Kamarr y Papelitos confeccionaron diez mil barbijos y van por ochenta mil, en idea conjunta de ayudar

 En Gualeguaychú mucha gente se ha dispuesto a confeccionar barbijos durante la cuarentena.

 

Un caso que surgió fue el de las comparsas Kamarr y Papelitos, mencionadas por orden alfabético para evitar enojos.

Dejando las bromas de lado, es una idea conjunta de los directivos de ambas comparsas, cada una con una gran cantidad de buenas costureras.

Como no podían trabajar en los talleres, pidieron a sus costureras si querían hacer el trabajo en sus casas, y ellas accedieron.

Se pidieron las especificaciones al área de salud del municipio, que les envió un tutorial para hacer barbijos. Y para la compra del material, la friselina de 80 gramos, cada comparsa aportó el que tenía y se recibieron donaciones de particulares y de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos.

Con el material disponible se confeccionaron diez mil barbijos en la primera semana de trabajo,  y se entregaron al Centro de salud Patico Daneri (ex dispensario de Lactantes) y a la Secretaria de Desarrollo Social y Salud, de Luis N Palma 691 para su distribución. 

Al ver que el método de trabajo estaba aceitado, decidieron hacer más barbijos: 80 mil, que también serán distribuidos entre personal de salud y de fuerzas de seguridad.

Para lograr donaciones, la gente de Papelitos encargó a Juane Villagra (Diseñador gráfico y Director de la comparsa) la realización de una placa que viralizaron en las redes y así comenzaron a recibir los aportes que se fueron depositando a un proveedor local.

Y por ella se comunicó con los directivos de Papelitos una persona que realiza bolsas de este material para exportar, ofreciéndoles 7 mil metros de la tela, que estarán llegando hoy a Gualeguaychú.

Jorge Lonardi, Presidente de Juventud Unida, dijo ayer desde su casa, donde junto a su esposa cosían barbijos, “mucha gente está haciendo barbijos en sus casas, entre socios, amigos, hinchas, etc.”

Y agregó la disposición para seguir colaborando si fuera necesario, porque también se requieren camisolines, botas, cofias…

“Pero el barbijo es más sencillo. Hasta yo puedo hacerlo”, dijo Lonardi y esto fue dicho de manera literal, porque en su caso y con las explicaciones de su esposa, comenzó a coser a máquina con el propósito de confeccionarlos.

Al despedirse, agradeció el acompañamiento de quienes aportan dinero o trabajo con la intención   de colaborar, aunque para muchos esto pueda ser una manera  de pasar la cuarentena sintiéndose útil.