CUANDO LA CASA DE TUS SUEÑOS SE TRANSFORMA EN UNA PESADILLA
Vecinos del barrio Procrear sufren por robos reiterados y piden soluciones urgentes
Este jueves tendrán una reunión con autoridades municipales y Policía por la ola de hechos que los han obligado en algunos casos a poner en venta sus casas recién construidas y en otros a pensar en seguir el mismo camino, pero el valor de las propiedades se desvaloriza por tener enfrente a un asentamiento. Incluso se le paga a un seguridad para que recorra las manzanas del barrio, pero no alcanza.
“Estoy pensando seriamente en vender, mi idea es poder terminar lo más rápido posible y ponerla en venta, pero ya hable con dos inmobiliarias y me comentaron que la zona no va a ayudar y va a bajar mucho el precio”, relató uno de los vecinos que hablaron con EL ARGENTINO y se animaron a contar la situación que viven desde hace tiempo, cuando comenzaron a construir sus viviendas a través del crédito hipotecario Procrear, frente a un asentamiento que también comenzó a crecer.
El barrio Procrear está conformado por 90 lotes en 5 manzanas, con viviendas que comenzaron a edificarse en el año 2021, en el cual “los beneficiados sacamos créditos hipotecarios a 20 o 30 años, con enorme esfuerzo y endeudándonos por demás. Algunos pudimos terminar nuestras casas, sin imaginar la problemática del barrio”, contó otro vecino.
¿Cuáles son esas problemáticas? Múltiples situaciones de robos en obras en construcción, donde se llevan aberturas, materiales, herramientas, pero también sucede en casas ya habitadas, que han sufrido destrozos de vidrios, puertas, robos de electrodomésticos, herramientas, bicicletas, hasta inclusive han saltado tapiales e ingresado en domicilios en horas de la madrugada cuando vecinos duermen con sus niños en la casa.
Durante el fin de semana se generó una situación de mucha violencia, en donde hubo disparos disuasorios, que generó alerta entre los vecinos y que volvió a poner en agenda la situación que se vive. Sobre lo sucedido, EL ARGENTINO pudo saber que se trató de una disputa entre dos familias, una que vive en el asentamiento frente al barrio Procrear y otra en el barrio Anhelado Sueño, por el robo de una moto. Los primeros fueron a reclamarles a los de zona oeste, pero estos luego los siguieron y se cruzaron en una pelea en donde hubo golpes y piedrazos, hasta que alguien disparó una escopeta para calmar la situación. Un hombre de 60 años y una adolescente de 16 terminaron en el Hospital Centenario a consecuencia de los piedrazos que recibieron.
Hay un crecimiento constante de ese asentamiento y esto genera mucha preocupación entre los vecinos del Procrear, pero además los basurales sobre la calle Federación, en donde arrojan bolsas de residuos y hasta aparecen animales muertos, sin que la Municipalidad y el área de Ambiente realicen las limpiezas para evitar que se sigan propagando. También, las calles se vuelven intransitables cuando llueven y eso aumenta a la problemática porque impide a la policía realizar patrullajes. Se ha vuelto tierra de nadie.
“Los vecinos han realizado las denuncias correspondientes, reclamado al municipio buscando alternativas diferentes, pero la verdad la ola de robos y está clase situación van en aumento, hasta varios vecinos pusieron a la venta sus casas o la alquilaron para poder alquilar otra en otro barrio, y en nuestro caso estamos analizando hacer esto”, confió el entrevistado, mientras que otro agregó: “Es indignante estar pagando créditos a 30 años y que estos problemas no se solucionen”.
Alquilar para vivir mejor
Es un barrio que desde el inicio ha tenido problemas de todo tipo. En un principio se pensaba que los robos se generaban porque los propietarios no habían finalizado las construcciones y las viviendas estaban deshabitadas, pero a medida que las casas se fueron terminando, se fueron habitando los lugares, los robos nunca cesaron.
Una vecina que decidió no vivir con esa sensación de inseguridad y está a la búsqueda de conseguir una vivienda para alquilar, contó lo que ocurre: “Hay episodios muy emblemáticos, semanas que sacan las baterías de los autos, otras semanas que entran a los patios y se llevan cosas de trabajo, otras semanas que rompen vidrios con gomeras, de manera tal que también se ha inaugurado la modalidad de ingresar a los patios con lo que eso conlleva”, indicó.
“En mi caso particular ingresaron al patio de mi casa donde estaba el auto y además de llevarse las cosas que había adentro del auto, se llevaron mi medicación oncológica que la obra social me da por tres meses y fue todo un periplo muy angustiante volver a recuperar esa medicación”, recordó con mucha angustia esta mujer que decidió poner la casa en venta y “estoy buscando otro lugar para alquilar en donde sea más amigable la convivencia”.
“Conozco vecinos que lamentablemente han tenido que vender sus casas en el estado en que se encontraban para salir, porque no hay una respuesta contundente de parte de los organismos que se tienen que ocupar”, agregó.
Otro de los entrevistados relató su situación. “Estoy construyendo una casa y he tenido varios robos a lo largo del tiempo. Hace un año más o menos tuve el primer robo. Con un caballo arrancaron una reja y me robaron varias cosas, pero los robos más fuertes se produjeron en agosto pasado, que tuve cuatro en el mes. Me rompieron un blindex que tenía en la puerta y entraron a la propiedad. Se llevaron muchas herramientas de los albañiles. Lamentablemente eso hizo que tuviésemos que parar la obra porque los albañiles se quedaron sin herramientas. Cuando más o menos estábamos retomando, a la semana siguiente entraron, se mandaron por el patio. Tuve que hacer un tapial de tres metros y aun así se mandaron, forzaron la reja con un gato hidráulico y volvieron a robar las herramientas de los albañiles que habían comprado. Después volvieron a entrar a la semana siguiente por el patio y forzaron otra reja. También entraron, pero en este caso no se llevaron nada, pero anduvieron por toda la casa. Y el último robo también. Como había reforzado las rejas, empezaron a romper alrededor para extraerla, pero como estaban soldadas no pudieron ingresar, igual me rompieron todo el revoque”.
Después de enumerar cada uno de los hechos que sufrió, donde uno los cuenta como si fuera algo anecdótico porque no se naturaliza ser víctima de cuatro robos en tan poco tiempo, este hombre confesó que “hoy en día es muy difícil para mí, porque estoy sin poder avanzar con la obra porque lo poca plata que me quedaba para avanzar la tuve que gastar en temas de seguridad, en comprar una cámara, en poner internet para ver las cámaras, en poner una alarma, y eso me llevó a que tenga que parar la obra. Además, parece literalmente una cárcel, porque está todo enrejado, con rejas reforzadas, fuertes, para que no las puedan arrancar, no las puedan doblar y eso hace que sea muy difícil”.