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Los grandes desafíos del papa Francisco
Dos de sus principales retos: la reforma de la Curia y la lucha contra los abusos. Las finanzas, la relación con China también marcarán 2020
El Papa deberá materializar el próximo año, en el que cumplirá su séptimo aniversario de Pontificado, dos de los principales retos de la Iglesia Católica, que guía a 1.200 millones de fieles en todo el mundo: la reforma de la Curia y la lucha contra los abusos sexuales.
Tras cinco años de trabajo del Consejo de Cardenales que ayuda al Pontífice en el gobierno de la Santa Sede, está previsto que Francisco publique a principios del año que viene la nueva constitución apostólica que sustituirá al actual ‘Pastor Bonus’, promulgado por Juan Pablo II en 1988.
En estos momentos, el proyecto de constitución apostólica, llamada Praedicate Evangelium (Predicad el Evangelio), está en una fase de revisión final en el Pontificio Consejo de Textos Legislativos y la Congregación para la Doctrina de la Fe. De este modo, sólo falta la firma del Papa, que podría producirse ya en enero.
Uno de los principales ejes que vertebran la nueva Carta Magna de la Santa Sede es la descentralización de la Curia Romana, que pretende lograrse a través de la implicación de los laicos, no sólo como agentes pastorales sino también como responsables en puestos claves de la jerarquía de la Iglesia, sobre todo en áreas relacionadas con las realidades temporales, no espirituales.
Las finanzas
Otro aspecto al que seguirá teniendo que hacer frente el Papa son las finanzas del Vaticano. El pasado mes de noviembre, el Pontífice puso al frente del control de las finanzas de la Santa Sede a Carmelo Barbagallo. Además, el español Juan Antonio Guerrero asumirá el próximo 1 de enero el cargo de Prefecto de la Secretaría de Economía, un cargo que permanecía vacante desde 2017 tras la excedencia del cardenal australiano George Pell, condenado por abusos en Australia.
Guerrero tiene por delante la tarea de poner orden en las finanzas vaticanas, salpicadas por un caso de una inversión millonaria en Londres que hizo que por primera vez se allanen las oficinas de la Secretaría de Estado del Vaticano y de la Autoridad Información Financiera (AIF). De momento se saldó con la suspensión de cuatro funcionarios de estas sedes centrales. Además, el Vaticano negó este año que vaya a entrar en quiebra aunque reconoció que es necesaria una revisión de las cuentas.