se llega, debemos trabajar, prepararnos y saber negociar para vivir en paz. Es un trabajo cotidiano, es una esencia de la civilización, es el logro de un gobierno, de un Estado, junto a su comunidad, es un lugar común, un pensamiento deseado, es un camino de acción, trabajamos para lograrla. Ayuda pero, no alcanza con manifestarse, gritar contra la guerra o caminar con el panfleto y la pancarta contra la violencia.
La paz es acción permanente, buena política interior y exterior.
En 1961 surge en USA el llamado “Cuerpo de paz” creado por el presidente John F. Kennedy, (asesinado en 1963). El cuerpo de paz eran “misiones de la democracia en el mundo” por el creciente sentimiento revolucionario, guerrillero y subversivo que se veía en el “tercer mundo”. Ese gobierno desarrolló también otro programa “La alianza para el progreso” y desde el Vaticano se publica después de años de trabajo, donde intervinieron comisiones laicas, la famosa encíclica “Pacem in Terris” (Paz en la Tierra), …”profunda aspiración de los hombres de todos los tiempos, no se puede asegurar sino se guarda íntegramente el orden establecido por Dios”…”la Paz ha de estar fundada sobre la verdad, construida con las normas de la justicia, vivificada e integrada por la caridad y realizada, en fin, con la libertad”… Juan XXIII – Abril de 1963.
Hasta Rotary Internacional fundado en 1905 tiene como objetivo fomentar la paz, la comprensión, la buena voluntad entre las naciones, a través de universidades y la búsqueda del compañerismo entre personas unidas en torno a un ideal de servicio.
Tiene correlación con otros indicadores como los niveles de ingresos, educativos o de integración regional, la buena vecindad y respeto entre los países limítrofes, es trabajo diario de las cancillerías, evitar el narcotráfico, el contrabando, la trata de blancas, la contaminación ambiental. Son todos requisitos imprescindibles para un mantenimiento de la misma en una zona o región, es el buen manejo de las relaciones exteriores, su mesura y prudencia. La buena diplomacia es la que consolida las soberanías evitando el conflicto, es responsabilidad de los gobernantes, quienes tienen el destino del país en sus manos, tomar decisiones acertadas que hagan a la paz y el bien común.
Nace en el seno del hogar, se forja en la vida cotidiana, es amor, fe y esperanza, el resto es destrucción y caos. Como el compromiso, el deseo de cosas buenas, el encuentro es interior, nace en la conciencia, está presente desde la niñez, si no hay paz interior adentro, no hay afuera, el niño que crece en el conflicto, en la violencia familiar y social es probable que sea en su madurez un intolerante, un extremista, un violento; más allá de las miserias humanas, luchas étnicas, subversivas y fundamentalistas. Pero debemos mantenernos alertas y vigilantes de nuestras fronteras de paz, para poder defendernos rápidamente si quieren alterar nuestro estilo de vida. Paz es vivir dentro de la ley, es un proceso pedagógico de enseñanza y construcción en un marco de valores o de creencias; para vivirla, poder enseñarla, disfrutarla y promoverla en comunidad.
Debe ser necesaria y justa, nada debe ser negociado a espaldas de la gente, debe haber un fuerte proceso de diálogo, deben estar todos involucrados, gobiernos, municipios, universidades, empresas y hasta el mundo de las ideas, es un importante y necesario trabajo a realizar, de no hacerse, mañana será tarde.
Fuente: Global Peace Index
(*) Maestro Normal – Lic. en Ciencia Política
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