Adepa volvió a cuestionar el hostigamiento a la prensa
Bajo el título "Ahora las acciones van dirigidas a la principal productora nacional de papel para diarios", ADEPA volvió a cuestionar a través de un comunicado el hostigamiento oficial hacia los medios.
El texto del comunicado es el siguiente:
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) manifiesta su honda preocupación ante la escalada de hostigamiento oficial contra el periodismo independiente. Esta escalada se manifiesta en una sucesión de hechos originados directamente en el Poder Ejecutivo Nacional o con la indisimulada anuencia del mismo.
Nada es casual. Están aún resonando las manifestaciones descalificatorias hacia la labor de la prensa vertidas por altos funcionarios y legisladores del oficialismo durante el tratamiento y sanción de la Ley de Servicios de Comunicaciòn Audiovisual. La nunca aclarada irrupción de miembros de la AFIP en la sede del diario Clarín. El bloqueo a las plantas de distribución de La Nación y Clarín por parte de un sindicato cuyos titulares mantienen una más que estrecha relación con el gobierno nacional. Ahora, continuando con esa escalada, las acciones oficiales apuntan a Papel Prensa, la principal productora nacional de papel para diarios.
Dentro de la sucesión de acciones, iniciada en agosto pasado, se denunciaron amenazas a directores y síndicos de la empresa, actuaciones abusivas de la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Economía, y presiones sobre la Comisión Nacional de Valores y la Sindicatura General de la Nación, cuyos titulares se vieron obligados a renunciar por no convalidar los procedimientos y actuaciones pretendidos.
El último capítulo, conocido hoy, ha sido el anuncio de una denuncia penal por parte de Guillermo Moreno contra los directores de Papel Prensa por supuestos defectos formales en la confección de un acta de directorio. Dicho funcionario es el mismo que está siendo investigado en la justicia penal por los delitos de amenazas e intimidación contra la empresa y sus directores.
Indudablemente, este plan de hostigamiento parece orientado a lograr una intervención gubernamental sobre una empresa cuyo capital es mayoritariamente privado y que abastece a más de 170 diarios en todo el país.
ADEPA no puede menos que alertar sobre los peligros que esta situación acarrearía para la libertad de prensa, ya que el dominio estatal sobre el principal proveedor de papel constituiría la llave para el control político de este insumo esencial para la existencia de diarios y periódicos.
A semejante intromisión, que está vedada por el artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, se añade el hecho particular de que la mayoría del paquete accionario de Papel Prensa pertenece a los dos medios gráficos de mayor circulación nacional y que han sido objeto de diversas medidas para amedrentarlos, como fue denunciado recientemente por ADEPA y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
ADEPA exhorta a la reflexión a quienes hoy tienen las más altas responsabilidades de gobierno. Continuar con esta escalada de hostigamiento tendiente a acallar a la prensa independiente, es lo mismo que trata de silenciar a la opinión pública. Sabido es que sin una opinión pública debidamente informada, la democracia es una mera entelequia.
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