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Fideicomiso y Leasing inmobiliario: dos herramientas clave para invertir en propiedades
El mercado inmobiliario en Argentina ha estado evolucionando con nuevas herramientas legales que facilitan tanto a los inquilinos como a los propietarios mejorar la calidad de vida y garantizarles más seguridad. Entre estas herramientas, el Fideicomiso y Leasing inmobiliario son consideradas claves para comenzar a invertir en propiedades.
En este artículo, exploraremos en profundidad cómo funciona el fideicomiso y el leasing inmobiliario, sus beneficios y por qué se han convertido en herramientas esenciales en un mercado de bienes raíces en plena innovación.
¿Sabés para qué sirve el fideicomiso inmobiliario?
El Fideicomiso es un contrato en el que una persona o entidad, denominada fiduciante, transfiere la propiedad de un bien inmueble o dinero a un fiduciario.
Este fiduciario generalmente es una institución financiera o una persona especializada, se encarga de administrar y manejar esos recursos en beneficio de los fideicomisarios, quienes son los inversores o beneficiarios del fideicomiso.
Los inversores aportan dinero al fideicomiso inmobiliario con la expectativa de ganar un rendimiento a través del proyecto. Los aportes pueden ser en efectivo, en terrenos o propiedades, o ambos.
El fiduciario, desde la transparencia y el profesionalismo administra éstos fondos, supervisa el desarrollo del proyecto y, a veces, se encarga de vender o alquilar las propiedades construidas.
Una vez que el proyecto inmobiliario se completa, las propiedades se venden o alquilan, y las ganancias se distribuyen entre los inversores según su participación en el fideicomiso.
Esta distribución se realiza después de cubrir todos los costos del proyecto, asegurando que los inversores reciban su parte proporcional de las ganancias generadas.
Además, el fideicomiso brinda una protección legal clave, ya que los bienes y recursos administrados por el fiduciario están separados del patrimonio de las empresas involucradas.
Esto garantiza que los activos del fideicomiso no se vean afectados por problemas financieros externos, ofreciendo mayor seguridad a los inversores.
Lo mejor acerca del Fideicomiso Inmobiliario: pros y contras
El fideicomiso inmobiliario tiene distintos beneficios que lo hacen atractivo para la inversión en Argentina.
Hoy en día cualquier herramienta tiene sus pros y contras, por eso este tipo de contrato no queda exento.
Por un lado, uno de los grandes pros es la protección de activos: los bienes gestionados a través de un fideicomiso están separados del patrimonio de los involucrados, lo que los resguarda de problemas financieros externos o embargos.
También ofrece flexibilidad, ya que permite estructurar y gestionar los proyectos de acuerdo a las necesidades específicas de los inversores y las condiciones del mercado.
A esto se suma la transparencia que garantiza la figura del fiduciario, quien administra el fideicomiso de manera profesional, asegurando una gestión clara y honesta.
La diversificación es otro punto central ya que permite invertir en más de una propiedad sin tener que aumentar el patrimonio propio, y por lo tanto, la carga tributaria que se puede aplicar.
Por otro lado, entre los contras, se destaca la complejidad de establecer un fideicomiso, que a menudo requiere de un entendimiento profundo de aspectos legales y financieros, así como la intervención de profesionales especializados, lo cual puede resultar costoso.
Además, la rigidez en la toma de decisiones puede ser un desafío, ya que los términos del fideicomiso deben ser seguidos al pie de la letra, lo que puede limitar la capacidad de reacción ante cambios imprevistos en el mercado o en el desarrollo del proyecto.
Todo lo que necesitás saber acerca del Leasing inmobiliario
El leasing inmobiliario es una opción que permite usar una propiedad sin necesidad de comprarla de inmediato. En este acuerdo, una empresa (el arrendador) adquiere un inmueble y lo alquila a otra persona o empresa (el arrendatario) por un período determinado, puede ser un mes o más.
Durante este tiempo, el arrendatario paga un alquiler mensual y, al final del contrato, tiene la opción de comprar la propiedad pagando un monto previamente acordado.
Con este sistema se permite usar una propiedad sin hacer un pago inicial de mucho dinero, a raíz de ello es muy positivo para quienes necesitan un espacio que no tienen el capital suficiente para comprar de inmediato.
Además, las cuotas que se pagan pueden ser deducidas de impuesto lo que significa un ahorro fiscal y más recaudación. Y si al final del contrato decides comprar el inmueble, puedes hacerlo sobre un precio ya establecido.
También tiene desventajas. Durante la vigencia del contrato, el arrendatario no tiene la propiedad del inmueble, lo que le impide realizar modificaciones importantes sin la aprobación del arrendador.
Además, si se termina el contrato y no se decide comprar la propiedad, el dinero pagado en alquiler no se recupera. Esta situación puede ser desfavorable si finalmente se opta por no adquirir la propiedad.
Recientemente, el financiamiento a través del leasing creció 161% en términos reales durante el segundo trimestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2023, con una mayor demanda para la adquisición de bienes y servicios.
Estas herramientas están ganando cada vez más terreno como opciones clave para inversores y empresas en Argentina, facilitando el acceso a propiedades y ofreciendo seguridad y flexibilidad a la hora de invertir en propiedades.