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Diario El Argentinoviernes 22 de noviembre de 2024
Información General

El Banco Maúa

El Banco Maúa

Primera parte Por Hugo Daroca


En agosto de 1861 se produce el cierre de la Sociedad de Cambios, Emisión y Descuentos por decisión del gobierno provincial. Gualeguaychú queda sin ninguna entidad bancaria, renace el atesoramiento de metales y de moneda metálica, convertidos en capitales ociosos, y escasea la moneda de cambio. Por eso, la apertura de la sucursal del Banco Mauá el 1º de julio de 1864, en la intersección de las calles Urquiza y Salta (hoy Seguí), fue recibida con gran beneplácito. Su propietario era el poderoso comerciante, industrial, banquero y diplomático brasileño don Ireneo Evangelista de Sousa, conocido como el “Conde Mauá”. Gran financista. “Su nombre es pronunciado en las cuatro partes del mundo; el propio héroe de Julio Verne, el de ‘La vuelta al mundo en ochenta días’, el imperturbable caballero Philips Foggs, tiene cuenta corriente en el Banco de Mauá”.1
 
Introducción
El banquero brasileño es designado por el emperador con el título nobiliario de barón por asistir financieramente a su gobierno y dar comienzo a la construcción de la primera red ferroviaria entre Río de Janeiro y Petrópolis. Años después, pasa a ser vizconde de Mauá por el tendido de una red submarina entre Europa y Brasil que le permitía al emperador comunicarse con el Papa y la reina de Inglaterra.
En 1851 arriba a Montevideo y por su actividad financiera se relaciona indirectamente con el general Urquiza, a quien le presta el dinero que el emperador le había prometido al firmarse la alianza entre las provincias de Entre Ríos, Corrientes y los estados de Brasil y Uruguay. El Comandante en Jefe del Ejército Grande recibió 400.000 pesos fuertes para esa campaña.
 
Acuerdo con la Confederación

En abril de 1856, el barón de Mauá dirigió una carta al Ministro de Hacienda de la Confederación y una copia de ella al general Urquiza, en la que invocaba la prioridad que le correspondía para instalar un banco y la obligación del Gobierno de mantener lo expresado en ley del 6 de julio de 1855.
El 28 de noviembre de 1857, llegó a Paraná para considerar la apertura de un banco y en solo cuarenta y ocho horas acordó con Urquiza un convenio, que fue aprobado por el Poder Legislativo. Por él se le otorgaba licencia para instalar en Rosario una entidad que se denominaría Banco Mauá y Cía. y otra en Buenos Aires, con facultad de acuñar monedas y emitir billetes hasta el triple de su encaje metálico y autorización para realizar todas las operaciones propias de un banco de depósitos y descuentos, más la de emisión monetaria. Se conviene, además, que el banco recibirá toda la recaudación nacional y sus deudores se considerarán deudores del estado.
 
Banco de Mauá y Cía.

