Cristina y Lula ponen un 'paraguas político' para bajar la tensión comercial
La presidenta Cristina Kirchner y su par brasileño, Lula Da Silva, colocaron ayer un “paraguas político” a la relación entre ambos países, entorpecida por recurrentes cortocircuitos comerciales, con la creación de una comisión de ministros que se abocará al tratamiento de los diferendos.
Ese fue el acuerdo al que arribaron los mandatarios durante una reunión bilateral en el palacio Itamaraty, sede de la Cancillería en Brasilia, donde Cristina fue recibida por Lula y por los ministros más importantes de su Gabinete.
Fuentes de la delegación nacional informaron a Noticias Argentinas que los presidentes acordaron que la flamante comisión se reunirá cada 45 días y estará integrada por los cancilleres y los ministros de Economía e Industria de la Argentina y Brasil.
De hecho, la jefa de Estado estuvo acompañada en la capital brasileña por el canciller Jorge Taiana y los ministros Amado Boudou (Economía) y Débora Giorgi (Industria y Turismo), quienes se pondrán ahora al frente de las negociaciones con sus pares brasileños.
“Esperamos un acuerdo político, porque en materia comercial estamos complicados”, habían deslizado funcionarios nacionales mientras Lula y Cristina mantenían la reunión bilateral, vaticinado a su modo la creación de la comisión binacional.
Es que Brasil viene incrementando sus quejas por las demoras de la Argentina en entregar las licencias no automáticas para productos como las autopartes, que en algunos casos son bloqueadas durante 180 días, informaron fuentes locales.
La réplica brasileña a esta situación se produjo el mes pasado, cuando las autoridades impidieron el paso de camiones que transportaban productos perecederos argentinos.
El ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Miguel Jorge, un funcionario influyente en el entorno de Lula, dijo antes del arribo de Cristina que para solucionar la controversia “la iniciativa debe partir de los argentinos”.
En este escenario, los acuerdos que anunciaron ambos gobiernos al término de la cumbre entre Cristina y Lula parecieron de escasa envergadura: cooperación hidroeléctrica, turística y lucha contra el dengue, entre otros puntos.
El nivel de los acuerdos se elevó cuando fue anunciada la firma de un proyecto para que la Argentina compre a la fábrica brasileña de aviones Embraer 20 aparatos de última generación destinados a engrosar la flota de Aerolíneas Argentinas.
En Itamaraty, Lula recibió a Cristina junto a su canciller Celso Amorim y el poderoso ministro de Hacienda, Guido Mantega.
También fue de la partida la ministra coordinadora Dilmna Rousseff, la figura fuerte del Gabinete de Lula que aspira a sucederlo el año próximo, tras las elecciones previstas para octubre de 2010.
La Presidenta arribó a Itamaraty luciendo un vestido largo y floreado, a la vez que mostró dificultades para caminar a raíz de un esguince en el tobillo derecho, que mantiene vendado y disimulado debajo de unas medias negras.
Antes de recibir a Cristina en la puerta del palacio, Lula se mostró de muy buen humor e intercambió chistes con los periodistas locales sobre el reciente estreno de una película documental sobre su vida, llamada “Lula, el hijo de Brasil”.
“Presidente, el actor de la película es mucho más guapo que usted”, arremetió un cronista de CQC versión local, pero Lula no se amedrentó y replicó que tendrían que haberlo “conocido hace 30 años”.
Fuente: NA
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