TRAGEDIA EN LA CORDILLERA
Quiénes eran los tres andinistas argentinos, cuyos cuerpos fueron hallados en la Cordillera de Los Andes
Habían comenzado la expedición el 22 de noviembre. El objetivo era hacer la cumbre del cerro Marmolejo, un volcán de 6.108 metros de altura. El descenso estaba pautado para el jueves pasado, día en que se perdió la comunicación con ellos
Carabineros chilenos encontraron este lunes los cuerpos de los tres andinistas argentinos que permanecían desaparecidos en la Cordillera de la Andes chilena desde el 29 de noviembre. Entre ellos se encontraba el intendente de la localidad pampeana de General San Martín, Raúl Espir, el escribano Sergio Berardo y el experimentado guía de montañas mendocino Ignacio Javier Lucero.
La expedición comenzó el 22 de noviembre y tenía como objetivo hacer la cumbre del cerro Marmolejo, un volcán de 6.108 metros de altura. El descenso estaba pautado para el jueves pasado, día en que se perdió la comunicación con ellos y se iniciaron las tareas de rescate.
Según trascendió, tanto Espir como Lucero tenían experiencia en andinismo, mientras que el guía mendocino contaba con más de 30 años de trayectoria en el sector y realizó 46 ascensos al Aconcagua.
Según figura en su página web, Lucero escaló el Denali (Alaska), a 6.190 metros sobre el nivel del mar; hizo una expedición al Manaslu (Nepal), a 8.162 msnm; y subió el Mont Blanc, el pico más alto de la Unión Europea a 4805,59 msnm. Allí también se hace hincapié en su historia de superación personal, luego de sufrir un infarto en Nepal en 2011.
Lucero tenía 49 años y también es instructor nacional de andinismo y guía de trekking en cordillera. Realizó 62 expediciones al Aconcagua, además de decenas de experiencias en más de 20 picos superiores a los 4.500 metros en la Argentina. En Chile lleva hechas al menos seis expediciones, a lo que se suman travesías en países como España, India, Tanzania y Nepal.
En este último, Lucero volvió a nacer y su vida cambió para siempre. En 2011 sufrió un infarto masivo a 7.400 metros de altura en el monte Manaslu, en la cordillera del Himalaya. Pocos después, padeció un ACV y estuvo 20 días internado en un hospital asiático.
Para recuperar el habla y la marcha tuvo que hacer muchos años de rehabilitación; esto lo llevó a tener una depresión.
A Lucero lo rescató un perro mestizo callejero llamado “Oro”. Fue él quien lo acompañó en su recuperación y en algunas aventuras de montaña, incluidas travesías al Aconcagua. Finalmente, su mascota falleció a fines de 2020, cuando tenía 11 años, y fue enterrado en el Cementerio de Andinistas de Puente del Inca.
Lucero, por su parte, siguió contando su historia de vida en los medios y las redes. Incluso dio una charla TED.
El intendente Espir asumió su cargo en 2019 y consiguió su reelección este año, con el 63% de los votos. Pertenece a Juntos por el Cambio, tiene 55 años y antes de dedicarse a la política trabajaba como farmacéutico.
En su perfil de Facebook abundan las fotografías tomadas en diferentes expediciones de andinismo. Se lo ve posando, por ejemplo, en el cerro Domuyo, de Neuquén.
“Vamos Pa, en lo más profundo de mi corazón sé que estás haciendo todo para poder salir, que los 3 juntos van a salir. Te amamos”, escribió su hija Agostina en sus redes sociales, quien también agradeció el mensaje de la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, y pidió una cadena de oración para el pronto salvataje de su padre.
Sergio Daniel Berardo, en tanto, trabajaba como escribano en la ciudad pampeana. “Con Nacho ya hemos hecho seis expediciones, y vamos por más. Sus más de 40 cumbres en el Aconcagua lo dicen todo. Personalmente, me siento seguro transitando por la montaña con Nacho, porque desde los 13 años que sube montañas y su vasta experiencia y profesionalismo es el sello principal de su trabajo. Aparte, es un aventurero nato”, escribió en la web de la empresa de Lucero a modo de recomendación..
El cerro Marmolejo es un estratovolcán ubicado en la cordillera de los Andes, que se encuentra en la frontera entre Chile y Argentina, y su cumbre está a 6.108 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en el “seismil” más austral del mundo.