UP2
Siguen investigando en torno al robo de armas y el intento de fuga
Continúa la etapa investigativa en torno a los recientes hechos ocurridos en la Unidad Penal 2 “General Francisco Ramírez” de nuestra ciudad, el último de ellos en la madrugada del domingo último, cuando tres internos intentaron fugar y mantuvieron un intercambio de disparos con el personal de la guardia del muro del lado sur, que había detectado el intento.
El otro hecho que ha conmocionado al Servicio Penitenciario en las últimas semanas es el robo de cuatro pistolas Browning 9. mm, desaparecidas de un armero bien custodiado en el sector de la Guardia del Penal de máxima seguridad.
En relación con el intento de fuga, como informáramos ello sucedió alrededor de las 4, cuando los tres internos (Luciano Fretes –involucrado en el asalto a una estancia en Costa Uruguay Sur, en 2004-, Gustavo Rebolloso y Oscar Godoy) intentaron escapar luego de cortar una reja y consiguieron salir al sector donde está el tanque cisterna y de allí al patio.
Pero los guardias observaron los movimientos y lograron frustrar el intento de escape de los reclusos, que están cumpliendo largas condenas por graves delitos. Al menos un arma de fuego –se asegura que calibre 9 mm., robada a la Policía provincial- fue utilizada por los internos. Uno de los internos sufrió una lesión en una de sus rodillas, producto de la caída.
La desaparición de las pistolas derivó en el casi inmediato relevo del director, subprefecto Marcelo Villaverde y del 2do a cargo, subprefecto Alejandro Miotti, y la designación del alcaide mayor Juan Santiago García al frente del Penal, quien es secundado por el alcaide mayor Hugo Ezpeleta.
Lo sucedido el domingo en la madrugada ha significado un duro golpe para las autoridades penitenciarias, tal como lo reconoció el propio García al manifestar que eso es lo peor que le tocó vivir en sus 17 años de carrera.
El director de la UP2 señaló que se están estudiando todas las hipótesis en relación con lo sucedido pero que “hay que hacer una investigación profunda para poder determinar y subsanar los errores cometidos en materia de seguridad”.
No hay que olvidar que el arma en manos de los presos de alguna forma llegó al interior del Penal de máxima seguridad de Entre Ríos, donde no se cuenta con detectores de metales ni otros elementos técnicos como cámaras de filmación de ayuda en el sector de acceso al mismo, lo que sí habrá de tener la cárcel de Paraná, que es de mediana seguridad.
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