Abuso de los superpoderes
En su oportunidad, el Congreso de la Nación aprobó la creación de un fondo fiduciario con la finalidad de ayudar a las provincias que tuvieran dificultades financieras para afrontar determinadas obras pública.
Tal fondo no había sido utilizado hasta ahora. Sin embargo, el Jefe de Gabinete, depositario directo de los superpoderes concedidos -bueno es recordar que el objeto es hacer frente a situaciones en tiempos de emergencia y no a los eventos que se producen bajo circunstancias normales- decidió hacer uso de los mismos. El Dr. Alberto Fernández dispuso así que una suma cercana a los mil millones de pesos (928 millones es la suma exacta) fuera transferida al área del ministerio de Planificación Federal, habiendo merecido ya una denuncia legislativa.
Esa partida será utilizada por Julio De Vido, estrecho amigo del titular del P. E. Nacional, para la construcción y mejoramiento de caminos en Santa Cruz, lo cual supone marginar a provincias más pobres, como Chaco, Formosa, Jujuy y Santiago del Estero, que claman por mejores infraestructuras viales.
La decisión del Jefe de Gabinete es cuanto menos parcial y reviste un alto contenido discriminatorio en lo que respecta al uso de fondos fiduciarios cuya existencia sólo debería perseguir la finalidad de auxiliar a los estados provinciales. No es este el caso de Santa Cruz, provincia que figura como la más asistida del país.
Tal situación tiene su origen en el manejo antojadizo de unos superpoderes que no fueron creados para concederle al Jefe de Gabinete un dominio absoluto para hacer de la discrecionalidad lo que se le venga en ganas. Sobre todo cuando lo que se intenta hacer es favorecer a los poderosos en detrimento de los estados provinciales más pobres y desguarnecidos, que exigen mejor trato y, por sobre todas las cosas, que se ejercite sobre ellos el respeto constitucional.
A raíz de aquel verdadero exabrupto del Sr. Alberto Fernández, un legislador denunciante se hace el siguiente planteo: "Los fondos fiduciarios públicos son creados por el Congreso con una finalidad específica. ¿Cómo es posible que se les saquen casi mil millones sin alterar la finalidad? ¿Para qué estaban los fondos si no?¿Por qué no se los utiliza para el fin por el cual fueron creados?. Dejemos de fomentar el manejo turbio de los fondos fiduciarios".
Antes de andar haciendo tanta alharaca con el título o no de Blumberg, cuya conducta, por supuesto, no podemos compartir, ¿por qué mejor no se le explica a la República el destino final de los fondos fiduciarios que no fueron creados para favorecer a los amigos?
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