Se realizará el domingo a las 15 en el Club Juventud

La iniciativa había sido propuesta en diciembre del año pasado, en la cual se convocaba a una asamblea amplia para decidir los pasos a seguir luego del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Anoche la asamblea sesionó como es habitual en la reunión de los miércoles en el Club Frigorífico, y ese marco se terminó de madurar una de las decisiones más trascendentes porque se definirán las acciones en una lucha que ya lleva seis largos años. El lugar elegido es propicio, dado que la convocatoria es amplia y existen expectativas de que será masiva. El Club Juventud tiene capacidad para más de cinco mil personas, teniendo en cuenta que pueden utilizarse el espacio de la cancha y no solamente las tribunas. Un número que necesariamente debe ser significativo porque se decidirán pasos trascendentales tras el fallo de La Haya que constató la ilegalidad de la planta de Botnia pero pese a ese carácter la dejó funcionando. Está claro que hasta el momento los Estados todavía no han acertado en elaborar una política activa que permita superar este conflicto, dado que sus decisiones han sido más propensas a poner a las repúblicas de rodillas que levantar las dignidades de los pueblos. El conflicto sigue abierto pese a la larga intervención de la política, las estrategias de la diplomacia y el fallo de la Justicia Internacional. Pese a todos esos actores, la licencia social de Gualeguaychú y la región sigue exigiendo por el desmantelamiento de la planta o en su defecto el traslado de la planta fuera de la cuenca del río Uruguay. Por el momento no existe ninguna otra solución al conflicto, que sigue padeciendo las decisiones unilaterales y contra derecho que activó el Estado uruguayo. Entre esas medidas, que sofocan a la propia democracia de la región, se encuentran las siguientes barbaridades: * El Estado uruguayo prohibió por ley que un gualeguaychuense se reúna con un fraybentino, argumentando “razones de Estado”. * De manera unilateral, el Estado uruguayo estableció una zona de exclusión para proteger a la ilegal Botnia y en ese marco prohibió la libre navegación del río, erosionando una de las reivindicaciones que se conquistaron en el amanecer del nacimiento de ambas Naciones. * El Estado uruguayo sigue interponiéndose para un real y eficiente servicio de Justicia y por decreto “cajonea” los exhortos que remite la Justicia Federal argentina a través de su cancillería, otorgando así impunidad a los directivos de la ilegal Botnia para que comparezcan en calidad de imputados por un delito penal. * Cincuenta lanchas argentinas puntualmente identificadas no pueden tocar territorio uruguayo porque pesan sobre ella pedido de secuestro, dado que pertenecen a asambleístas. * El listado no se agota en la unilateralidad uruguaya, sino también en la pasividad del gobierno argentino que todavía no aplica el Código Aduanero, que impediría suministrarle materias primas a Botnia y así no contribuir con la contaminación. Por eso la asamblea del domingo a las 15 en el Club Juventud será decisiva para los próximos tiempos, en una lucha que enfrenta a una planta como la ilegal Botnia que en estos momentos está operando con total impunidad.