Gualeguaychú: continúa el juicio contra el hombre acusado de abuso sexual

En el auditorio de la Caja de Jubilaciones municipal, Mitre 34, entra en la última etapa el juicio con jurado popular al que está sometido GM, un integrante de la Prefectura Naval Argentina  de 30 años de edad, acusado de los delitos de “Abuso sexual agravado y simple, con violencia de género”.

En los testimonios, se escucharon los aportados por quien es la segunda demandante y que fuera pareja del imputado, también lo hicieron dos peritos -picólogo  y psiquiátrico-, además de testigos que fueron aportados por la querella, entre ellos una hermana del acusado y madre de la víctima menor de edad al momento de la denuncia.

En este marco, durante un intervalo en la media mañana, el profesional defensor del imputado GM, el abogado Raúl Jurado, expresó a la prensa que "mi defendido dejó todo en claro en su testimonial   durante tres horas" y agregó que "se está produciendo la prueba de Fiscalía y yo he citado cinco testigos que depende del juez que declaren ".

"La estrategia de la defensa, como todos los casos que yo defiendo, es por la verdad. Esa verdad significa ir por la absolución" y en tono polémico agregó que "las denuncias de abuso sexual están de moda en el ámbito judicial y se acusa a inocentes. Siempre digo que debemos tener pruebas acabadas para fijar una pena en este tipo de juicios", señaló al portal de noticias R2820.

Pero el doctor Jurado cuestionó también a los peritos judiciales en causas de abuso, al manifestar que “vienen, se sientan y siempre dicen lo mismo, que nunca mienten las víctimas, que siempre son pobrecitas, que tienen post traumático…cuando por lo general la acusación tiene que probar los hechos que invoca”.

Respecto a los testigos que presentó dijo que son cinco. “La Fiscalía tiene más porque convoca siempre a los peritos judiciales. Si seguimos así vamos a tener que cerrar el Poder Judicial, que no exista más, porque los peritos judiciales que les paga el gobierno el sueldo y trabajan para el Poder judicial, vienen, se sientan y siempre dicen lo mismo, que nunca mienten las víctimas, que siempre son pobrecitas, que tienen post traumático…cuando por lo general la acusación tiene que probar los hechos que invoca”.

Consideró asimismo que “yo sé que es algo difícil, pero que trabaje la Fiscalía con más esfuerzo, y que se eduque más para aquellos que son abusados para que puedan hablar, para que no sean víctimas sexuales y puedan hablar, y si lo hacen no tengan los miedos que dicen algunos que tienen. Pero no por eso podemos cargar una condena a un inocente. Por el solo hecho que queremos dar respuesta al público desde la justicia por delitos que están de moda, porque abusos siempre existieron. Yo los condeno, pero para dar a luz que la Justicia trabaja y condena, condenan a un inocente. Yo tengo condenados a inocentes, casos donde post juicio lo han dicho las que dijeron ser víctimas. ¿Por qué vamos a condenar a un inocente? Yo que tengo hijos varones, desde que está esto de moda, les he inculcado todo el tiempo: ojo, ojo, ojo con las mujeres…”.

“Yo creo que esto es una moda judicial, y cuando la moda está, el derecho se arruina. Se aprovecha la moda para hacer denuncias que no son ciertas”, agregó.

Más aún, indicó el abogado Jurado que “he tenido casos donde el motivo es que son descubiertas en una relación que no corresponde, por ejemplo una chica con la pareja de la madre. Lo que hace estallar es que cuando es descubierta o hace algún comentario sobre esa relación, lo convierte en abuso, incluso para justificarse ella plenamente”. En el mismo sentido, Jurado subrayó que “debemos tener pruebas ciertas y acabadas, no podemos condenar por las dudas”.

Para este viernes, se tiene previsto escuchar los alegatos de la Fiscalía y querella representada por el doctor Lisandro Beherán y por la Defensa del doctor  Jurado. Luego los integrantes del jurado deberán llegar a una resolución por unanimidad de culpable o no culpable. En caso de ser condenado, el juez técnico Mauricio Derudi deberá fijar el monto de la pena que, tal como lo establece el Código Penal, para estos delitos es de reclusión de entre 8 y 20 años.