Buen Día
# Teléfono del Niño
EL ARGENTINO está promoviendo –junto con la comunidad y otras instituciones- un registro de firmas para que de una vez y por todas se vuelva a contar en la ciudad con el servicio gratuito del Teléfono del Niño.
Los argumentos presupuestarios siempre deben ser atendidos, pero nunca pueden eclipsar una propuesta como la que se está impulsando porque no se trata de un gasto sino de una inversión.
El caso del niño que se conoció ayer por la acción perseverante de la Asociación Civil por verdad y Justicia (ACIVERJUS) debería ser motivo más que suficiente para tomar conciencia sobre la utilidad de ese servicio.
Seguramente las autoridades locales y provinciales, del Ejecutivo como del Legislativo y Judicial están de acuerdo con las prestaciones positivas que implica contar con un Teléfono del Niño; lo que puede ser traducido que se esforzarán para encontrar esa partida presupuestaria mínima entre los muchos gastos superfluos que se hacen en la administración pública.
Es menester aclarar que se entiende que el servicio del Teléfono del Niño no es la solución a los múltiples padecimientos a los que se ve expuesta la infancia desprotegida; pero sí es una formidable herramienta para canalizar las contenciones y atenciones que cada caso requiera.
Su urgencia no admite demoras ni excusas. Que los teléfonos de quienes deben dar soluciones no den apagados, porque son vidas las que terminarán apagadas.
# Crecen los banquitos de la buena fe
Los Banquitos de la Buena Fe están creciendo de manera constante y sostenida. Ayer se realizó una capacitación que estuvo destinada a sus coordinadores y hoy se entregarán a cada uno de los ocho banquitos que existen en la ciudad computadoras completas, con sus impresoras y escritorios.
En Gualeguaychú –como en otras localidades de la provincia- existe este banco que se caracteriza por prestar dinero a personas con escasos recursos financieros. Se trata de un banco diferente, porque su principal cometido es la inserción social.
Justamente los desamparados por el sistema financiero, los excluidos en los planes de crédito, son la cartera de cliente de este Banco de la Buena Fe, que apunta como objetivo primario a una promoción integral de las personas.
Inspirado en el sistema del economista indio Muhammad Yunus, en la Argentina dese hace años se implementó el Banco de la Buena Fe, que llegó a Gualeguaychú el año pasado y desde entonces otorga pequeños préstamos a muy bajo interés, con la única garantía de la confianza, de la palabra empeñada y a través de un sistema solidario donde cada grupo se hace cargo de sus propios integrantes.
En algunos casos la experiencia ha sido tan positiva que el sistema ha tenido que dar nuevos créditos (los llaman recréditos) justamente porque su mayor capital es incentivar el talento creador que permite construir, peldaño a peldaño, otro destino y una mejor calidad de vida.
En Gualeguaychú, la implementación del programa se cristalizó mediante un convenio celebrado entre la Fundación INKA, actuante como organización regional y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
La experiencia bien merece ser saluda con un BUEN DIA, porque sus beneficiarios han logrado un mejor horizonte de vida y hoy la esperanza se llama solidaridad y reciprocidad con el semejante.
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