El gobierno español aprobó el retraso de la jubilación a los 67 años
El gobierno socialista español aprobó ayer el retraso de la edad de la jubilación de los 65 a los 67 años en el marco de una reforma para garantizar las pensiones del futuro tras un preacuerdo con los sindicatos, lo que debe ser votado en el parlamento.
Después de un mes y medio de negociaciones con los sindicatos y empresarios, el ejecutivo aprobó un anteproyecto de ley por el que se “extiende la edad legal de la jubilación a los 67 años”, lo que se hará progresivamente desde 2013 hasta 2027, anunció el vicepresidente primero del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
La reforma del sistema de las pensiones “supone un depósito de confianza para la economía española dentro y fuera de nuestro país” y pretende “fortalecer el sistema de pensiones” y garantizar su “solvencia” para que “las personas que tienen 35 ó 40 años” tengan una “pensión hasta el último día de su vida”, explicó Rubalcaba.
“Todas las sociedades europeas envejecen” y “España no podía ni debe dejar” de adoptar el retraso de la edad de la jubilación, ya en vigor en países como Suecia, Alemania, Dinamarca, Francia, Italia, Portugal y Reino Unido, explicó el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.
Además, la reforma “no está concebida para reducir la cuantía de la pensión, sino para que las personas trabajen más” y la Seguridad Social “ingrese más” cuando en 2050 habrá 17,5 millones de pensionistas, es decir, “el doble que ahora”, alegó. El resultado de la nueva medida es que “habrá menos gastos y más ingresos”.
En España, las pensiones se pagan con las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social y el gobierno calcula que con ello podrá pagar las pensiones hasta 2030, pero que después, esos recursos no le bastarán.
Los trabajadores que hayan cotizado durante 38,5 años sí podrán jubilarse a los 65 años, según esta reforma, que debe ser debatida y votada en el parlamento. La reforma contempla medidas de “flexibilidad” para mujeres, jóvenes y trabajadores con empleos más penosos. Los jóvenes que trabajen como becarios y las mujeres que interrumpan su carrera laboral para tener hijos también podrán jubilarse antes de los 67.
La reforma del sistema de las pensiones “supone un depósito de confianza para la economía española dentro y fuera de nuestro país” y pretende “fortalecer el sistema de pensiones” y garantizar su “solvencia” para que “las personas que tienen 35 ó 40 años” tengan una “pensión hasta el último día de su vida”, explicó Rubalcaba.
“Todas las sociedades europeas envejecen” y “España no podía ni debe dejar” de adoptar el retraso de la edad de la jubilación, ya en vigor en países como Suecia, Alemania, Dinamarca, Francia, Italia, Portugal y Reino Unido, explicó el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.
Además, la reforma “no está concebida para reducir la cuantía de la pensión, sino para que las personas trabajen más” y la Seguridad Social “ingrese más” cuando en 2050 habrá 17,5 millones de pensionistas, es decir, “el doble que ahora”, alegó. El resultado de la nueva medida es que “habrá menos gastos y más ingresos”.
En España, las pensiones se pagan con las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social y el gobierno calcula que con ello podrá pagar las pensiones hasta 2030, pero que después, esos recursos no le bastarán.
Los trabajadores que hayan cotizado durante 38,5 años sí podrán jubilarse a los 65 años, según esta reforma, que debe ser debatida y votada en el parlamento. La reforma contempla medidas de “flexibilidad” para mujeres, jóvenes y trabajadores con empleos más penosos. Los jóvenes que trabajen como becarios y las mujeres que interrumpan su carrera laboral para tener hijos también podrán jubilarse antes de los 67.
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