En busca de la equidad
Si bien es cierto que desde los principios de nuestra historia el proclamado federalismo sólo trascendió más allá de las palabras en esporádicas ocasiones, nunca como ahora el país parece haberse puesto de rodillas ante un unitarismo que no repara en medios para someter a las provincias al poder central o "portuario".
Tan cierto es esto, que la distribución de los impuestos sigue siendo inequitativa, volviéndose fácil de advertir un profundo y justificado malestar en el seno de no pocos gobiernos provinciales.
Frente a evidencias que demuestran que la coparticipación federal es tan pobre como insuficiente, el gobernador de Entre Ríos le ha dado mandato a sus diputados y senadores nacionales para que efectúen enérgicos reclamos a Buenos Aires, que insiste en quedarse con el león mientras a las provincias sólo les deja la cola.
Así, hoy nos vemos frente a una enorme contradicción: mientras el Estado Nacional es cada vez más rico (lo acumulado en reservas alcanza cifras históricas), las provincias deben conformarse con padecer severos problemas de financiamiento porque lo que les gira la Nación en concepto de coparticipación es cada día menos.
Entre tanto, la situación en la mayoría de los estados provinciales se torna insoportable, en la medida que crecen y se multiplican los conflictos por reclamos de mejoras salariales.
Entre Ríos no es la excepción, y si bien sus gobernantes consideran que los reclamos son justos, su capacidad fiscal les impide responder afirmativamente a los mismos, razón por la cual se han visto obligados a recurrir a quienes son nuestros representantes en el Poder Legislativo, a fin de que se gestione ante el poder político nacional la inmediata revisión de una estrategia fiscal tan unitaria como carente de equidad.
Las provincias sólo pretenden ser respetadas como tales y que las cuantiosas riquezas que le proveen o facilitan al régimen portuario metropolitano tengan la correspondiente reciprocidad hacia las fuentes originales del poder económico argentino. Nada más que eso... pero menos tampoco.
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