El 2 de febrero de 1858, el Banco Mauá abrió sus puertas en Rosario. Se convierte en La primera entidad privada de la Confederación, creada en los momentos más difíciles para conseguir capitales destinados a emprendimientos financieros, con 800.000 pesos de capital, y la facultad de emitir billetes de circulación en todo el país, excluida la Prov. de Buenos Aires.
Su naturaleza jurídica es la de una sociedad en comandita por acciones. La responsabilidad del barón de Mauá como socio comanditado era ilimitada. En cambio, la de los socios comanditados tenía como límite el valor de las acciones aportadas.2 De inmediato pone en circulación sus propios billetes de 1/2, 1, 2 y 5 pesos, impresos de un solo lado, en Inglaterra, en papel de seda de excelente calidad, con la leyenda de su valor, cuya autenticidad estaba dada por la firma del gerente de sucursal. En esta existía una operación bancaria previa que justificaba su circulación.
El Banco Mauá fue atacado desde un principio por clientes y funcionarios que reclamaban que debía estar al servicio “incondicional” de su clientela. Eran los comerciantes quienes pretendían créditos por montos ilimitados sin análisis de su solvencia. Por el contrario, antes de otorgar crédito, el banco calificaba al solicitante: tenía en cuenta sus antecedentes y el rubro en que operaba, y también su patrimonio y la cuenta de ganancias y pérdidas, con especial análisis del índice de endeudamiento. La entidad brindaba un servicio, y por ello pretendía un rédito.
También criticaban que hubiera pocos billetes en circulación y pedían un aumento de la cantidad. Consideraban que debían aprovechar este privilegio, aunque los tenedores se servían poco de ellos. Continuaban usando la moneda metálica como circulante y solo lo utilizaban para maniobras de agio en Buenos Aires o Montevideo. El banco, que estaba limitado en la tasa de descuentos, no podía competir.3
La circulación de la moneda boliviana adulterada ?ampliamente aceptada por el comercio y la población? causaba otra dificultad para el Banco Mauá. Era muy difícil saber el metal que predominaba y la cantidad.4 La moneda boliviana entraba al país desde el año 1829 y durante medio siglo era falsificada.5 No obstante circulaba por su valor nominal, mayor que el intrínseco y terminó afectando a casi toda la plata que se acuñaba anualmente en la Casa Nacional de Moneda de Potosí, pero se mantuvo por el “señoraje” que obtenía el gobierno boliviano. El barón Mauá siempre se opuso a esta circulación y la negativa de la Confederación le ocasionó serios perjuicios.
Los especuladores cambiaban las onzas de oro que importaba el conde de Mauá por monedas bolivianas falsificadas que no tenían el valor indicado. Esta acuñación se hizo en Bolivia hasta fines del siglo XIX
La situación conflictiva que se vivía generó desacuerdo con el gobierno de la Confederación, que en octubre de 1860 le rescindió la concesión al Banco Mauá. No obstante, este no cerró y pasó a funcionar como sucursal de la casa central de Montevideo, y con sucursales en Paysandú, Salto y Mercedes de la R.O.U.
El 3 de septiembre de 1865, estableció en Rosario la primera Caja de Ahorros, lo que constituyó una notable labor social porque hasta ese momento los trabajadores no tenían dónde depositar sus reservas y ganar intereses.6
 
Se autoriza la instalación y el funcionamiento de los bancos privados

En 1863 el gobierno de la Confederación modificó su política bancaria y autorizó el funcionamiento de bancos particulares de emisión. De inmediato, aprovechando esa apertura legislativa, la Provincia de Entre Ríos y el Banco Mauá celebran un convenio para “el descuento de algunos créditos a favor del Gobierno provincial en billetes a 17 pesos por onza...”. En un decreto del 15 de noviembre de 1863,7 se concede autorización para que los billetes del Banco Mauá sean admitidos en pago de impuestos, y puedan ser descontados a la par en cualquier de los bancos “resellados para su circulación en esta Provincia” y señala que esta institución bancaria “muy pronto establecerá sucursales en esta Provincia”. Probablemente esta es la primera oportunidad en la que se habla del establecimiento de una sucursal en Gualeguaychú. Así se induce del informe que el Gobernador pasa al Contador General para la consideración de los créditos contratados.
Al año siguiente, encuadrada la entidad financiera dentro de las nuevas disposiciones legales vigentes, el Banco Mauá reinició sus emisiones de papel en valores de uno y dos pesos moneda boliviana. Algunas de estas piezas llevaban en el reverso un sello –atravesado– que decía “Gualeguaychú” para que circulase en esta ciudad entrerriana y en toda la provincia.
 
1 Besouchet Lidia, Mauá y su época, Buenos Aires, Talleres Gráficos Virtus, 1940, p. 119.
2 Rato de Sambucetti, Susana Irene, Urquiza y Mauá, Buenos Aires, Ediciones Macchi, 1999, p. 141.
3 ibid. p. 228.
4 Rato de Sambucetti, op. cit. supra, nota 2, p. 229.
5 El 10 de octubre de 1829, el presidente de Bolivia, mariscal don Andrés de Santa Cruz, dictó un decreto que ordenaba la reducción del contenido fino de las monedas bolivianas de plata de corte menor.
6 Ratto de Sambucetti, Susana Irene, Urquiza y Mauá –El MERCOSUR del siglo XIX”, p. 269.
7 R. de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Pcia. de Entre Ríos, t. VIII, pp. 639/40.


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