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Un granito de arena no alcanza
Por monseñor Jorge Eduardo Lozano (*)
A veces utilizamos esta expresión para significar que es poco lo que aportamos en un emprendimiento comunitario, pero algo es.
Sin embargo, cuando lo que debemos construir es grande, demasiado grande, decir que cada uno “aporta su granito de arena” puede desmerecer la proporción del desafío que enfrentamos.
La pandemia nos impulsó a cuidarnos. Una de las maneras de hacerlo fue el aislamiento social, la distancia, espaciar incluso los encuentros familiares y de amigos.
Estas medidas de cada familia o grupo, se trasladan también a lo social. Ha crecido enormemente en este tiempo la indiferencia ante el sufrimiento de los demás, la naturalización de la injusticia, la aceptación cómoda de la discriminación, pareciera que nos falta conmovernos ante el dolor de los hermanos.
Este fin de semana se realiza en todo el país la Colecta Anual de Caritas. Debido a la situación que recién te describía, el lema nos llama a ir contra corriente: “Tu compromiso acorta distancias”.
Ante la indiferencia e indolencia: “compromiso”
Ante la brecha de la injusticia y la inequidad: “acortar distancias”.
La magnitud del desafío es tal que no se supera con “granitos de arena”, por más buena voluntad e intención que lo motive. No es que las ofrendas venidas de los pobres se desmerezcan; por el contrario, tienen un valor enorme. El problema es cuando la ofrenda de los ricos se parece demasiado a la de los pobres. La avaricia y el individualismo ahogan las mejores y más audaces nociones interiores.
¿Qué emprendimientos se sostienen con el dinero recaudado?
Huertas familiares que ayudan a generar una parte de los propios alimentos.
Talleres de capacitación laboral que brindan herramientas orientadas al trabajo.
Acompañamiento de pequeños emprendimientos que fomentan la cultura del trabajo.
Espacios de apoyo escolar para niños, niñas, adolescentes, que están quedando afuera del sistema escolar y registran graves retrasos en el aprendizaje.
Hogares para el tratamiento de adicciones.
Construcción y reparación de viviendas.
Asistencia alimentaria para intentar completar las deficiencias cotidianas, por medio de comedores, merenderos, entrega de mercadería.
Ayuda para medicamentos.
Como ves, hace falta tu compromiso y el de toda la sociedad para acortar distancias.
Para participar de esta iniciativa podés acercarte a alguna Parroquia o Capilla, o bien entrar en la página: www.caritassanjuan.org / http://caritassanjuan.org/quiero-donar
Esta es una oportunidad concreta para colaborar. Te estamos esperando.
Cuando nos hacen un regalo importante nos ponemos contentos. La Iglesia en San Juan se goza por la gracia que Dios nos concede de contar con otro Obispo Auxiliar. El padre Gustavo Manuel Larrazábal viene para estar al servicio de todos, y entrega la vida para que nos acerquemos con confianza a Jesús.
El Obispo es sucesor de los Apóstoles, y tiene como vocación y misión dar testimonio de la vida de Jesús Resucitado. Compartirá con nosotros la alegría del Evangelio, Buena Noticia para todos los tiempos y todas las culturas, para las diversas condiciones de vida. Especialmente para los pobres, los que sufren, para quienes se sienten y están abandonados en las periferias geográficas o existenciales.
Recibimos a este enviado de Dios con el corazón y los brazos abiertos, dispuestos a seguir haciendo el camino juntos, porque “Somos un Pueblo que camina, anuncia y sirve”.
Mañana se cumple un nuevo aniversario de la fundación de San Juan. Pidamos a Dios que nos ayude a crecer en fraternidad.
(*) Arzobispo de San Juan de Cuyo (Argentina) y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)