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Dólar turista: los gastos anteriores a la ley no pagarán el impuesto de 30%
El Gobierno habilitó ayer al oficialismo en la Cámara de Diputados a modificar un artículo del megapaquete de emergencia económica para que los consumos hechos en dólares antes de la sanción no abonen el 30% del impuesto fijado.
El artículo que será modificado será el 40, en el que el Gobierno había establecido cuándo deben los consumidores pagar el impuesto extra por consumos realizados en el exterior vía tarjeta de crédito y débito.
"El impuesto será de aplicación a las operaciones, liquidaciones y pagos efectuados a partir del día siguiente a la entrada en vigencia de la presente ley. Su aplicación, recaudación y ejecución judicial, estará cargo de la AFIP", dice el artículo que será modificado.
Si bien el impuesto no es retroactivo, por cómo estaba redactado el proyecto, iba a ser aplicado sobre comprar realizadas con anterioridad a la promulgación de la ley, pero esto finalmente será modificado.
Ocurre que los consumidores pagan sus consumos en el exterior según el tipo de cambio del día del cierre del resumen de la tarjeta, sobre lo cual se aplicará el tributo diseñado por el ministro de Economía Martín Guzmán.
Entonces, ese día se efectúa una "compra de divisas" del consumidor que es ejecutada por el banco emisor de la tarjeta para que se cubra el compromiso dolarizado, por más que los consumos hayan sido anteriores.
Allí había una inconsistencia, porque el consumidor iba a terminar pagando el impuesto por comprar que realizó antes de la promulgación de la ley de Solidaridad y Reactivación Productiva que impulsa el Gobierno.
Ahora, como parte del acuerdo político con la oposición para que la ley se apruebe sin mayores inconvenientes, se modificará el artículo para que el impuesto del 30% a los consumos en moneda extranjera excluya explícitamente a las transacciones efectuadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la ley.
Impuestazo a los autos
El impuestazo a la compra de autos que quiere aplicar el Gobierno, según la mega ley enviada al Congreso, afecta al 43% de los modelos que se venden en la Argentina. A partir de la aprobación de la ley, que se espera para los próximos días, los precios de estos 0km aumentarán entre 25% y 54%. Estos, según estiman en el mercado, provocará una fuerte caída de las ventas.
El proyecto establece el desdoblamiento de las alícuotas de Impuestos Internos que estaba vigente. A partir de $1.300.000 de precio mayorista (alrededor de $1.700.000 al público) pagará un tributo de 20% que representará una suba del precio de 25% por la forma en que se calcula este gravamen.
En tanto, habrá una segunda escala a partir de $2.400.000 de salida de fábrica (alrededor de $3.700.000 al público) que tributará un gravamen de 35% lo que hará que el precio salte un 54%.
Con esta futura normativa, de los 978 modelos que se comercializan en el país, 557 quedarán exentos, es decir el 57%. Unos 182 modelos comenzarán a pagar la primera alícuota (19%), mientras que 239 vehículos (el 24%) pagarán la segunda escala.
Con la nueva base imponible, modelos como el Toyota Corolla –el que utiliza el presidente Alberto Fernández – estarán alcanzados por este tributo. También se sumarán una larga lista de modelos del segmento medio. Hay que tener en cuenta que quedan pocos autos por debajo del millón de pesos, ya que los 0km aumentaron hasta 80% este año y más de 100% el año pasado como consecuencia de la devaluación.
Además se modificó la forma de cálculo de actualización que antes era trimestral por inflación y ahora será por nuevo mecanismo que correrá a partir de abril. A esto se suma la suba de la tasa de estadística de 2,5% a 3%.
Ambito había anticipado que el cambio de Gobierno había puesto a los importadores de autos en estado de alerta por el temor a un aumento de la presión fiscal. Este segmento de vehículos, debido al valor de modelos, es el que más está alcanzado por los Impuestos Internos, un gravamen que apunta a productos “de lujo”.
En medio del festival de medidas para incrementar la recaudación, preocupaba en el sector que se decida un “impuestazo” para los 0 km más caros, como sucedió en los últimos años de la anterior gestión kirchnerista. Es por eso que algunas empresas consultadas decidieron apurar la nacionalización de unidades para escapar de un nuevo “golpe” tributario. “Tratamos de nacionalizar, antes de fin de año, todas las unidades que están en el puerto para cubrirnos por cualquier cambio de reglas de juego”.