AVANZA LA INVESTIGACIÓN
El padre de los Kiczka, acusados de pedofilia, se enfrentó con un grupo de manifestantes
Leonardo Kiczka confrontó con varias personas que marcharon en la plaza central de Apóstoles en repudio al abuso infantil. “¿Vos creías que esa gente iba a ir pacíficamente?”, dijo al salir de la Unidad Penal de Cerro Azul, en donde alojan al ahora ex legislador y a su hermano.
Leonardo Kiczka, padre del diputado Germán Kiczka y de Sebastián Kiczka, ambos acusados de tenencia y difusión de material de abuso sexual infantil, protagonizó anoche un enfrentamiento verbal con los manifestantes que se congregaron en la plaza central de Apóstoles, provincia de Misiones, para repudiar a los hermanos que se encuentran detenidos.
Durante la protesta, Kiczka padre aseguró que “sigue creyendo en la inocencia de sus hijos”, confrontó a los vecinos y defendió su negocio, negando cualquier vínculo con las acusaciones que pesan sobre el diputado misionero y su hermano. “Que hagan la procesión que quieran, pero que no ataquen mi negocio, que no tiene nada que ver. Me acerqué a la plaza para que no ataquen mi negocio”, repitió el hombre, dueño de una pizzería a pocas cuadras del lugar.
La concentración se desarrollaba de manera pacífica hasta que él se acercó a la multitud y comenzó a increpar a una manifestante, advirtiéndole sobre los carteles que exhibían mensajes de repudio. Durante el enfrentamiento, la mujer le respondió con gritos, preguntándole qué hacía allí, en clara señal de provocación.
La situación generó una reacción en cadena entre los presentes, quienes insultaron al padre de los acusados. Luego, Leonardo Kiczka decidió retirarse del lugar después de reiterar que no atacaran su local, algo que según los medios presentes no sucedió. “Quiero ver los carteles que tienen. Porque yo acepto que se movilicen por los menores. Pero un cartel relacionado con mi negocio, están equivocados, yo no estoy imputado”, afirmó ante la prensa local.
Cuando se le preguntó sobre las acusaciones, se negó a hacer comentarios y solo respondió: “No voy a opinar”, aunque deslizó que sigue “creyendo en la inocencia” de sus hijos. “Yo no voy a hablar, porque no puedo”, repitió ante las cámaras que lo seguían durante la noche misionera. Ante la advertencia de los cronistas en el lugar, sobre si no era una provocación de que se presente ante los manifestantes, hizo silencio, esbozó una pequeña sonrisa y atinó a decir: “No, no”.
En el mismo tono desafiante, al salir brevemente de la Unidad Penal de Cerro Azul, (en un intervalo durante la visita a sus hijos) el hombre fue abordado por un cronista de LN+. “¿Vos creías que esa gente iba a ir pacíficamente?”, desafió al cronista, en vinculación a la manifestación nocturna. Entre risas, Kiczka padre acotó: “Es toda gente pagada, hay mucha guita acá”.
A su vez, señaló que “nadie encubrió a nadie” y evitó responder a la pregunta sobre si sus hijos tenían material de abuso infantil en su poder.