Proponen que el 24 de marzo sea feriado inamovible en la provincia
Diputados del PJ – Frente Para la Victoria presentaron un proyecto de Ley para instituir el 24 de marzo como Día Provincial de la Memoria por la Verdad y la Justicia, con carácter de feriado provincial, no laborable e inamovible.
El proyecto es de autoría del diputado provincial Pedro Báez y lleva las firmas de los diputados Leticia Angerosa, Emilce Pross, Juan José Bahillo, Gustavo Guzman y Gustavo Osuna.
En sus fundamentos, la iniciativa recuerda: “En el mes de enero del corriente año, el Presidente de la Nación dictó el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 52/2017 que convertía en ´feriado movible´ al Día Nacional de la Memoria, y explica que ´sólo luego de la masiva resistencia y el hondo repudio social que provocó esa medida presidencial, se dio marcha atrás´”.
En ese sentido, “el feriado del 24 de marzo, instituido como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, refleja formalmente lo que está inamovible en la memoria de nuestro pueblo, en la doble función de repudio al golpe de Estado y las prácticas de lesa humanidad, como de reivindicación de las víctimas y sus proyectos democráticos y emancipatorios”, sostiene.
“La memoria del 24 de marzo está muy lejos de ser una efeméride de almanaque. Es producto de una práctica colectiva jalonada en la lucha popular. Es inamovible en la conciencia y memoria de nuestra comunidad democrática y como tal debe ser reflejado institucionalmente”, afirma el autor.
“Sobre esto opera una divisoria no opinable: el golpe de Estado es un hecho repudiable en toda conciencia cívica y las cavilaciones de cualquier índole respecto al mismo coloca a quien las realiza en el campo antidemocrático, que es el campo propio del golpe de Estado”, agrega.
En otro orden, la iniciativa dice que “la memoria histórica no es una mera mirada al pasado colectivo”, sino “ante todo, un ejercicio, una práctica política que desde el pasado nos posiciona respecto del futuro, de lo que como comunidad aspiramos construir como proyecto colectivo en relación a lo que fuimos y somos como Nación”.
También faculta al poder ejecutivo provincial a “incluir en los respectivos calendarios escolares, fiestas, programas y jornadas que se desarrollen en la provincia, contenidos alusivos al Día Provincial de la Memoria por la Verdad y la Justicia tendientes a consolidar la memoria colectiva de la sociedad, la defensa permanente del Estado de derecho, la plena vigencia de los derechos humanos y del sistema democrático”.
En su fundamentación, el proyecto señala que “el ejercicio de la memoria histórica es siempre un terreno de disputa atravesado por lógicas de poder” y que prueba de ello es que las dictaduras intentaron “borrar de la memoria popular los hitos que configuran identitariamente nuestra comunidad y a la vez de legitimar desde la desmemoria la relación de poder instituida tácticamente”.
“Así como decimos que la memoria histórica es ante todo una práctica política, podemos sostener que la desmemoria también lo es y como tales, ambas sirven a intereses encontrados”, expresan los fundamentos.
“El pueblo argentino constituyó el 24 de marzo como un hito en su práctica de lucha por construir una sociedad justa, democrática, libre, desde la conciencia autónoma de su propia historia y por lo tanto de repudio al golpe de Estado y reivindicación del proyecto de emancipación nacional que encarnaban las víctimas del mismo”.
Para finalizar, el proyecto sostiene que “es imperioso que ese repudio del golpe del 24 de marzo de 1976 y reivindicación de las víctimas y sus utopías que se construyó en las calles a través de la lucha popular, se preserve como feriado institucionalmente, no como fiesta sino como un momento más del ejercicio de la memoria histórica”.
En sus fundamentos, la iniciativa recuerda: “En el mes de enero del corriente año, el Presidente de la Nación dictó el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 52/2017 que convertía en ´feriado movible´ al Día Nacional de la Memoria, y explica que ´sólo luego de la masiva resistencia y el hondo repudio social que provocó esa medida presidencial, se dio marcha atrás´”.
En ese sentido, “el feriado del 24 de marzo, instituido como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, refleja formalmente lo que está inamovible en la memoria de nuestro pueblo, en la doble función de repudio al golpe de Estado y las prácticas de lesa humanidad, como de reivindicación de las víctimas y sus proyectos democráticos y emancipatorios”, sostiene.
“La memoria del 24 de marzo está muy lejos de ser una efeméride de almanaque. Es producto de una práctica colectiva jalonada en la lucha popular. Es inamovible en la conciencia y memoria de nuestra comunidad democrática y como tal debe ser reflejado institucionalmente”, afirma el autor.
“Sobre esto opera una divisoria no opinable: el golpe de Estado es un hecho repudiable en toda conciencia cívica y las cavilaciones de cualquier índole respecto al mismo coloca a quien las realiza en el campo antidemocrático, que es el campo propio del golpe de Estado”, agrega.
En otro orden, la iniciativa dice que “la memoria histórica no es una mera mirada al pasado colectivo”, sino “ante todo, un ejercicio, una práctica política que desde el pasado nos posiciona respecto del futuro, de lo que como comunidad aspiramos construir como proyecto colectivo en relación a lo que fuimos y somos como Nación”.
También faculta al poder ejecutivo provincial a “incluir en los respectivos calendarios escolares, fiestas, programas y jornadas que se desarrollen en la provincia, contenidos alusivos al Día Provincial de la Memoria por la Verdad y la Justicia tendientes a consolidar la memoria colectiva de la sociedad, la defensa permanente del Estado de derecho, la plena vigencia de los derechos humanos y del sistema democrático”.
En su fundamentación, el proyecto señala que “el ejercicio de la memoria histórica es siempre un terreno de disputa atravesado por lógicas de poder” y que prueba de ello es que las dictaduras intentaron “borrar de la memoria popular los hitos que configuran identitariamente nuestra comunidad y a la vez de legitimar desde la desmemoria la relación de poder instituida tácticamente”.
“Así como decimos que la memoria histórica es ante todo una práctica política, podemos sostener que la desmemoria también lo es y como tales, ambas sirven a intereses encontrados”, expresan los fundamentos.
“El pueblo argentino constituyó el 24 de marzo como un hito en su práctica de lucha por construir una sociedad justa, democrática, libre, desde la conciencia autónoma de su propia historia y por lo tanto de repudio al golpe de Estado y reivindicación del proyecto de emancipación nacional que encarnaban las víctimas del mismo”.
Para finalizar, el proyecto sostiene que “es imperioso que ese repudio del golpe del 24 de marzo de 1976 y reivindicación de las víctimas y sus utopías que se construyó en las calles a través de la lucha popular, se preserve como feriado institucionalmente, no como fiesta sino como un momento más del ejercicio de la memoria histórica”.
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