Día del Empleado de Comercio
Mañana 26 de septiembre se celebra el Día del Empleado de Comercio. En 2009 se sancionó la ley 26.541 en el Congreso de la Nación luego que la dictadura militar les arrebató a los empleados de comercio ese derecho logrado como una conquista.
A raíz de esa norma se estableció que todos los 26 de septiembre se debe celebrar el Día del Empleado de Comercio y que la jornada sea considerada como feriado nacional obligatorio para todos los trabajadores mercantiles.
Del descanso dominical (Ley 9104) al pago del salario en moneda nacional (ley 11.278 de 1923), pasando por la ley de indemnizaciones por despido, vacaciones anuales pagas y de accidentes de trabajo, los mercantiles han tenido una larga lucha junto a sus pares de otros gremios.
¿Por qué un 26 de septiembre? La respuesta hay que encontrarla en el origen de la sanción de la Ley 11.729 que se produjo ese día pero de 1934 y por el cual se modificaron varios artículos del Código de Comercio para establecer, como se indicó, el régimen de indemnizaciones por despido, las vacaciones anuales pagas, el aguinaldo e incluso se introdujo la regulación por accidentes de trabajo y la licencia a empleadas y obreras embarazadas.
La iniciativa la llevó adelante el diputado socialista Enrique Dickman (que recoge a su vez la prédica y la cátedra de su par Alfredo Palacios), que sintetizó las conquistas más sentidas por los trabajadores mercantiles y puso fin a interminables períodos de abusos y arbitrariedades laborales. Se trató de una ley muy importante porque luego fue la base para toda la legislación laboral argentina, ya que no sólo regiría para los empleados de comercio, sino para el beneficio de todo el movimiento obrero.
En rigor, el comercio representa una de las actividades más importantes y antiguas del ser humano, sin diferenciar geografía o cultura.
Se trata de una actividad que le permite a una sociedad estar en contacto con otras, y por eso implica una gran predisposición hacia el prójimo.
La actividad comercial no está vinculada solamente con lo económico sino también con lo social y lo cultural.
Por eso es oportuno que los responsables de los diferentes comercios de Gualeguaychú y de gran parte de la provincia y del país se hayan solidarizado con sus empleados y mañana -26 de septiembre- los empleados tendrán un merecido descanso.
Se trata de un reconocimiento histórico, que a su vez abona en el sentido de pertenencia.
Gualeguaychú tiene entre sus perfiles de desarrollo al comercio como un gran espacio que siempre genera iniciativas de interés general. Junto a ello es imperioso reconocer a sus empleados, que día a día permiten afianzar el carácter de una comunidad.
Del descanso dominical (Ley 9104) al pago del salario en moneda nacional (ley 11.278 de 1923), pasando por la ley de indemnizaciones por despido, vacaciones anuales pagas y de accidentes de trabajo, los mercantiles han tenido una larga lucha junto a sus pares de otros gremios.
¿Por qué un 26 de septiembre? La respuesta hay que encontrarla en el origen de la sanción de la Ley 11.729 que se produjo ese día pero de 1934 y por el cual se modificaron varios artículos del Código de Comercio para establecer, como se indicó, el régimen de indemnizaciones por despido, las vacaciones anuales pagas, el aguinaldo e incluso se introdujo la regulación por accidentes de trabajo y la licencia a empleadas y obreras embarazadas.
La iniciativa la llevó adelante el diputado socialista Enrique Dickman (que recoge a su vez la prédica y la cátedra de su par Alfredo Palacios), que sintetizó las conquistas más sentidas por los trabajadores mercantiles y puso fin a interminables períodos de abusos y arbitrariedades laborales. Se trató de una ley muy importante porque luego fue la base para toda la legislación laboral argentina, ya que no sólo regiría para los empleados de comercio, sino para el beneficio de todo el movimiento obrero.
En rigor, el comercio representa una de las actividades más importantes y antiguas del ser humano, sin diferenciar geografía o cultura.
Se trata de una actividad que le permite a una sociedad estar en contacto con otras, y por eso implica una gran predisposición hacia el prójimo.
La actividad comercial no está vinculada solamente con lo económico sino también con lo social y lo cultural.
Por eso es oportuno que los responsables de los diferentes comercios de Gualeguaychú y de gran parte de la provincia y del país se hayan solidarizado con sus empleados y mañana -26 de septiembre- los empleados tendrán un merecido descanso.
Se trata de un reconocimiento histórico, que a su vez abona en el sentido de pertenencia.
Gualeguaychú tiene entre sus perfiles de desarrollo al comercio como un gran espacio que siempre genera iniciativas de interés general. Junto a ello es imperioso reconocer a sus empleados, que día a día permiten afianzar el carácter de una comunidad.
Este contenido no está abierto a comentarios