Ricardo Lorenzetti: “La verdadera grieta es entre la sociedad y las instituciones”
Ricardo Lorenzetti, juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, brindó una conferencia en la Universidad Nacional de La Matanza en el marco de la presentación del proyecto “El Nuevo Enemigo: el colapso ambiental”, calificado por el magistrado como un movimiento en respuesta a la situación actual que marca “un fin de ciclo”.
“No hay posibilidad de que si seguimos en este camino logremos algo. Cada vez más incendios, derretimiento de los glaciares, aparecen enfermedades nuevas al mismo tiempo que la medicina avanza mucho. La vida se ha vuelto muy frágil. Vemos que hay miedo”, aseguró en la presentación. En esta línea destacó que “la vida cotidiana se ha vuelto difícil y mucho más en nuestro país. Todos tenemos la sensación de que el futuro será difícil”, señaló el magistrado.
“Somos la primera generación que tiene conciencia de la crisis y la única que la puede parar. Después de nosotros no hay otra, porque acá se viene el colapso”, dijo Lorenzetti, que asoció esta situación con una clase política que dejó de proponer procesos de cambios, según su lectura del escenario.
“Hace 30 o 40 años había grandes idealismos en las juventudes y en las políticas porque se creía en las teorías de desarrollo progresivo. Pero esto hoy pasó de moda, nadie cree que vamos a ir hacia un estadio superior. Más aún, yo creo que a nosotros lo que nos importa no es si vamos hacia la derecha o hacia la izquierda sino si vamos hacia arriba o hacia abajo. Hay una crisis muy fuerte, que es la verdadera grieta entre la sociedad y las instituciones. No es la grieta dentro de un sistema, es el sistema que no está funcionando frente a la sociedad que le reclama que funcione. Por eso hay una distancia y una grieta cada vez más grandes entre la sociedad y las instituciones”, dijo en su análisis político Lorenzetti.
El juez de la Corte Suprema de la Nación expuso su presentación en el aula magna de la Universidad Nacional de La Matanza. Allí, Lorenzetti estuvo acompañado por el rector, Daniel Eduardo Martínez.
El magistrado, a su vez, concluyó que la política “no propone transformar, propone ocupar”. En ese sentido, explicó: “La política se transformó en ocupación de espacios. Cuando uno llega ocupa el Ejecutivo, después necesita ocupar el Legislativo, después el Judicial, después un equipo de fútbol y así hasta que se termina el tiempo, viene otro y hace exactamente lo contrario”. En relación a esta conclusión, el juez habló de “vetocracia”, ya que hay más posibilidad de vetar que de transformar.
“No vamos a lograr resultados diferentes haciendo lo mismo. Si seguimos así vamos a empeorar la situación. Esto lo tiene entendido gran parte de la dirigencia global, y el gran aprendizaje fue con la pandemia, porque todos entendieron que el costo que generó la pandemia es mucho más alto que los beneficios que se logran al seguir así”.
Por eso, dijo Lorenzetti, “el cambio ya se está produciendo: está cambiando la sociedad”. El magistrado también se refirió a que es necesario que cambien las instituciones y el sistema: “Cualquier cosa que queramos hacer tiene que pasar por un grupo muy pequeño, que es el que define. El destino de un país no lo deciden más de 200 personas. Esto no va más, la gente no lo soporta. Es importante desarrollar el sistema legal y el sistema institucional conforme a las decisiones que va tomando la ciudadanía y no a la inversa. Tenemos una gran tendencia a dividir los problemas en función de las instituciones y no a la inversa”.
Lorenzetti continuó en esta línea: “Tenemos que organizar las instituciones como un sistema. Tenemos que revolucionar el país en materia institucional para hacer que funcione”.
A modo de cierre, el juez remarcó la necesidad de la existencia de un ‘nosotros’ que pueda hacerse cargo de solucionar la situación. “Si hay un nuevo enemigo, entonces nos unimos y no peleamos todos los días. En general los pueblos se unen cuando hay un nuevo enemigo. El mundo occidental se unió contra Hitler. Nosotros hoy tenemos un colapso que se viene, y un desencanto muy peligroso. Hagamos lo que dijo Churchill: luchar cada uno en su lugar y nunca rendirse. De eso se trata, luchemos todos, tengamos una identidad común, que haya un nosotros”.