Pachu: de visitar pueblitos de la provincia a Tik Tok
Por Camila Mateo
es un joven de 27 años que comenzó a recorrer pueblos de Entre Ríos en su bicicleta y a subir videos de sus travesías a la red social Tik Tok. Hoy cuenta con más de 40 mil seguidores y los lugareños ya lo reconocen como “el chico de la bicicleta”.
Pachu terminó la secundaria en la Escuela Técnica N°2, de donde se recibió de electromecánico y comenzó a trabajar. Tras un tiempo, empezó a sentirse incómodo en su lugar de trabajo.
“No es que me molestaba trabajar, sino que me molestaban otras situaciones, sobre todo el tiempo que invertía en el trabajo no me rendía para hacer las cosas que quería. Trabajaba entre 8 y 12 hs de lunes a lunes.
Y agrega: “Dejé de hacer muchas cosas que me gustaban y empecé a darme cuenta de que no disfrutaba de ciertas cosas que antes sí. Tenía una banda de música, una novia. Pero de repente ya no disfrutaba de eso, porque estaba pensando que ya tenía que volver a trabajar. No la pasaba bien en ningún lado”.
En ese momento, Pachu se encontró en una encrucijada sobre qué hacer. Se preguntó hasta qué punto estaba haciendo las cosas por él o por los demás. En este contexto, comenzó a hacer terapia sin decirle a nadie, porque sentía vergüenza y miedo de conocer la reacción de su entorno.
“Necesitaba ayuda profesional, y creo que la necesitamos más de lo que pensamos. Cuesta un montón. Porque supuestamente tenes que estar loco para hacer terapia.Pero no sé dónde estaría hoy, si no hubiese hecho eso. Si no hubiese tenido un punto de vista profesional para resolver esas incomodidades que estaba sufriendo”.
Esta situación coincidió con un viaje que Pachu estaba organizando para ir a Uruguay. El cual emprendió junto con su mejor amigo en bicicleta. Eso marcó un ante y un después en él.
“Cuando volví del viaje empecé a contarles cosas a mis compañeros de trabajo. Y la mayoría de las cosas que yo les contaba que había visto y vivido, ellos no las vieron, porque pasaron tan rápido, fueron tan centrados en llegar a Punta del Este que se perdieron un montón de cosas que pasan en el medio”.
“Nosotros paramos en un desarmadero de autos, en otro de aviones, había de todo y esas cosas ellos no las vieron, no las disfrutaron. En la bici tenes una velocidad, y te obliga a ir parando. Se te hace de noche, y tenes que encontrar un lugar seguro. Todas esas cosas me llamaban muchísimo la atención”.
A los tres días de ese primer viaje, Pachu renunció al trabajo para aceptar una oportunidad laboral que le permitía combinar ambas cosas. “Con ese trabajo jamás me costó levantarme, yo entraba a las 7 y preguntaba a dónde tenía que ir. El contacto con gente nueva me encantó, no solo por el hecho de conocer a la gente, sino la vida de esa persona, ese pedacito que te cuentan, te llevas ese ratito”.
Esta experiencia le permitió a Patricio entender que se puede disfrutar del trabajo, ya que todos los días debía ir a un lugar distinto a brindar los servicios de la empresa, y durante el viaje podía mantener charlas profundas con su compañero y romper con la monotonía anterior.
Luego en 2019, le salió una oportunidad laboral fuera del país. “Había vendido todo, solo me quedó la bicicleta, el teléfono y un tecladito que tengo para hacer música, pero llegó la pandemia”.
Por dos años, no pudo viajar y todos sus planes de empezar una vida nueva se vieron interrumpidos. Por lo cual, cuando empezaron a levantarse las restricciones, Pachu agarró la bici y comenzó a recorrer pueblos de Entre Ríos por donde había pasado el tren.
“Fue una suerte de desahogo, venía de dos años de no viajar, de trabajar todo el tiempo, de no tener vacaciones. Yo estaba pasando por un estrés de lo que lleva irse del país, e intentar una nueva vida en otro lado, y prepararme para eso y que no pase”.
En la misma línea, Pachu relata: “Me gustó la idea de recorrer los pueblos que tienen o tuvieron estación de tren porque quedaron muy olvidados. Me encontré con un montón de cosas que van más allá del ferrocarril: historias, gente que trabajó ahí y me invitó a su casa a comer”.
En sus viajes le tocó montar su carpa en una estación de servicio, dormir en una garita hasta pasar la noche en una parroquia que le ofreció el Padre Goyo. En cada lugar que paraba, la gente lo recibía con los brazos abiertos y con historias para compartir.
Al tiempo, sus amigos le sugirieron que hiciera videos sobre sus andanzas y que las subiera a Tik Tok. Al principio, no estaba muy convencido y no le gustaba esta red social exclusiva para publicar videos. Sin embargo, decidió hacerles caso y lo que vino después lo tomó totalmente desprevenido”.
“El primer video que subo fue estando en Basavilbaso, siempre me gusto subir cosas y entretener. Lo subí con la intención de mostrarlo nomas. Habrá pasado media hora, entro a Tik Tok y solo tenía 20 visitas. Y le mando mensaje a mi amigo y le digo en joda: ´Una porquería tu red social´. Pasa una hora, yo estaba por comer con una gente que me hospedó y agarro el celular y veo que mi amigo me había mandado un mensaje que decía que el video tenía 20 mil vistas. No entendía nada, cuando entro a la aplicación veo que tengo 200 comentario”.
“Ya venía grabando material y comencé a subir más videos. Y cuando empecé a mostrar que estaba viajando, gente de pueblos cercanos me empezó a decir ´vení para acá´. Y ahí me empezó a gustar porque estaba haciendo entretenimiento, andando en bicicleta, y viajando. Logre ensamblarlos y ahora estaba dando sus frutos. Pasaron 4 o 5 videos y de repente tenía 20 mil seguidores, ahora tengo 40 mil. Me empezaron a seguir varios referentes que yo seguía, como yotubers. Encontré mi lugarcito”.
Pachu descubrió que detrás del miedo, sobre todo al qué dirán, había cosas increíbles. A través de sus redes sociales muestra diferentes pueblos e historias que las personas más jóvenes que usan Tik Tok no conocerían de otra manera. Enfatiza que hay que convertir lo que a cada uno le gusta en un hábito. Todos tendríamos que tomarnos un tiempo para hacer cosas que disfrutamos. En estos momentos, este gualeguaychuense aventurero está recorriendo diferentes festividades de la provincia para mostrar todo lo que puede ofrecer. De sus redes sociales, a la provincia, al país y al mundo.