En el Día del Ejército
El Ejército Argentino, gallardo exponente de nuestra Historia, celebra hoy el bicentenario de su creación, aunque sus orígenes fueron anteriores a la Revolución de Mayo: hay que remontarse a las invasiones inglesas cuando las milicias de entonces prologaron la Institución Ejército que es hoy.
Habría que recordar que las unidades nativas organizadas después de las invasiones inglesas, entraron a formar parte como refuerzo de las tropas peninsulares para resguardo de la dependencia del virreinato respecto a la corona española, todo lo cual le permitiría posteriormente ser parte activa en la gestación del movimiento emancipador.
La Primera Junta de Mayo ejerció el mando militar por intermedio de su presidente, Cornelio Saavedra, a quien se le confirió el 25 de Mayo de l810 el cargo de Comandante General de Armas, de quien pasa a depender el conjunto castrense recién organizado como máximo órgano de las fuerzas militares, herencia ésta que perdura hasta hoy, toda vez que el titular del poder ejecutivo nacional, por así establecerlo nuestra Carta Magna, es el comandante supremo de las fuerzas armadas de la Nación.
Hasta aquí la prieta síntesis de nuestro Ejército que con fecha 29 de Mayo de l810 se ordena su constitución como tal. Para ello se estableció que para cubrir las nuevas filas según el bando firmado por Saavedra,”se procederá a una rigurosa leva de todos los vagos y hombres sin ocupación conocida desde la edad de 18 años a 40”.
Por la misma resolución, los tenientes coroneles fueron promovidos a coroneles con sueldos tales (Saavedra y Azcuénaga entre ellos).
Aquel 29 de Mayo, se procedió a dar por parte de las recientes autoridades de la Primera Junta, la proclama y reglamento de la milicia, que en sus determinaciones originaba una nueva organización de las tropas, las cuales dejaron de ser milicias para convertirse en cuerpos veteranos.
Así fue la organización fundacional del Ejército Argentino, el cual en este día celebra 200 años lo mismo que la Patria, siendo evidente que se trata de existencias paralelas que son partes indivisibles de una misma historia, todo ello en medio de muchas confusiones y episodios convulsos que, no ha mucho tiempo, dio origen a una especie de refriega ideológica cuyos cimbronazos todavía se sienten.
El peor error cometido es involucrar a la Institución Ejército con la conducta de algunos de sus jefes, error que, lamentablemente, involucra a casi todo el mundo. En este sentido, compartimos el análisis de Julio Aróstegui (“La investigación histórica. Teoría y Método) en cuanto a que lo realmente difícil es identificar el proceso y el contexto por el cual un hecho se hace significativo para el estudio histórico.”Como tampoco es complejo conmemorar ningún aniversario de nada pues se recuerda el nacimiento, inauguración, estreno, etc. de algo que sucedió”.
En medio de pasiones todavía atizadas por el odio irracional de unos pocos marginales ideológicos, lo que corresponde en este día es recordar y exaltar el valor de aquellos hombres que bajo el patrocinio espiritual y profesional de José de San Martín han sido los partícipes necesarios como constructores de una patria orgullosa de los soldados que supieron defenderla y de todos aquellos hombres y mujeres que con sudor y lágrimas han sabido edificar esta Argentina que jamás renunció a ser dueña de su propio destino.
Por eso, hoy, nuestro sincero y sentido homenaje, también agradecido, al Ejército- Institución por ser parte sustantiva del orgullo nacional.
La Primera Junta de Mayo ejerció el mando militar por intermedio de su presidente, Cornelio Saavedra, a quien se le confirió el 25 de Mayo de l810 el cargo de Comandante General de Armas, de quien pasa a depender el conjunto castrense recién organizado como máximo órgano de las fuerzas militares, herencia ésta que perdura hasta hoy, toda vez que el titular del poder ejecutivo nacional, por así establecerlo nuestra Carta Magna, es el comandante supremo de las fuerzas armadas de la Nación.
Hasta aquí la prieta síntesis de nuestro Ejército que con fecha 29 de Mayo de l810 se ordena su constitución como tal. Para ello se estableció que para cubrir las nuevas filas según el bando firmado por Saavedra,”se procederá a una rigurosa leva de todos los vagos y hombres sin ocupación conocida desde la edad de 18 años a 40”.
Por la misma resolución, los tenientes coroneles fueron promovidos a coroneles con sueldos tales (Saavedra y Azcuénaga entre ellos).
Aquel 29 de Mayo, se procedió a dar por parte de las recientes autoridades de la Primera Junta, la proclama y reglamento de la milicia, que en sus determinaciones originaba una nueva organización de las tropas, las cuales dejaron de ser milicias para convertirse en cuerpos veteranos.
Así fue la organización fundacional del Ejército Argentino, el cual en este día celebra 200 años lo mismo que la Patria, siendo evidente que se trata de existencias paralelas que son partes indivisibles de una misma historia, todo ello en medio de muchas confusiones y episodios convulsos que, no ha mucho tiempo, dio origen a una especie de refriega ideológica cuyos cimbronazos todavía se sienten.
El peor error cometido es involucrar a la Institución Ejército con la conducta de algunos de sus jefes, error que, lamentablemente, involucra a casi todo el mundo. En este sentido, compartimos el análisis de Julio Aróstegui (“La investigación histórica. Teoría y Método) en cuanto a que lo realmente difícil es identificar el proceso y el contexto por el cual un hecho se hace significativo para el estudio histórico.”Como tampoco es complejo conmemorar ningún aniversario de nada pues se recuerda el nacimiento, inauguración, estreno, etc. de algo que sucedió”.
En medio de pasiones todavía atizadas por el odio irracional de unos pocos marginales ideológicos, lo que corresponde en este día es recordar y exaltar el valor de aquellos hombres que bajo el patrocinio espiritual y profesional de José de San Martín han sido los partícipes necesarios como constructores de una patria orgullosa de los soldados que supieron defenderla y de todos aquellos hombres y mujeres que con sudor y lágrimas han sabido edificar esta Argentina que jamás renunció a ser dueña de su propio destino.
Por eso, hoy, nuestro sincero y sentido homenaje, también agradecido, al Ejército- Institución por ser parte sustantiva del orgullo nacional.
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