Casación confirmó la condena por corrupción de menores contra Broggi
La Cámara de Casación Penal confirmó ayer al mediodía la sentencia dictada el 22 de diciembre de 2016 contra el ex director de Cultura de la Municipalidad de Urdinarrain, Javier Broggi, por el cual se lo condenó a 14 años de prisión por el delito de corrupción agravada de menores.
La Cámara de Casación Penal está integrada por los jueces Marcela Badano, Hugo Perotti y Marcela Davite, y en principio iban a escuchar a las partes el 5 de diciembre pasado, pero se pospuso para el 11. Luego de recepcionar los argumentos de los defensores Rubén Gallardo e Ignacio Fernández, la Cámara pasó a un cuarto intermedio para deliberar con fecha límite el 14 de febrero; pero ayer al mediodía comunicó la decisión, que es coincidente con la que condenó el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy que juzgó a Broggi en primera instancia y que estuvo integrado por los jueces Alicia Vivian, Alberto Seró y Mariano Martínez.
Este caso tomó estado público gracias a una investigación de la revista Análisis publicada en diciembre de 2013, cuando el periodista Daniel Enz contó la escalofriante historia de perversión y abusos, que hasta entonces era como un “secreto a voces” en Urdinarrain. Luego vino la acción de la Justicia y exactamente tres años después se conoció la sentencia que ayer se confirmó en Casación, y que se presenta como un signo de esperanza en la construcción de una sociedad mejor y en un acto de justicia para las víctimas y sus seres queridos.
Pero también esto fue posible a la labor de la ONG “Con los gurises no”, que siempre tuvo como objetivo articular acciones para acrecentar la conciencia en materia de prevención y evitar la impunidad.
La labor del Ministerio Público Fiscal también fue indispensable. En ese marco, el fiscal N° 3 Martín Gil y el fiscal general coordinador, Lisandro Béhéran, como la querella que asumió la doctora María Estela Esnaola, cumplieron un rol indispensable para que se haga justicia y las víctimas consoliden su redención al superar el infierno que debieron vivir bajo las garras de Broggi.
En las páginas de EL ARGENTINO está registrado ese momento: el 22 de diciembre de 2016, exactamente a las 9:20, la doctora Vivian (quien presidió el Tribunal) procedió a dar lectura del adelanto de veredicto, por el cual condenó a Broggi “a la pena de catorce años de prisión, con más las accesorias legales, como autor penalmente responsable del delito de corrupción de menores (en la modalidad promoción) agravada por haberse cometido mediante engaños, en concurso real en dos hechos”.
Los hechos
El juicio contra Broggi se centró en dos hechos de corrupción de menores. El primero tuvo como víctima a un menor de 16 años y se registró durante 2002-2003 y la segunda víctima tenía 17 años y se registró en al menos cuatro oportunidades durante 2003.
En ambos casos, el método perverso fue el mismo: aprovechando la situación de ser funcionario público -contratado- encargado del asesoramiento y coordinación de actividades culturales y turísticas de la Municipalidad de Urdinarrain, y valiéndose de engaños para montar una escena en la cual ofrecía la realización de sesiones de fotografías para distintos eventos que pudieran ser de interés para la ocasional víctima, canalizaba sus perversiones.
Esta situación fue reiterada en el tiempo y en el espacio (en edificios públicos como el Museo y la Estación de Urdinarrain y en su domicilio particular) y ha tenido una influencia que afectó el libre crecimiento y desarrollo psico-sexual de las víctimas.
Fue gracias al testimonio valiente de las víctimas y de los testigos, que se conoció la estrategia de acercamiento que utilizaba Broggi para captar a los menores.
La más usual era ganarse la absoluta confianza de la familia, al punto de que todos lo consideraron como un miembro influyente. El siguiente paso fue desplegar cierto encanto y se mostró por mucho tiempo como atento y servicial, mientras exigía a sus víctimas cierta relación de exclusividad para finalmente tener una posición dominante. A eso le siguió acciones de manipulación, acentuando los puntos débiles de sus víctimas y en otros casos incluso su vulnerabilidad.
Finalmente, se mostró controlador y reincidente en su conducta, por eso se habla de casi cuarenta víctimas, aunque solamente dos estuvieron en condiciones de denunciarlo.
La propia jueza Vivian expresó al momento del adelanto de veredicto aquel 22 de diciembre de 2016: “Las declaraciones y el plexo probatorio analizado, ha permitido al Tribunal entender que se acreditaron todas y cada una de las presunciones fácticas que componen el planteo de Fiscalía. Por ende, los hechos existieron de la manera y en las condiciones de tiempo, modo y lugar”.
Leonardo Mussi –una de las víctimas de Broggi-, cuando se acercó a agradecer a la fiscalía y a la querella por la labor desplegada, expresó a EL ARGENTINO: “Hoy Urdinarrain es un lugar más seguro para los niños” y emocionado concluyó que “recomiendo acudir a la Justicia, porque es útil y sanador para la sociedad”.
Por Nahuel Maciel
EL ARGENTINO
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