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Los gastronómicos y hoteleros se suman al pago del aguinaldo en cuotas
Las PyMES turísticas de la ciudad, casi no trabajan por la falta de dinero entre sus clientes durante la pandemia.
Como ya lo anunciara el Centro Comercial e Industrial de la ciudad, en la que cada empleador negociará con sus empleados la forma de pago del sueldo anual complementario, el sector gastronómico y hotelero de la ciudad también adoptará esta medida de pagar el aguinaldo en cuotas a sus trabajadores.
Se estima que hay alrededor de 250 emprendimientos entre hoteles, para hoteleros, restaurantes y bares en la ciudad, que estuvieron cerrados desde el 20 de marzo al 30 de mayo, cuando algunos pudieron reabrir tras la decisión del COES provincial y municipal.
En el transcurso del primer mes de su reapertura, la caída en sus ventas fue pronunciada, y como en muchos rubros no pueden ni siquiera pagar sus costos operativos, con la venta delivery y en la atención de los pocos comensales que asisten a los restaurantes.
Los pocos hoteles que están abiertos, tampoco lograron trabajar al menos para hacer caja y no seguir endeudándose.
La realidad que angustia al rubro gastronómico y hoteleros de la ciudad, no escapa a lo que se vive en todos los centros turísticos del país.
Es por eso que representantes del sector hotelero y gastronómico de todo el país se autoconvocaron para reclamar un mayor apoyo del Estado y la urgente sanción de una Ley de Emergencia Nacional, culminando esa convocatoria en una jornada nacional de visibilización, que comenzó ayer, en medio de la profunda crisis que atraviesa el sector a causa de la pandemia generada por el Covid-19 y el consecuente aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por las autoridades nacionales.
Tras más de cien días sin poder trabajar, entre las principales medidas que el sector le reclaman al Estado Nacional se destacan la aplicación para toda la actividad sin distinciones del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) hasta que se restablezca el funcionamiento normal del sector, exenciones impositivas y de tasas municipales, créditos a tasa cero y flexibles para capital de trabajo, eliminación de cargos fijos abusivos en las facturas de servicios públicos, reducción del IVA en los servicios hoteleros y gastronómicos prestados a los consumidores para reactivar al sector, medidas de incentivo al turismo nacional, entre otras.
“El sector está en emergencia. Nuestras empresas dependen en su mayor parte de una actividad que hoy está legalmente prohibida, el turismo, y que no se recuperará rápidamente. El país tiene sus fronteras cerradas y las provincias y municipios impiden la entrada de personas a sus territorios.
Nuestros hoteles están cerrados y los establecimientos gastronómicos también desde hace más de cien días y sin poder avizorar por cuánto tiempo más, previendo que la actividad turística no se reactivara este año. Son estas particularidades las que nos hacen pedir al Poder Legislativo que sancione una ley acorde a nuestro panorama crítico.
En el Congreso, hay varios proyectos, pero la realidad es que no se termina de generar una ley, mientras tanto el sector sigue agonizando pese a ser estratégico para la Argentina: somos el tercer sector exportador de bienes y servicios y damos trabajo a 650.000 personas. Somos un factor en el cual se tiene que hacer foco para la reactivación futura del país”, señaló la presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), Graciela Fresno.
“De persistir esta situación, se prevé que el 65% de los establecimientos hoteleros irán al cierre definitivo de sus hoteles. Y un 75% dice lo mismo en el ámbito gastronómico. Comprendemos las medidas sanitarias que se toman y las apoyamos, nada hay superior a la vida humana, pero también estamos convencidos que, junto a la vida humana, debe preservarse la vida de las empresas para que al final de esta pandemia puedan seguir dando trabajo y contribuyendo al crecimiento de la economía del país. Deben hacerse eco del problema que está teniendo el sector y generar los instrumentos necesarios para que podamos subsistir y seguir siendo parte de una política de Estado vinculada al Turismo. No hay turismo sin hotelería, ni turismo sin gastronomía, y deben hacerlo ahora antes que mueran las empresas”, señaló Graciela Fresno.