Las dificultades de la escuela primaria “San Francisco de Asís”
La Escuela Privada N° 107 “San Francisco de Asis”, está ubicada en calle La Rioja y Patico Daneri, junto a la parroquia San Francisco. Al lado también funciona el colegio secundario Instituto “Lidia Carmen Leissa”. Ambas instituciones son privadas, fueron fundadas en la Parroquia San Francisco de Asís y pertenecen al Obispado de Gualeguaychú.
A la escuela San Francisco no solo concurren chicos del barrio del que lleva su nombre, sino que abarca a la población de la zona del Arroyo Gaitán y el Tiro Federal, entre otras.
La escuela primaria fue creada en 1964, antes de la llegada del Padre Luis Jeannot Sueyro a la Parroquia San Francisco, pero fue gracias al fuerte impulso que le imprimió a esta obra el curita gaucho que la misma concluyó y llegó a tener la importancia para la zona que tiene en la actualidad. El secundario surgió años más tarde, ante la necesidad de que los chicos que terminaban la primaria y de todos los del barrio, tuvieran un colegio para continuar sus estudios; “porque ellos no iban a los colegios del centro”, puntualizó la actual apoderada legal del establecimiento primario a EL ARGENTINO, María Adela Aranda. Siempre atento a las demandas de la comunidad, fue el padre Jeannot Sueyro quien junto a un grupo de personas proyectó hacer el colegio secundario.
Copa de leche y comedor
Según informó la directora de la escuela primaria, Gabriela Dearmas, “la escuelita San Francisco recibe actualmente a más de 300 chicos de la zona, que inician sus primeros pasos escolares concurriendo al jardín de cuatro años”. Al tratarse de una escuela emplazada en una zona en la que viven familias con muchas carencias y haciéndose eco de lo que predicara San Francisco de Asís: “servir a los más humildes”, la escuelita se encarga de proveer el desayuno a todos los chicos y el almuerzo, a un parcial de ellos y es la directora quien tiene a su cargo la ardua tarea de organizar y conducir el comedor y la copa de leche.
Según detalló María Adela Aranda, “el comedor escolar pertenece a la Dirección de Comedores de la Provincia de Entre Ríos, ésta envía a la directora de la escuela determinados fondos para que compre la mercadería y también se pague a una cocinera que es quien realiza el almuerzo. Pero el comedor no es para la totalidad de los alumnos, en este momento almuerzan en la escuela 75 chicos, que son los que realmente más lo necesitan. Estos 75 chicos también tienen garantizado, a través del programa Refuerzo Alimentario Nacional (RAN) del Gobierno Nacional, la copa de leche con un refuerzo”.
En este sentido, la apoderada legal explicó que “en este momento los chicos comen muy bien con la partida que envía el estado, incluso los chicos que tenían bajo peso se han recuperado. Por eso es que no pedimos donaciones de alimentos, aunque todo es bienvenido en la escuela”.
Pero, como la escuela San Francisco de Asís conoce muy de cerca el contexto que la atraviesa, la leche se les da diariamente a los más de 300 chicos que asisten cada día sabiendo que allí recibirán su primer alimento de la jornada.
Para afrontar esta labor la institución recibe una donación de 25 litros diarios de leche del Municipio y desde hace mucho tiempo la empresa Baggio dona el azúcar.
Pero, según indicó la directora, “lo que siempre nos falta es el cacao. Nosotros compramos las bolsas de cacao directamente en una distribuidora, porque es un cacao especial que es concentrado y rinde muchísimo y esto hay que pagarlo al contado, sí o sí, por eso cuando se termina siempre es un problema porque no hay plata”.
“La escuela da más de lo que recibe”
Es relevante aclarar que al tratarse de un establecimiento privado, la escuela no recibe fondos de nadie y tampoco se cobra cuota alguna a los alumnos.
Muchas veces el auto sustentamiento se torna dificultoso para esta institución que da más de lo que recibe.
