El Discovery inició una nueva y complicada misión
El transbordador Discovery inició el martes una sobresaltada y crucial misión espacial, marcada por el desprendimiento de entre cuatro y cinco fragmentos de lo que parece ser aislante del tanque externo, problema que ya ocasionó el estallido del Columbia en 2003.
"Unos dos minutos y 47 segundos (luego del lanzamiento) vimos tres, quizás cuatro fragmentos, desprenderse", dijo Wayne Hale, director del programa de transbordadores. "También vimos uno o dos fragmentos caer alrededor de los 4 minutos y 50 segundos" de la misión, agregó el funcionario.
Este es el tercer lanzamiento consecutivo de un transbordador espacial que registra, durante la fase de ascenso hasta la órbita, desprendimientos de piezas. Un pedazo de espuma de 700 gramos desprendido durante el despegue del Columbia en 2003 provocó daños en la protección térmica del ala izquierda, que derivaron en el estallido del transbordador días después, el 1 de febrero, durante la riesgosa maniobra de reingreso a la atmósfera terrestre.
Luego de 30 meses sin volar, los transbordadores volvieron al espacio en julio de 2005. Pero durante el inicio de esa misión, a cargo del Discovery, la nave perdió nuevamente un trozo de aislante de su tanque externo, en este caso de 400 gramos, en esa ocasión sin provocar daños aunque sí un gran susto entre los responsables de la NASA, que debieron volver a suspender los vuelos durante otro año.
Para este nuevo ensayo la NASA había dado luz verde a la misión pese al hallazgo el domingo de noche de una pequeña fisura, de unos 12,5 centímetros, en la espuma aislante del tanque externo de la nave, ya que evaluó que no implicaba un riesgo. Esta misión, la 115 del programa de transbordadores, constituye una prueba crucial para el proyecto de finalizar la estación espacial internacional, ya que sólo los transbordadores son capaces de llevar hasta la órbita terrestre las grandes piezas que deben ser ensambladas en órbita.
"Discovery, recto como una flecha" en su camino a la Estación Espacial Internacional (ISS, por su sigla en inglés), adonde llegará el jueves, señaló el relator de la NASA Bruce Buckingham, durante el lanzamiento a las 18h38 GMT. Los funcionarios de la NASA en el centro de control del Centro
Espacial Kennedy aplaudieron y se abrazaron cuando el transbordador alcanzó la órbita terrestre, nueve minutos después de su despegue desde Cabo Cañaveral (Florida, sudeste), bajo un límpido cielo azul.
Los dos cohetes propulsores de la nave se separaron como estaba previsto del módulo orbital dos minutos después del lanzamiento y el transbordador se desprendió luego de su gran tanque de combustible externo. Esta vez, la agencia espacial colocó más de 100 cámaras alrededor de la plataforma de lanzamiento del Discovery para detectar cualquier desprendimiento de espuma. La ISS tomará además fotografías del escudo térmico de la nave cuando ésta se aproxime.
"No puedo pensar en un mejor lugar donde estar el 4 de julio, día de la Independencia, que iniciar el despegue", dijo el comandante Steven Lindsey justo antes del final de la cuenta regresiva.
La segunda misión de un transbordador desde el desastre del Columbia, que se extenderá 12 días, pondrá a prueba nuevos procedimientos de seguridad y llevará equipamiento y alimentos a la ISS.
También dejará en la estación internacional al astronauta alemán Thomas Reiter, de la Agencia Espacial Europea, que se unirá a los otros dos miembros de la ISS durante varios meses y realizará dos caminatas espaciales. El jefe de seguridad y el ingeniero jefe de la NASA había señalado su oposición a esta misión, pero finalmente aceptaron seguir adelante ante la certeza que, en caso de avería irreparable durante el despegue, los astronautas podían refugiarse en la ISS y esperar una misión de rescate.
Fuente: AFP-NA
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