Gobierno y Techint acercan posiciones
En un nuevo gesto dirigido a descomprimir la tensión generada entre el Gobierno y el titular del grupo Techint, Paolo Rocca, el viceministro de Economía, Axel Kiciloff y la ministra de Industria, Débora Giorgi, visitaron ayer la planta que la compañía tiene en San Nicolás, acompañados por directivos de la firma.
La excusa para la visita de ambos funcionarios fue el seguimiento del plan de inversiones de 470 millones de dólares anunciado por la compañía Siderar, pero el objetivo político fue dar por terminado el cruce verbal.
El acercamiento tuvo un efecto inmediato: las acciones del grupo Siderar subieron 4,58 por ciento y apuntalaron una jornada positiva en la Bolsa de Comercio porteña donde el Merval cerró la rueda con un alza del 1,47 por ciento.
Los funcionarios y los ejecutivos de Techint compartieron un café con medialunas y luego iniciaron una recorrida por la planta, previa colocación de cascos de seguridad.
La visita se dio luego de una semana de un duro conflicto que protagonizó la presidenta Cristina Kirchner, con un fuerte cruce al titular de la Organización Techint, a raíz de supuestas críticas al modelo económico y a la falta de competitividad del país.
Rocca dio el primer gesto de acercamiento e intentó aclarar sus manifestaciones con una carta de tres carillas enviada a la Jefa de Estado, en la cual destacó el crecimiento industrial del país en los últimos años.
El primero en reaccionar fue el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, al cuestionar la posición dominante que tiene Techint en el mercado, mientras que Kiciloff fue más lejos y advirtió que desde el Gobierno lo podían "fundir" a Techint, bajando el precio de la chapa.
También el vicepresidente Amado Boudou se sumó al embate y a través de su cuenta de twitter sugirió que la intención de Rocca era la de bajar los salarios, en virtud de la queja de empresario por el elevado costo laboral del sector.
Sin embargo, toda la polémica parece ya cerrada con la visita de dos horas y media que realizaron los funcionarios, que fue posterior a la carta que también la presidenta le envió al titular de Techint durante el último fin de semana.
En la recorrida, los funcionarios y directivos de Techint pasaron revista al plan de inversiones destinado a la instalación de una nueva máquina de colada continua de planchones además de desembolsos en mantenimiento, infraestructura y sistemas.
Además de Kicillof y Giorgi estuvieron el subsecretario de Competitividad, Augusto Costa y el jefe de gabinete de Industria, Andrea Bovris mientras que los anfitriones fueron Daniel Novegill (CEO de Ternium) y Martín Berardi (director general).
El plan comprometido por la empresa a fines del año pasado proyecta inversiones por 470 millones de dólares, destinadas a aumentar su capacidad de producción y mejorar la logística de la planta.
El acercamiento tuvo un efecto inmediato: las acciones del grupo Siderar subieron 4,58 por ciento y apuntalaron una jornada positiva en la Bolsa de Comercio porteña donde el Merval cerró la rueda con un alza del 1,47 por ciento.
Los funcionarios y los ejecutivos de Techint compartieron un café con medialunas y luego iniciaron una recorrida por la planta, previa colocación de cascos de seguridad.
La visita se dio luego de una semana de un duro conflicto que protagonizó la presidenta Cristina Kirchner, con un fuerte cruce al titular de la Organización Techint, a raíz de supuestas críticas al modelo económico y a la falta de competitividad del país.
Rocca dio el primer gesto de acercamiento e intentó aclarar sus manifestaciones con una carta de tres carillas enviada a la Jefa de Estado, en la cual destacó el crecimiento industrial del país en los últimos años.
El primero en reaccionar fue el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, al cuestionar la posición dominante que tiene Techint en el mercado, mientras que Kiciloff fue más lejos y advirtió que desde el Gobierno lo podían "fundir" a Techint, bajando el precio de la chapa.
También el vicepresidente Amado Boudou se sumó al embate y a través de su cuenta de twitter sugirió que la intención de Rocca era la de bajar los salarios, en virtud de la queja de empresario por el elevado costo laboral del sector.
Sin embargo, toda la polémica parece ya cerrada con la visita de dos horas y media que realizaron los funcionarios, que fue posterior a la carta que también la presidenta le envió al titular de Techint durante el último fin de semana.
En la recorrida, los funcionarios y directivos de Techint pasaron revista al plan de inversiones destinado a la instalación de una nueva máquina de colada continua de planchones además de desembolsos en mantenimiento, infraestructura y sistemas.
Además de Kicillof y Giorgi estuvieron el subsecretario de Competitividad, Augusto Costa y el jefe de gabinete de Industria, Andrea Bovris mientras que los anfitriones fueron Daniel Novegill (CEO de Ternium) y Martín Berardi (director general).
El plan comprometido por la empresa a fines del año pasado proyecta inversiones por 470 millones de dólares, destinadas a aumentar su capacidad de producción y mejorar la logística de la planta.
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