En este sentido, la directora afirmó: “La escuela no tiene plata y ante cada gasto que surge hacemos rifas, tortas fritas, budines o feria de ropa, con lo que más o menos vamos recaudando los fondos para las diversas necesidades que surgen (…) Cuando estaba el padre Jeannot en la parroquia se recibían muchas donaciones, ahora la escuela está un poco olvidada; aunque hay algunas personas que siguen ayudando con donaciones de útiles o de dinero. Pero nosotros damos más de lo que recibimos”, afirmó Gabriela Dearmas.
La escuelita es un
punto de referencia
La escuela “San Francisco” es el punto de referencia de todos los vecinos del barrio. Junto a la Parroquia y al Dispensario conforman una compacta área de contención donde se canalizan casi todas las demandas de la zona. Los padres van allí a pedir frazadas cuando tienen frío y zapatillas para los chicos cuando las que tienen no dan más, pero muchas veces la escuela no está en condiciones de responder a las numerosas demandas que recibe y la falta de comprensión de los vecinos agobia a los directivos.
Como salida a esta dificultad el establecimiento realizó hace algún tiempo una campaña con el objetivo de conseguir socios que, con una cuota mínima, pudieran ayudar a tener un fondo fijo para afrontar al menos los gastos mensuales de luz, teléfono (que se comparten con el Colegio Secundario) e internet “pero no dio resultado, porque a la gente no quiere sumar gastos sostenidos a los que ya tiene”, puntualizó Dearmas.
“Los chicos muchas veces vienen con las medias mojadas y con las zapatillas todas rotas, muertos de frío. Porque ellos usan el mismo calzado todo el día, para venir a la escuela y para chapotear en el barro y, muchas veces nosotros no tenemos para darles unas zapatillas. Antes cuando estaba el padre Jeannot se recibían a diario donaciones pero ahora ya no es así”, indicó la directora de la escuelita.
“Demás está decir que necesidades tenemos todas las que la gente se pueda imaginar, por eso todo es bienvenido: desde ropa de abrigo, frazadas, calzado y galletitas hasta lápices”, puntualizó María Adela Aranda.
Además, la escuela recibe a niños con diversas problemáticas por lo que desde hace un tiempo está trabajando en el lugar, de manera particular, una psicopedagoga. Los cambios en los alumnos que esta profesional está atendiendo son notables para los maestros, que ven mejorías en las conductas, actitudes y en el desempeño de los chicos.
La institución trabaja de manera articulada con el Dispensario San Francisco, las nutricionistas trabajan en la escuela y, a su vez, la escuela ayuda a los padres a pagar fonoaudiólogas o psicólogas de manera particular.
Desde el establecimiento son conscientes de que podrían hacerse muchas cosas más por los alumnos, pero la limitación económica con la que chocan en la cotidianeidad trunca esos proyectos, provocando que se limiten a hacer con lo que tienen lo mejor que pueden.
María Adela Aranda, puntualizó: “Si no estuviéramos tan solos y la gente nos ayudara un poco más podríamos hacer muchas cosas. Por ejemplo ahora estamos proyectando poner en marcha un gabinete de informática para la escuela primaria, por supuesto que sería con donaciones”.
“Además, lo que es sumamente importante es que se tome conciencia de que lo único que va a salvar a todos los chicos es la educación. En tanto y en cuanto tengan un lugar bueno para formarse debemos apuntar a la educación de todos los chicos. Esta es la base y se que nosotros hacemos lo mejor que podemos. Las maestras de esta escuela se las ingenian para compensar muchas carencias”, puntualizó la apoderada legal del establecimiento.
El hecho concreto de que en esta institución haya cuatro primeros grados y sólo dos sextos indica un importante desfasaje, en algunos casos causado por repitencias y en otros por abandono o traspaso a otra establecimiento. Pero la idea de que ningún niño abandone la escuela primaria y continúen sus estudios secundarios parece ser la prioridad de la escuelita “San Francisco de Asís”.
La escuela “San Francisco de Asís” necesita:
-Cacao concentrado o donaciones para comprar este cacao específicamente.
-Donaciones para comprar garrafas.
-Galletitas o refuerzos para la copa de leche (zucaritas, dulces, etc.).
-Zapatillas, medias y ropa de abrigo.
-Frazadas.
-Lápices negros y de colores.
