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Robaron parte del mecanismo de una noria de 200 años de antigüedad
La noria fue construida a principio de 1800 y se utilizó hasta fines de la década de 1960. Hoy solo queda el pozo de unos tres metros de diámetro.
Los restos de una noria que extraía agua de un pozo de 25 metros de profundidad para regar los cultivos de una chacra. Las piezas de un gran valor histórico fueron robadas durante la noche del miércoles 13 de octubre.
La noria había sido construida a comienzo del siglo XX, con el fin de poder generar proyectos agrícolas de pequeños agricultores en el sector de la ciudad donde a principio del siglo XX comenzó a funcionar Obras Sanitarias.
En 1947 el lote fue adquirido por la familia Altuna, quien acondicionó y comenzó a darle utilidad para regar los cultivos que la familia sembraba en las cuatro hectáreas que administraba.
El pozo cuenta de una abertura de 3 metros de diámetro y de 25 metros de profundidad. El agua era extraía a través de baldes que eran accionados a través de una fuerza animal que permitía la elevación del agua del pozo, para llenar una represa aprovechando la pendiente natural del terreno.
Luego la represa se abría y el agua circulaba por los canales cuidadosamente diseñados por los horticultores para poder regar las plantaciones de maíz, tomate y árboles frutales.
“Esto tenía un significado histórico, era la única noria que quedaba en la ciudad, solo había una en la chagra de los Bacigalupo en Primera Junta al Norte y otra en la chagra de Félix Rébora”, explicó Ángel Altuna, uno de los dueños de la chacra, que se enteró de lo sucedido al día siguiente del robo.
La noria contaba de dos grandes ruedas, una horizontal (tipo engranaje de linterna), y otra vertical con dientes que engranan en la primera, que posee en su perímetro una hilera de recipientes (arcaduces o cangilones), que con el movimiento de la rueda, se llenaban de agua, la elevaba y la depositaba en un conducto para ser almacenada en la represa.
La noria funcionó hasta fines de la década de 1960, cuando los hermanos Altuna decidieron dividir la chacra tras el fallecimiento de su padre y tras ser inviable la producción luego de que la zona comenzó a urbanizarse.
Era un mecanismo que comenzó a emplearse en el comienzo de la civilización agrícola que permitió el asentamiento definitivo de los humanos y gestó las grandes civilizaciones de la historia de la humanidad. El invento trajo vida a los campos y mejoró la productividad, hasta que finalmente fue reemplazada por el molino de viento, tecnología que aún se emplea en el campo de nuestro país.
“Todas las piezas que componían el mecanismo eran de acero, no podían ser de hierro porque sino se terminaba oxidando y esto fue lo que se robaron, estimamos que son 3 toneladas de acero y emplearon un camión para poder transportarla”, remarcó Ángel Altuna uno de los propietarios del lote, cuya preocupación es que el material se venda en el mercado negro y nunca más sea recuperado.
Pese a que los restos de la noria están sobre Av. 2 de Abril, frente a la garita de seguridad de Obras Sanitarias, Altuna dijo que “nadie vio nada, la única pista que tenemos es que el camión era de color verde y el robo se produjo el miércoles 13 de octubre a las 21 horas.
Ángel, ya radicó la denuncia a la Policía, y lamentó no haber podido preservar esa reliquia histórica. Ahora solo quedó un agujero de unos tres metros de diámetro sobre el terreno, mientras las vueltas del destino y la labor policial permitan recuperar las piezas, para luego poder ser preservadas en algún museo de la ciudad.