Columna de Ipodagua
Ciencia es ciencia lamentablemente, para Botnia
Nuevamente la ciudadanía entrerriana volvió a marchar el pasado domingo para alertar que poco a poco se va deteriorando su salud y el hábitat que rodea el río Uruguay se torna cada día mas frágil. Esta semana se dio a conocer un informe de la Universidad Nacional de La Plata en el cual se confirma lo que hace más de cinco años los habitantes de Gualeguaychú manifiestan con sus reclamos: la planta de Botnia sí contamina.
El especialista Juan Carlos Colombo y sus colaboradores del Laboratorio de Química Ambiental de la Universidad de La Plata, analizaron una pequeña muestra de pulpa de celulosa derramada por la pastera Botnia, cuando en una oportunidad en enero de 2008, se produjo una avería en una de las tuberías de la torre de blanqueo, provocando un derrame de esta celulosa sobre el cual esta semana se dieron a conocer los detalles de su análisis.
En el informe se encontraron niveles de nonilfenol, un químico prohibido en Europa desde el año 2005, por ser una “sustancia peligrosa”, ya que está comprobado que en altas dosis puede alterar el sistema hormonal tanto de las personas como de mamíferos y peces, y que la empresa finlandesa lo utiliza y nunca declaró su uso. “En las muestras de agua y partículas extraídas de la zona cercana a Botnia se observa que las concentraciones de nonilfenol son siempre altas, mientras que las mismas disminuyen aguas abajo y especialmente en la Bahía de Ñandubaysal”, se explica.
Por su parte, y por los episodios ocurridos la semana pasada cuando las emanaciones de la pastera se sintieron fuertemente en toda la ciudad de Gualeguaychú y Fray Bentos, los ciudadanos volvieron, el domingo último, a movilizarse de forma masiva rechazando a Botnia y todo el modelo pastero en la región. Esta marcha demuestra una vez más que toda campaña iniciada por Botnia para revertir su imagen en la ciudad es en vano. “Solamente los ignorantes o los corruptos pueden decir de que Botnia no contamina”, dijo la Asamblea Ciudadana Ambiental en su proclama del día domingo.
Palabras sabias sin dudas, de un pueblo que desde un principio se preparó en materia ambiental y hoy por hoy continúa sorteando obstáculos en defensa de su entorno. Obstáculos de oídos sordos a las pruebas de la ciencia que hoy se revelan hacia la comunidad y demuestran la contaminación que estamos padeciendo en Argentina. Habría que preguntarse que intereses tendrán algunos que niegan una lucha histórica de un pueblo despierto, que continúa empujando la verdad hacia delante, con la fuerza que lo caracterizó siempre. Bien dijo Marcelo Conti en su visita semanas atrás, “hemos dicho no a botnia desde la ciencia con estudios científicos, y la ciencia es ciencia lamentablemente, no hay otra, y la ciencia hoy nos dice que este tipo de emprendimientos contaminan muy fuerte”.
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