Opinión
Sin duda hay que “aprender”
Se trató de una evaluación cuestionada y resistida por parte del sector docente, académico y también por algunos padres y alumnos. Estamos hablando de la Prueba Aprender cuyos resultados se conocieron el martes y fueron anunciados por el presidente Mauricio Macri, justo cuando se llevaba a cabo la primera jornada de la marcha federal docente.
Hay que recordar que esta prueba se hizo a mediados del mes de octubre, fue obligatoria y se basó en analizar los conocimientos en matemática, lengua, ciencias sociales y ciencias naturales de 1.400.000 alumnos de escuelas públicas y privadas de todo el país (de 6° grado de la primaria y 5° o 6° años de la secundaria).
Más allá del debate que suscitó esta evaluación, los resultados fueron dados a conocer en la fecha prevista y seguramente serán motivo de análisis.
Una de las principales conclusiones a la que arribaron, quienes analizaron los resultados de esta evaluación, fue la existencia de un nivel crítico y extremadamente bajo en lengua y matemática en los alumnos secundarios, así como una brecha de los que cursan en establecimientos privados respecto de los públicos.
Y las falencias en materias básicas para cualquier carrera o profesión que se elija, como lo son matemática y lengua, habla de jóvenes que egresarán del secundario y se enfrentarán a serias dificultades cuando quieran continuar sus estudios de nivel terciario o universitario.
Lo mismo ocurre con la brecha existente –según esta prueba- entre la educación pública y la privada, ya que una vez más se estaría nivelando para abajo y alimentando la desigualdad social, que en parte se borra gracias a tener un acceso igualitario a la educación. Sin la educación adecuada las posibilidades no serán las mismas.
Según la información brindada por las autoridades nacionales, el 46,4 por ciento de los estudiantes obtuvo calificaciones debajo del nivel básico en lengua, ya que solamente localizaron información muy sencilla en un texto e interpretaron aspectos apenas elementales. Otras cosas que se pueden destacar del informe fue el alto nivel de ausentismo sobre todo en el secundario.
Sin duda, que la educación está en decadencia –tanto la pública como la privada-, esto no es algo novedoso… lo que antes era sinónimo de calidad y prestigio, como lo eran las escuelas públicas, hoy parece estar totalmente en el lado opuesto. Tal es así que hasta nuestro Presidente tuvo palabras poco felices al respecto, al indicar que existe una terrible inequidad entre “los que pueden ir a escuela privada y aquel que tiene que caer (sic) en la escuela pública”. Está claro que Macri se equivocó al pronunciar estas palabras que despertaron enojo en buena parte de la sociedad.
Y si bien la decadencia de la educación es un problema general, la escuela pública frente a la privada, es la que más padecimientos soporta, no sólo por los docentes que con su sueldo básico no superan la línea de la pobreza y los días de clases que se pierden a causa de los paros, sino por los edificios educativos deteriorados, por la falta de fondos para hacer inversiones en materiales didácticos y nuevas tecnologías, por la falta de acceso a capacitaciones, y por muchas otras cosas que quizá se pierden de vista ante la urgencia de los reclamos por mejoras salariales.
Sin duda no sólo los estudiantes deben aprender más y mejor, sino que también debe aprender la clase dirigente sobre la importancia de invertir en educación.
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