.
Migraciones: Recurren a un amparo ante la Justicia para que una familia se encuentre con sus seres queridos
Una mujer y su hija menor de edad de origen uruguaya y de escasos recursos, reside en Pueblo General Belgrano desde hace catorce años.
En septiembre pasado debió viajar de urgencia hasta Montevideo para acompañar a sus seres queridos a raíz del fallecimiento de un familiar. Ahora intentó regresar a su hogar, pero Migraciones en el puente internacional General San Martín se lo impide y le exige que presente el estudio PCR negativo y un seguro de Covid-19. Desde entonces, se encuentra varada en el vecino país.
Esta historia es seguida de cerca por el ex juez Eduardo García Jurado, quien explicó a EL ARGENTINO que se trata de una familia humilde y que carece de los recursos para afrontar los 30 mil pesos que se requieren para cumplir con los requisitos que exigen las autoridades de Migraciones en Argentina.
Conocedor de las formalidades legales que deben ser satisfechas, García Jurado reconoció que esta señora no tiene la residencia provisoria otorgada, aunque inició ese trámite en marzo pasado, antes de la pandemia por el coronavirus.
“El expediente está paralizado por el contexto de la pandemia que vivimos en el país. Pero, del mismo modo hay que tener presente que su hija –que tiene 10 años- está matriculada en la escuela de Pueblo General Belgrano, y ni aun con esa constancia el Consulado argentino en Montevideo ni el de Fray Bentos se han conmovido”.
Mientras, su esposo y padre de la niña, se encuentra en Pueblo General Belgrano esperando su llegada.
Medida de amparo
En ese contexto, García Jurado confío a EL ARGENTINO que el 16 de diciembre presentó un amparo ante el juez Federal de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy, Hernán Viri y ante la fiscal Federal Josefina Minatta y ante el defensor oficial Iván Gueler.
En el escrito, además de sus datos personales (como es de estilo), García Jurado funda la presentación por razones humanitarias.
De esa forma solicita la “inmediata intervención” de la Justicia Federal para que la niña y su madre “sean autorizados a regresar en forma urgente a nuestro país”, provenientes de la República Oriental del Uruguay.
Acto seguido, adjunta una serie de documentación como la exposición policial realizada por el padre y pareja conviviente de ambas personas, además de la certificación de la directora del Centro de Atención Primaria de la Salud de Pueblo General Belgrano, doctora Andrea Frutos.
“Razones de equidad, basados en principios y valores irrenunciables, enunciados en normativa nacional y universal, imponen a la justicia competente hacer cesar de inmediato la afectación de Derechos Humanos que causan la aplicación fría e injusta de las disposiciones migratorias argentinas”, resaltó García Jurado en su presentación.
“No existe otro medio casi expeditivo para hacer cesar el perjuicio a la unión familiar, la educación (la niña asiste a la Escuela de Educación primaria “Infantería de Marina” de Pueblo General Belgrano) y la salud psíquica de la niña y su familia”, advirtió.
“Como reza la exposición policial, ambos afectados iniciaron trámite en el sistema RADEX, en marzo de 2020. Por razones de pandemia, el trámite se encuentra paralizado, y ahora su regreso al hogar se ve impedida por la Dirección Nacional de Migraciones de Argentina, al exigir tres requisitos insuperables para quienes son asistidos alimentariamente por acción social de Pueblo General Belgrano, en donde viven y residen”, contextualizó en el amparo presentado al Juzgado Federal.
Así, peticionó que se “ordene a la Dirección Nacional de Migraciones la inmediata autorización de ingreso –sin los tres requisitos de imposible e innecesario cumplimiento, de la menor y de su madre, ambas de nacionalidad uruguaya”.
Por último, García Jurado se mostró esperanzado al entender que las razones humanitarias deben prevalecer para una familia que tiene derechos vulnerados y una situación social apremiante. En ese marco, también reflexionó que no hay mejor política de migración que el de fortalecer los lazos familiares y el Estado debería ser el primer interesado en colaborar con el reagrupamiento familiar.