Para realizar donaciones se puede concurrir al establecimiento desde las 8 a las 17 hs (La Rioja y Patico Daneri, entrando por La Rioja) o comunicarse por teléfono con la escuela al 424121. También pueden llamar a EL ARGENTINO a los teléfonos: 426164/ 427027 (Internos 23 ó 24).
Por Rocío Fernández
EL ARGENTINO ©
La escuela primaria fue creada en 1964, antes de la llegada del Padre Luis Jeannot Sueyro a la Parroquia San Francisco, pero fue gracias al fuerte impulso que le imprimió a esta obra el curita gaucho que la misma concluyó y llegó a tener la importancia para la zona que tiene en la actualidad. El secundario surgió años más tarde, ante la necesidad de que los chicos que terminaban la primaria y de todos los del barrio, tuvieran un colegio para continuar sus estudios; “porque ellos no iban a los colegios del centro”, puntualizó la actual apoderada legal del establecimiento primario a EL ARGENTINO, María Adela Aranda. Siempre atento a las demandas de la comunidad, fue el padre Jeannot Sueyro quien junto a un grupo de personas proyectó hacer el colegio secundario.
Copa de leche y comedor
Según informó la directora de la escuela primaria, Gabriela Dearmas, “la escuelita San Francisco recibe actualmente a más de 300 chicos de la zona, que inician sus primeros pasos escolares concurriendo al jardín de cuatro años”. Al tratarse de una escuela emplazada en una zona en la que viven familias con muchas carencias y haciéndose eco de lo que predicara San Francisco de Asís: “servir a los más humildes”, la escuelita se encarga de proveer el desayuno a todos los chicos y el almuerzo, a un parcial de ellos y es la directora quien tiene a su cargo la ardua tarea de organizar y conducir el comedor y la copa de leche.
Según detalló María Adela Aranda, “el comedor escolar pertenece a la Dirección de Comedores de la Provincia de Entre Ríos, ésta envía a la directora de la escuela determinados fondos para que compre la mercadería y también se pague a una cocinera que es quien realiza el almuerzo. Pero el comedor no es para la totalidad de los alumnos, en este momento almuerzan en la escuela 75 chicos, que son los que realmente más lo necesitan. Estos 75 chicos también tienen garantizado, a través del programa Refuerzo Alimentario Nacional (RAN) del Gobierno Nacional, la copa de leche con un refuerzo”.
En este sentido, la apoderada legal explicó que “en este momento los chicos comen muy bien con la partida que envía el estado, incluso los chicos que tenían bajo peso se han recuperado. Por eso es que no pedimos donaciones de alimentos, aunque todo es bienvenido en la escuela”.
Pero, como la escuela San Francisco de Asís conoce muy de cerca el contexto que la atraviesa, la leche se les da diariamente a los más de 300 chicos que asisten cada día sabiendo que allí recibirán su primer alimento de la jornada.
Para afrontar esta labor la institución recibe una donación de 25 litros diarios de leche del Municipio y desde hace mucho tiempo la empresa Baggio dona el azúcar.
Pero, según indicó la directora, “lo que siempre nos falta es el cacao. Nosotros compramos las bolsas de cacao directamente en una distribuidora, porque es un cacao especial que es concentrado y rinde muchísimo y esto hay que pagarlo al contado, sí o sí, por eso cuando se termina siempre es un problema porque no hay plata”.
“La escuela da más de lo que recibe”
Es relevante aclarar que al tratarse de un establecimiento privado, la escuela no recibe fondos de nadie y tampoco se cobra cuota alguna a los alumnos.
Muchas veces el auto sustentamiento se torna dificultoso para esta institución que da más de lo que recibe.
En este sentido, la directora afirmó: “La escuela no tiene plata y ante cada gasto que surge hacemos rifas, tortas fritas, budines o feria de ropa, con lo que más o menos vamos recaudando los fondos para las diversas necesidades que surgen (…) Cuando estaba el padre Jeannot en la parroquia se recibían muchas donaciones, ahora la escuela está un poco olvidada; aunque hay algunas personas que siguen ayudando con donaciones de útiles o de dinero. Pero nosotros damos más de lo que recibimos”, afirmó Gabriela Dearmas.
