EL HORROR DE LA GUERRA
Juristas israelíes denunciaron el silencio internacional ante las pruebas de crímenes sexuales por parte de Hamas
Además de la masacre de 1.200 personas, la policía israelí también investiga violaciones en grupo y mutilaciones de cadáveres. Hasta ahora, las autoridades recopilaron “más de 1.500 testimonios impactantes y dolorosos”.
Juristas y activistas israelíes acusan a las organizaciones internacionales de defensa de los derechos de la mujer de guardar silencio ante las denuncias de violaciones cometidas por combatientes de Hamás en su ataque del 7 de octubre.
Según las autoridades israelíes, 1.200 personas fueron asesinadas durante el ataque del movimiento islamista palestino, en su mayoría civiles. Además de la masacre, la policía también investiga supuestos crímenes sexuales, incluyendo violaciones en grupo y mutilaciones de cadáveres.
Hasta ahora, los investigadores recopilaron “más de 1.500 testimonios impactantes y dolorosos” de testigos, patólogos y médicos, declaró una policía esta semana en el Parlamento israelí.
Después del ataque, expertos israelíes en derechos de las mujeres, derechos humanos y derecho internacional enviaron correos detallando las pruebas recabadas a organizaciones internacionales como ONU Mujeres o el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés).
Pero hasta esta semana, cuando tanto el secretario general de Naciones Unidas como ONU Mujeres emitieron declaraciones sobre las acusaciones, los activistas afirman que las respuestas fueron mínimas, sintiéndose traicionados por la comunidad internacional.
En una respuesta a AFP a última hora del viernes, ONU Mujeres dijo que era “consciente de las preocupaciones” acerca de las reacciones de las organizaciones de mujeres, afirmando que era “la primera parte del sistema de la ONU en expresar públicamente su alarma por los informes de violencia de género, incluida la violencia sexual”.
En un comunicado emitido horas más tarde, se declaró “alarmada por los numerosos relatos de atrocidades por motivos de género y violencia sexual” durante los ataques de Hamás y afirmó que había “pedido que todos los relatos de violencia de género sean debidamente investigados y procesados”.
Desde el 7 de octubre, las declaraciones de ONU Mujeres se centraron principalmente en la situación en la Franja de Gaza, donde los bombardeos en represalia de Israel dejaron más de 15.000 muertos, también en su mayora civiles, según el gobierno de Hamás.
“Arma de guerra”
El 27 de octubre, el CEDAW instó “a todas las partes a abordar sistemáticamente la dimensión de género del conflicto”.
Una comisión de la ONU solicita ahora que se presenten informes sobre “denuncias de crímenes de género, con especial atención a los asesinatos y la toma de rehenes, las violaciones y otras formas de violencia sexual”.
Pero ninguna de estas organizaciones “admitió que se hubieran cometido crímenes de guerra o contra la humanidad” el 7 de octubre, afirma Ruth Halperin-Kaddari.
“Y ninguna mencionó que la violencia sexual contra las mujeres fue sistemática, intencionada y deliberada, lo que equivale a (...) utilizar la violación como arma de guerra”, añadió la ex vicepresidenta del CEDAW.