El Banco de Mauá (Tercera parte)
La sucursal del banco ?establecida en Gualeguaychú a mediados de 1864 y por entonces única casa bancaria? empezó a sufrir problemas financieros a principios de 1865; ellos provocaron una reacción dentro de nuestra comunidad.
Lo sucedido en Montevideo
La decisión de la entidad de no pagar a la vista se tomó al amparo de lo sucedido en Montevideo, donde el 7 de enero el presidente de la vecina república, don Atanasio Cruz Aguirre, dictó un decreto por el cual los Bancos de Emisión y Descuentos Mauá, que tenína la casa central en esa ciudad, y el Banco Comercial debían conceder al Estado un empréstito forzoso. Obligado el Banco Mauá a otorgar este empréstito (la suma ascendió a $500.000) el Estado uruguayo ?como compensación? releva a la institución del compromiso de satisfacer a la vista las notas bancarias que se libraban, las cuales hasta el momento eran recibidas como moneda confiable y circulante, y se les otorga carácter de curso legal. De un plumazo, los billetes del banco dejan de ser convertibles y pierden la seguridad que brindaba la vigencia del patrón oro.
La entidad, liberada de la obligación de convertir las notas en metálico, en lugar de rechazar el ofrecimiento y de seguir cumpliendo los compromisos con su clientela, guarda silencio, no hace ninguna declaración ni renuncia a esa facultad tan arbitraria e inmoral, y aprovecha la disposición del Gobierno uruguayo.
En la República Oriental estaban la casa central y varias sucursales, y en ellas hubo reacciones de distinto tipo y hasta contradictorias. Es ejemplar lo que resolviera la Sucursal Mercedes (R.O.U.) ?ubicada a pocos kilómetros de Gualeguaychú? que de inmediato, el 13 de enero de 1865, dicta un comunicado en el que hace pública su decisión de continuar convirtiendo en oro las notas de esa casa que tuvieran el timbre de Mercedes, sin aprovecharse de los derechos emanados del citado decreto. El barón de Mauá había comprado en Mercedes una estancia de 160.000 hectáreas que convirtió en un modelo para la cría de animales.1 A cinco kilómetros de esa ciudad, erige “un palacio” en el que actualmente funciona un Museo.2
Por el contrario, la sucursal Paysandú ,después del decreto, no volvió a abrir sus puertas, ni a informar al pueblo. Por este motivo, el Jefe Político del Departamento decreta el embargo de los fondos del citado banco que pudieran están a bordo de la Escuadra Argentina. Además, el mismo día, 17 de enero, publica un edicto por el que emplaza al gerente del Banco Mauá y Cía. para que comparezca dentro de los quince días de la fecha de publicación del edicto, para cambiar las notas de emisión del banco según las disposiciones de la ley y para atender las demás obligaciones bajo apercibimientos legales.3
El año 1865
Fue un año particularmente muy difícil para el banco. En primer lugar, por el empréstito forzoso al que se viera obligado y al que nos referimos ut-supra y, también, porque le falló un proyecto de fusión que tenía con una entidad bancaria de Inglaterra.
En el segundo número del periódico La Democracia de 1865, el Banco Mauá publica un aviso donde informa sobre los intereses que paga por los saldos acreedores que tiene y por los saldos a favor de los depositantes en cuentas corrientes. Para quienes decidan colocar sus fondos a plazo fijo se convendría el interés.4
Este aviso, al igual que otros publicados en el mismo periódico en el mes de marzo, aparentan el funcionamiento normal de esa entidad bancaria. Por ejemplo, el 5 de marzo de 18655 se reitera un aviso del año anterior donde puede leerse: “…desde el día de la fecha establecemos en Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos una sucursal de este Banco cuya gestión está confiada al Sr. D. Francisco Fernández Blanco, completamente autorizado al efecto. Dicha sucursal emitirá los billetes de este banco que llevará un sello especial”. La publicación está fechada en Rosario el 1º de julio de 1864 y lo suscribe el Sr. J. Da Rocha por el Banco Mauá
Quiebra del Banco Mauá
En 1868 quebró el Banco de Mauá, que había sido el primero del Uruguay, fundado en 1856 por Irineo Evangelista de Souza.. Los bancos privados autorizados por el Gobierno emitían sus propios billetes de acuerdo con el nivel de sus reservas en oro y plata según una proporción legalmente estipulada. Eran tiempos del bimetalismo y de la convertibilidad del papel moneda.
Por otra parte, el crónico déficit fiscal del estado se enjugaba solicitando préstamos a los bancos de plaza, a cambio de títulos de deuda pública. Pero la base metálica que respaldaba la emisión circulante se iba erosionando.
Para efectivizar estos préstamos, las entidades que accedían al pedido sobreemitían, es decir, emitían papel moneda aun sin que las reservas en oro aumentasen. O, como sucedió desde 1867, sin que bajasen. El Banco Mauá fue el más comprometido en esta práctica.
El 21 de enero de 1869, el gobierno uruguayo dictó un decreto por el que anuló la disposición que autorizaba a los bancos a emitir siempre que pudieran garantizar la emisión con valores. Solo lo permitió con garantía o plata. Los depositantes se alarmaron y se produjo una corrida bancaria que duró veinte días. El Banco Mauá agotó sus recursos, cerró sus puertas el 11 de febrero de 1869 y entró en liquidación.6
Desconocemos la fecha en que dejó de operar en Gualeguaychú, pero el 11 de noviembre de 1866 abrió sus puertas el Banco José Benítez e hijos, que será el tema de nuestra próxima entrega.
1 Rato de Sambucetti, Irene, Urquiza y Mauá, Buenos Aires Edic. Macchi, 1999.
2 La Democracia, Año III, N° 307, 22 de enero de 1865, Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
3 ibid.
4 La Democracia, Año III, Nº 299, 4 de enero de 1865, Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
5 La Democracia, Año III, Nº 323, 5 de marzo de 1865, Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
6 Rato de Sambuccetti, Urquiza y Mauá, El MERCOSUR del siglo XIX, Buenos Aires, Ediciones Macchi, 1999,
p. 293.
Por Hugo Daroca
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