La escuelita es un
punto de referencia
La escuela “San Francisco” es el punto de referencia de todos los vecinos del barrio. Junto a la Parroquia y al Dispensario conforman una compacta área de contención donde se canalizan casi todas las demandas de la zona. Los padres van allí a pedir frazadas cuando tienen frío y zapatillas para los chicos cuando las que tienen no dan más, pero muchas veces la escuela no está en condiciones de responder a las numerosas demandas que recibe y la falta de comprensión de los vecinos agobia a los directivos.
Como salida a esta dificultad el establecimiento realizó hace algún tiempo una campaña con el objetivo de conseguir socios que, con una cuota mínima, pudieran ayudar a tener un fondo fijo para afrontar al menos los gastos mensuales de luz, teléfono (que se comparten con el Colegio Secundario) e internet “pero no dio resultado, porque a la gente no quiere sumar gastos sostenidos a los que ya tiene”, puntualizó Dearmas.
“Los chicos muchas veces vienen con las medias mojadas y con las zapatillas todas rotas, muertos de frío. Porque ellos usan el mismo calzado todo el día, para venir a la escuela y para chapotear en el barro y, muchas veces nosotros no tenemos para darles unas zapatillas. Antes cuando estaba el padre Jeannot se recibían a diario donaciones pero ahora ya no es así”, indicó la directora de la escuelita.
“Demás está decir que necesidades tenemos todas las que la gente se pueda imaginar, por eso todo es bienvenido: desde ropa de abrigo, frazadas, calzado y galletitas hasta lápices”, puntualizó María Adela Aranda.
Además, la escuela recibe a niños con diversas problemáticas por lo que desde hace un tiempo está trabajando en el lugar, de manera particular, una psicopedagoga. Los cambios en los alumnos que esta profesional está atendiendo son notables para los maestros, que ven mejorías en las conductas, actitudes y en el desempeño de los chicos.
La institución trabaja de manera articulada con el Dispensario San Francisco, las nutricionistas trabajan en la escuela y, a su vez, la escuela ayuda a los padres a pagar fonoaudiólogas o psicólogas de manera particular.
Desde el establecimiento son conscientes de que podrían hacerse muchas cosas más por los alumnos, pero la limitación económica con la que chocan en la cotidianeidad trunca esos proyectos, provocando que se limiten a hacer con lo que tienen lo mejor que pueden.
María Adela Aranda, puntualizó: “Si no estuviéramos tan solos y la gente nos ayudara un poco más podríamos hacer muchas cosas. Por ejemplo ahora estamos proyectando poner en marcha un gabinete de informática para la escuela primaria, por supuesto que sería con donaciones”.
“Además, lo que es sumamente importante es que se tome conciencia de que lo único que va a salvar a todos los chicos es la educación. En tanto y en cuanto tengan un lugar bueno para formarse debemos apuntar a la educación de todos los chicos. Esta es la base y se que nosotros hacemos lo mejor que podemos. Las maestras de esta escuela se las ingenian para compensar muchas carencias”, puntualizó la apoderada legal del establecimiento.
El hecho concreto de que en esta institución haya cuatro primeros grados y sólo dos sextos indica un importante desfasaje, en algunos casos causado por repitencias y en otros por abandono o traspaso a otra establecimiento. Pero la idea de que ningún niño abandone la escuela primaria y continúen sus estudios secundarios parece ser la prioridad de la escuelita “San Francisco de Asís”.
La escuela “San Francisco de Asís” necesita:
-Cacao concentrado o donaciones para comprar este cacao específicamente.
-Donaciones para comprar garrafas.
-Galletitas o refuerzos para la copa de leche (zucaritas, dulces, etc.).
-Zapatillas, medias y ropa de abrigo.
-Frazadas.
-Lápices negros y de colores.
Para realizar donaciones se puede concurrir al establecimiento desde las 8 a las 17 hs (La Rioja y Patico Daneri, entrando por La Rioja) o comunicarse por teléfono con la escuela al 424121. También pueden llamar a EL ARGENTINO a los teléfonos: 426164/ 427027 (Internos 23 ó 24).
Por Rocío Fernández
EL ARGENTINO ©
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