Uruguay en vilo tras la histórica aprobación bicameral del aborto
El Congreso uruguayo aprobó este martes un histórico proyecto de ley de Salud Sexual y Reproductiva que incluye la despenalización del aborto, en medio de amenazas de veto presidencial que ponen en riesgo su promulgación y duros cuestionamientos de la Iglesia católica.
El debate que desata enérgicas pasiones en el país sorteó en la jornada la instancia legislativa, aun cuando todavía no está a salvo de naufragio, en virtud de los reiterados anuncios de veto del presidente Tabaré Vázquez.
El texto fue sancionado en su totalidad en el Senado por 17 votos en 30, con las adhesiones de la coalición oficialista de izquierda, Frente Amplio, y pasará en las próximas horas al Poder Ejecutivo para su promulgación o eventual veda.
El proyecto había sido aprobado la semana pasada por la Cámara de Diputados con una modificación en un artículo, por lo que debió regresar al Senado, que ya lo había votado en noviembre de 2007.
La iniciativa admitida ahora por las dos Cámaras habilita a la mujer a "decidir la interrupción de su embarazo durante las 12 primeras semanas de gravidez" alegando situaciones de penuria económica, familiares o de edad.
Asimismo, contempla la interrupción por razones de salud, malformaciones o peligro de la vida de la madre.
"Que el Poder Legislativo haya votado una ley de esta naturaleza implica un gran avance, que posibilita comenzar a saldar una deuda con las mujeres uruguayas en materia de derechos sexuales y encarar con respaldo legal las políticas públicas",
subrayó a la AFP la senadora y cardióloga Mónica Xavier.
La legisladora calificó la aprobación como un "hito" habida cuenta que Uruguay "penaliza hace 70 años la práctica abortiva en todas sus hipótesis".
De su lado, Lilián Abracinskas, coordinadora de la Comisión Nacional de Seguimiento, Mujeres por Democracia, Equidad y Ciudadanía, dijo que se trata de "un logro histórico tras el cual apelamos a transitar por el camino más democrático, ya que si bien existe la potestad constitucional del veto, no parece ser la forma más democrática de saldar un debate de tal magnitud".
La Iglesia uruguaya, en cambio, reaccionó con "profundo malestar" luego de anunciar que quienes promuevan o voten una ley favorable al aborto incurren en "falta grave" y "rompen su vínculo con Cristo", mientras que aquellos que intervengan directamente en la interrupción del embarazo serán "excomulgados".
La aprobación en el Senado "es una noticia de lamentar, por lo que sólo queda esperar el cumplimiento de lo anunciado por el presidente Vázquez", indicó a la AFP el secretario de la Conferencia Episcopal del Uruguay, Luis del Castillo.
El sacerdote sostuvo que "autorizar el aborto de forma indiscriminada equivale a dar permiso a cualquier ciudadano a hacer justicia por mano propia, con lo cual se estaría
generalizando la pena de muerte, en un país cuya legislación no la consagra".
Bajo esta escenografía, coincidente con las primeras manifestaciones de activistas a favor y en contra de la legalización del aborto por las calles de Montevideo, el país
aguarda con indisimulado suspenso la posición que adopte el mandatario, de profesión oncólogo.
"La Ley de Salud Sexual y Reproductiva contiene elementos muy positivos que se deben rescatar, pero existen otros, con los que filosófica y biológicamente no estoy de acuerdo y por lo tanto serán vetados", aseveró Vázquez hace un año.
En tal caso, la Asamblea General requiere de una mayoría de 3/5 para levantar el veto.
Una reciente encuesta de la empresa Interconsult señala que el 57% de los uruguayos aprueba el aborto, 42% está en contra y 1% dice no tener posición sobre el particular.
Fuente: APF Digtial
Este contenido no está abierto a comentarios