Erupción volcánica en Ecuador
El volcán Tungurahua, en el centro de Ecuador, registró ayer una de sus mayores erupciones obligando a evacuar pueblos vecinos y a desviar algunos vuelos, aunque su actividad descendió ya entrada la tarde, informaron las autoridades.
El macizo, que incrementó el proceso eruptivo que registra desde 1999, produjo una “explosión grande” hacia las 08H47 locales (13H47 GMT) asociada a la acumulación de gases, arrojando material incandescente y ceniza, sin que se reporten víctimas, señaló el Instituto Geofísico (IG, estatal) de Quito.
Sin embargo, la actividad descendió comenzando la tarde y es poco probable que continúe la emisión de flujos piroclásticos (mezcla de gases, ceniza y rocas cuya temperatura puede llegar a 800 grados centígrados), dijo el director del IG, Hugo Yépez.
“Podemos dar la buena noticia de que la actividad del volcán está empezando a descender”, declaró el experto, quien previamente calificó la situación de “seria y complicada”.
“No se le puede ver al volcán (por la nubosidad), pero este descenso en la actividad sísmica indica también que hay menos emisiones” de material piroclástico, agregó.
“Los flujos que ocurrieron en la mañana en la parte más violenta tienen muy poca posibilidad de volver a ocurrir”, precisó Yépez, indicando que en todo caso la actividad de ayer “está entre la segunda y tercera más fuerte de todo el proceso eruptivo”.
El mayor pico de esa actividad se registró en agosto de 2006, con saldo de seis muertos y 700 casas e infraestructura dañadas. En otras ocasiones el Tungurahua, de 5.029 metros de altura y situado a 135 kilómetros al sur de Quito, hizo violentas explosiones que desataron la alerta roja.
Tras el evento de este viernes, se iniciaron evacuaciones en siete poblados vecinos, confirmó la Defensa Civil, que apoya el operativo junto con los bomberos, la Cruz Roja y la Policía.
La nube de ceniza llegó hasta Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador, lo que obligó a desviar algunos vuelos hacia el Pacífico, según Nicolás Romero, gerente del aeropuerto local.
“Es una operación que alarga entre 15 y 20 minutos la ruta de los vuelos. Lo que se nos ha informado es que una nube está en camino hacia Manta y que ha bajado a unos 18.000 pies. Es posible que caiga al mar a la altura” de esa ciudad portuaria, dijo Romero a la prensa.
En las faldas de la montaña se sitúa la ciudad turística de Baños, con unos 15.000 habitantes, que en 1999 fueron evacuados a la fuerza, volviendo a sus casas después de varios meses.
Según Yépez, la nube alcanzó los diez kilómetros sobre el cráter. “Sobrepasa con facilidad los 35.000 y 40.000 pies, que son el techo máximo de las rutas (aéreas), incluso internacionales”, explicó.
El experto detalló que el proceso actual es “diferente a todos los anteriores” cuando hubo señales de un calentamiento previo, y consideró “preocupante” el flujo de torrentes piroclásticos hacia zonas pobladas, si bien “no han llegado a la parte baja”.
“Ventajosamente no se ha materializado el peor de los escenarios cataclísticos” y no debería ocurrir en tanto “no hay evidencias de deformación interna del volcán, matizó el vulcanólogo.
Con respecto al pico histórico, el experto dijo que internamente el macizo “ya sobrepasó” la actividad de 2006, cuando hubo dos erupciones.
Sin embargo, la actividad descendió comenzando la tarde y es poco probable que continúe la emisión de flujos piroclásticos (mezcla de gases, ceniza y rocas cuya temperatura puede llegar a 800 grados centígrados), dijo el director del IG, Hugo Yépez.
“Podemos dar la buena noticia de que la actividad del volcán está empezando a descender”, declaró el experto, quien previamente calificó la situación de “seria y complicada”.
“No se le puede ver al volcán (por la nubosidad), pero este descenso en la actividad sísmica indica también que hay menos emisiones” de material piroclástico, agregó.
“Los flujos que ocurrieron en la mañana en la parte más violenta tienen muy poca posibilidad de volver a ocurrir”, precisó Yépez, indicando que en todo caso la actividad de ayer “está entre la segunda y tercera más fuerte de todo el proceso eruptivo”.
El mayor pico de esa actividad se registró en agosto de 2006, con saldo de seis muertos y 700 casas e infraestructura dañadas. En otras ocasiones el Tungurahua, de 5.029 metros de altura y situado a 135 kilómetros al sur de Quito, hizo violentas explosiones que desataron la alerta roja.
Tras el evento de este viernes, se iniciaron evacuaciones en siete poblados vecinos, confirmó la Defensa Civil, que apoya el operativo junto con los bomberos, la Cruz Roja y la Policía.
La nube de ceniza llegó hasta Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador, lo que obligó a desviar algunos vuelos hacia el Pacífico, según Nicolás Romero, gerente del aeropuerto local.
“Es una operación que alarga entre 15 y 20 minutos la ruta de los vuelos. Lo que se nos ha informado es que una nube está en camino hacia Manta y que ha bajado a unos 18.000 pies. Es posible que caiga al mar a la altura” de esa ciudad portuaria, dijo Romero a la prensa.
En las faldas de la montaña se sitúa la ciudad turística de Baños, con unos 15.000 habitantes, que en 1999 fueron evacuados a la fuerza, volviendo a sus casas después de varios meses.
Según Yépez, la nube alcanzó los diez kilómetros sobre el cráter. “Sobrepasa con facilidad los 35.000 y 40.000 pies, que son el techo máximo de las rutas (aéreas), incluso internacionales”, explicó.
El experto detalló que el proceso actual es “diferente a todos los anteriores” cuando hubo señales de un calentamiento previo, y consideró “preocupante” el flujo de torrentes piroclásticos hacia zonas pobladas, si bien “no han llegado a la parte baja”.
“Ventajosamente no se ha materializado el peor de los escenarios cataclísticos” y no debería ocurrir en tanto “no hay evidencias de deformación interna del volcán, matizó el vulcanólogo.
Con respecto al pico histórico, el experto dijo que internamente el macizo “ya sobrepasó” la actividad de 2006, cuando hubo dos erupciones.
Este contenido no está abierto a comentarios