Volcanes americanos
Volcanes Ubinas y Tungurahua causan alarma
Una fuerte explosión en el interior del volcán Ubinas, en el sur de Perú, seguido de la expulsión de gran cantidad de ceniza, generó gran alarma este miércoles en poblaciones vecinas, informaron autoridades regionales.
LIMA, Jul 19 (AFP-NA) - La detonación reavivó las preocupaciones en torno al Ubinas, ubicado en el departamento de Moquegua, 1.200 km al sur de Lima, que comenzó a mostrar actividad en abril pasado.
Como resultado de la explosión de este miércoles se formó una columna de 3 km y ha caído bastante ceniza dando lugar a la alarma entre los pobladores de la región, dijo el sismólogo Armando Minaya, director del Instituto Geofísico de Arequipa, departamento aledaño a Moquegua.
"La columna de ceniza está muy fuerte", dijo por su parte Cristala Constantinides, presidenta de la región Moquegua al señalar que la de este miércoles es la tercera explosión más fuerte de los últimos meses y que durante la jornada se sienten fuertes ruidos en el volcán.
Los vulcanólogos informaron que la ceniza expulsada "es muy diluida y que no tiene mucha implicancia" y que harán una evaluación en las próximas horas, anotó Constantinides, quien
advirtió que "no tratamos de alarmar ni de mentir" y que se basarán en los reportes científicos.
El sismólogo Minaya dijo que los expertos están a la espera de que baje la velocidad de los vientos y disminuya la caída de ceniza para acercarse al macizo andino y hacer un seguimiento de
cerca de su actividad.
En abril pasado el presidente Alejandro Toledo declaró en emergencia doce distritos afectados por la actividad del Ubinas, una medida que llevó a evacuar a unos 240 campesinos de poblados
cercanos a un albergue en una zona segura, pero luego la emergencia se levantó ante la baja intensidad de la actividad del volcán.
El sistema de Defensa Civil mantiene la "alerta amarilla" y tras la evaluación que realizará en las próximas horas decidirá si se declara la "alerta naranja" que ya había sido adoptada inicialmente.
Por su parte, Baños, un poblado ecuatoriano que siempre ha vivido del espectáculo del volcán
Tungurahua, se empeña en mantener su negocio turístico pese a las advertencias de los especialistas sobre una erupción mayor que podría obligar a evacuar a sus 15.000 habitantes.
Desde la erupción del volcán el viernes, los hoteleros luchan por ahuyentar el miedo entre sus visitantes en plena temporada vacacional, al extremo incluso de desmentir la alarma de los
vulcanólogos.
"El volcán no genera ningún riesgo para los turistas. Y de ocurrir algo estamos preparados para evacuar, así que no es justo que la prensa y las autoridades de afuera hablen de un peligro",
declaró Rocío Rivera, administradora de un hotel en el sector, a la AFP.
La mujer lamenta el retiro de los turistas y culpa de ello a las personas que, sin vivir en el sector, advierten sobre una erupción a gran escala. "Hemos tenido que bajar los precios, casi
quedarnos sin ganancia para atraer a las pocas personas que todavía vienen", señala.
La reactivación del Tungurahua no ha provocado muertos. Los habitantes de Baños aseguran que ellos y las familias evacuadas son las víctimas del fenómeno del que, paradójicamente, extraen
el sustento.
Tan sólo en cinco días el turismo ha descendido dramáticamente, los locales han visto caer las ventas en 90% y el poblado pierde a cuenta gotas el colorido de su geometría.
"Hay un bajón grande en el turismo. Se percibe una desocupación poco habitual. Hay muy poca gente a pesar de que la situación está tranquila", declaró Diego Alarcón, director de la Cámara de Turismo de Baños (135 km al sur de Quito), a la AFP.
Sin mencionar cifras, el directivo estima que la mala propaganda podría dejar más víctimas que la propia erupción. "Un 90% de la población de Baños se dedica al turismo. Imagínese lo que podría ocurrir si en unos días no se revierte la situación", plantea.
Alrededor del negocio se teje el entramado económico de la población. Desde hoteles, farmacias hasta modestos comederos incluyen en sus vallas la figura del Tungurahua, al que promocionan como un gigante rabioso pero incapaz de segar vidas sin previo aviso.
"Estamos preparados para lo peor. Si el volcán erupcionara y lanzara lava hacia la falda norte, donde está Baños, tendríamos 15 minutos para evacuar, tiempo suficiente para salvar la vida",
señalan -casi como invocando un manual- comerciantes consultados por la AFP.
"No creemos que eso ocurra, porque con el volcán han convivido generaciones y generaciones de baneños sin que se sepa de tragedia alguna", expresa convencida Rosa Sarabia, vendedora de un cóctel típico del lugar conocido como "Sanduche", que mezcla anís con jugo de caña.
Como los demás, la anciana se queja de lo que llaman mala propaganda. "Antes del viernes, vendía en promedio unos 50 dólares, ahora no me saco ni 20. Esperábamos que con el inicio de las vacaciones las ventas se duplicaran, y mire lo que pasó", lamenta.
Pese a considerarla una publicidad dañina, los vulcánologos insisten en que la alarma sobre Baños es real, y que de cumplirse los pronósticos la localidad deberá ser evacuada como en 1999, cuando el Tungurahua inició su proceso eruptivo.
Fuente: AFP-NA.
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