Rozanski dijo que el éxito de una investigación por abuso está “en encontrar la forma y las condiciones” para que la víctima se exprese
El referente más importante de los Derechos Humanos en nuestro país, Carlos Rozanski, estuvo ayer en nuestra ciudad para brindar una charla y referirse a los patrones de conducta que tiene las personas que abusan a menores, “hay que comprender la realidad del drama que vive la víctima”, remarcó.
El ex juez federal, Carlos Rozanski, estuvo ayer en el Salón de la Memoria, brindando una conferencia de prensa junto al intendente Martín Piaggio, el Secretario de Gobierno, Ignacio Farfán, y al secretario de Desarrollo Social y Salud, Roberto Piaggio, entre otros funcionarios.
A las 19 realizó una charla en el Centro de Convenciones del Corsódromo con el título “De la impunidad a la Justicia”.
¿Por qué las víctima de abuso, pese a haberle sucedido hace mucho tiempo le cuesta poder reconocerse como tal y declarar ante la Justicia?, consultó EL ARGENTINO.
-Hay que comprender la realidad del drama que vive. A la persona que le roban el reloj sufre y tienen dificultades, pero esto es una cosa totalmente distinta. Lo que sucede en el abuso es de un nivel de afectación muy profundo. Esto hace unos años atrás no era entendido ni por la Justicia, ni por otras disciplinas e inicialmente comenzó a ser comprendido por la psicología que es por donde se comenzó a tomar conciencia de la dimensión que había en los casos de abusos.
El problema más grave es que en el ámbito en donde se tiene que investigar no se quiere aceptar esas dificultades, porque tratar de aplicar, como sucede en muchos lugares de nuestro país, la metodología tradicional del Derecho Penal e incluso el Derecho Civil, para pretender que una víctima de abuso infantil se exprese de igual manera que al señor que le robaron el reloj, es una locura.
Al referirse al comportamiento del abusador, remarcó: “El abusador se aprovecha de muchas cosas, en primer lugar desde su poder por la asimetría que hay entre él y sus víctimas. Al conocer esto de las víctimas se aprovechan de la situación, a mí me ha pasado yo he juzgado muchos años en Bariloche y siempre me sorprendió haber visto una cierta actitud en personas de nivel cultural y preparación muy alta y en otros casos donde el nivel de preparación era muy bajo; sin embargo su mecánica de dominio es la misma”.
En tanto, el juez aseguró que hay un cambio cultural en la gente ante estos casos que se dio “a partir de las disciplinas de las ciencias blandas como la psicología, la antropología, la sociología y trabajo social, que son disciplinas que no hace más de veinte años profundizaron las características de estos hechos y se fueron dando cuenta de sus principales características”.
En tanto agregó: “El Derecho tardó más en plasmarlo en leyes, pero lo que sucede que esa distancia que hay entre la letra de la norma y lo que pasa todos los días es un desafío”.
Al consultarle por la causa Rivas, Rozanski aclaró que no iba ser declaraciones puntuales sobre el hecho “porque no leí el expediente”; no obstante comparó el hecho sobre la repercusión social que tuvo la investigación periodística de la Revista Análisis que reveló la identidad oculta de Rivas, con lo que aconteció en Bariloche con el coronel nazi de la SS, Erich Priebke, conocido por haber sido asistente de Herbert Kappler, que comandó la Masacre de las Fosas Ardeatinas, en la que fueron asesinados 335 ciudadanos italianos.
“Priebke era realmente un buen vecino, fue buen padre y seguramente buen abuelo y la comunidad lo que quería era quedarse con eso y no aceptar que se puede ser buen vecino pero sesenta años atrás había matado a una cantidad de gente como había hecho en las Fosas Ardeatinas”, comparó.
Asimismo resaltó: “La víctima de abuso infantil se puede expresar de cualquier manera, la convención de los Derechos del Niño habla que el Estado garantiza la posibilidad de ser escuchado no oído y una criatura víctima de abuso sexual puede expresarse de cualquier manera, el secreto está en encontrar la forma y las condiciones para que se exprese. El desafío para el Poder Judicial es entender que ante fenómenos como este no se da la literalidad de decir que el derecho a ser escuchado no es decirle hablá, porque muchas veces es una forma de silenciarlo. Esto conlleva una cantidad de aristas que hoy es factible poder conocer, de entender y agregaría que la capacitación es algo esencial en esto y es un compromiso ético para cada uno de los actores que participan”.
Al consultare por el rol de los medios de comunicación en el abordaje de esta problemática, el ex juez Federal agregó: “Los medios de comunicación en cualquier tragedia siempre tiene un rol importante como todos los días, y también va a depender no solo de la sensibilidad del cronista individual, tiene que ver a qué medio corresponde, quien le paga, y los intereses que ese medio defiende. Esto es un tema a discutir pero es un país en donde la propiedad de los medios de comunicación ha marcado la política de hace muchos años y la sigue marcando. Uno puede trabajar en un medio en donde no satisfaga las expectativas mínimas, en cuanto a la defensa de los derechos humanos; sin embargo tener una vocación democrática y de sensibilidad ante una tragedia como esta, que en la cobertura periodística sea respetuoso de las víctimas.
El rol de los medios es importante, no solo en caso de tragedias como estas (abuso de menores) sino también se ve en caso de feminicidios, porque quienes trabajan en los medios de comunicación también están atravesados por todas las cosas que pasan en una sociedad, atravesados por una mirada varonil, machista, históricamente discriminadora del género y ese atravesamiento hace que el que pregunta sea producto de ese atravesamiento. Esto se ve en los delitos sexuales en la forma en que algunos periodistas preguntan, por eso la importancia de los medios de comunicación”.
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