La intolerancia en aumento
A diario suceden situaciones en las que queda demostrado el alto grado de intolerancia que existe en los ciudadanos, al menos en muchos de ellos.
Un caso que bien puede servir de ejemplo es el que ocurre cuando salen los chicos de los establecimientos educativos y, tal como se viene haciendo desde hace mucho tiempo, se corta el tránsito unos minutos o se pide aminorar la marcha hasta tanto culmine la salida de los alumnos.
Está claro que esto se hace para brindar mayor seguridad a los menores y también para organizar el tránsito, que puede resultar peligroso en estas situaciones.
Pero a diario se observa a automovilistas, motociclistas y ciclistas que o bien no hacen caso y avanzan igual, o que tocan bocina e incluso llegan a insultar a quienes se encargan de cortar el tránsito.
El corte no lleva más de unos minutos, ya que las escuelas suelen evacuarse de manera rápida, pero eso basta para que haya personas que se molesten y reaccionen de mala manera, haciendo muchas veces pasar un mal momento a docentes, padres y alumnos.
Son actitudes que no se justifican ya que, en caso de ir con apuro no deberían tomar las calles donde hay escuelas y mucho menos en el horario de salida del alumnado. Por eso este tipo de reacciones, que hablan de un alto grado de intolerancia, no se pueden aceptar.
Está claro que esto se hace para brindar mayor seguridad a los menores y también para organizar el tránsito, que puede resultar peligroso en estas situaciones.
Pero a diario se observa a automovilistas, motociclistas y ciclistas que o bien no hacen caso y avanzan igual, o que tocan bocina e incluso llegan a insultar a quienes se encargan de cortar el tránsito.
El corte no lleva más de unos minutos, ya que las escuelas suelen evacuarse de manera rápida, pero eso basta para que haya personas que se molesten y reaccionen de mala manera, haciendo muchas veces pasar un mal momento a docentes, padres y alumnos.
Son actitudes que no se justifican ya que, en caso de ir con apuro no deberían tomar las calles donde hay escuelas y mucho menos en el horario de salida del alumnado. Por eso este tipo de reacciones, que hablan de un alto grado de intolerancia, no se pueden aceptar.
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