La UCR se reúne en la ciudad y deberá adoptar una decisión clave en materia electoral
La Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) se reúne hoy a partir de las 14 en el Teatro Gualeguaychú.
Es un hecho histórico desde distintos puntos de vista. Es histórico porque la decisión que adopte será clave para el escenario electoral de este año tanto a nivel nacional como su influencia o cauce para acuerdos provinciales y municipales. Pero también es histórico que sesione en una ciudad que no es capital de provincia y ubica a Gualeguaychú como un escenario federal donde las miradas del país harán foco durante esta jornada. Y hay un tercer componente que también ubica a la Convención radical como un quiebre con la historia reciente: el protagonismo que han cobrado los partidos políticos, cuyas estructuras hoy se las percibe como más importante que sus candidatos.
¿Puede ser la bisagra para el retorno del bipartidismo en la Argentina? Toda respuesta es aventurada, pero sí se puede afirmar que se está ante una posibilidad concreta y como pocas veces se ha presentado en los últimos veinte años. En ese marco, están los que señalan que si prospera el acuerdo con el PRO, la UCR puede perder o transformar su identidad progresista por otra conservadora. Y si prospera un acuerdo más amplio, afianzará su liderazgo progresista. Pareciera que el paradigma Irigoyen-Alvear vuelve a revivir un debate apasionado en el centenario partido.
Las posturas
En Gualeguaychú las expectativas están puestas en el debate que se dará en torno a dos posibilidades electorales concretas: la que propone Ernesto Sanz de hacer un acuerdo con el PRO (ya Mauricio Macri declaró que con Sergio Massa no tiene nada que dialogar) y la que propone Julio Cobos de hacer un acuerdo electoral para la gobernabilidad más amplio y del que puedan participar todos, el PRO y el massismo incluidos.
Se le adjudica a Leandro N. Alem la frase “que se rompa pero que no se doble” y por estas horas se la repite mucho para dar cuenta que pese a las posturas encontradas, la UCR no puede salir de esta Convención de ninguna manera quebrada ni debilitada.
Hoy la UCR tiene aspiraciones no sólo presidenciables, sino también posibilidades de disputar la gobernación en varias provincias y en cientos de municipios. Pero para fortalecer o consolidar esa aspiración tiene en cinco meses que sortear las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) y dos meses más tarde las elecciones generales.
Los 337 convencionales nacionales que se reunirán hoy tienen una única certeza: de aquí debe salir el precandidato a presidente por la UCR y no serán otros que Sanz o Cobos. El dilema es con quién se disputará la selección primaria de una candidatura, y ahí es donde las aguas se dividen en posiciones difíciles de reconciliar.
Los otros socios de la UCR en el Frente Amplio Unen (Partido Socialista, GEN, Proyecto Sur y Libres del Sur) ya han marcado la cancha: ellos de ningún modo están dispuesto a compartir espacio con el PRO de Mauricio Macri porque es volver al neoliberalismo, pero también resisten a Sergio Massa, porque es darle continuidad a la eterna interna del peronismo en sus distintas expresiones. Es decir, este Frente Amplio tal como se lo conoce podría tener su certificado de defunción a partir de hoy en Gualeguaychú.
¿Prevalecerá un acuerdo estrecho entre la UCR y la Coalición Cívica de Lilita Carrió o un acuerdo amplio donde todos los que quieran participar lo puedan hacer? En otras palabras, ¿prevalecerá la propuesta de Sanz o la de Cobos?
El sector que lidera Sanz asegura tener los votos necesarios de los convencionales para quedarse con la decisión final. Mientras que el cobismo reconoce que debe dar pelea si quiere ser protagonista.
El final es abierto hasta la clausura de la convención, donde 337 personas habilitadas dirán cómo seguirá esta parte del curso de la historia electoral en la Argentina.
¿Puede ser la bisagra para el retorno del bipartidismo en la Argentina? Toda respuesta es aventurada, pero sí se puede afirmar que se está ante una posibilidad concreta y como pocas veces se ha presentado en los últimos veinte años. En ese marco, están los que señalan que si prospera el acuerdo con el PRO, la UCR puede perder o transformar su identidad progresista por otra conservadora. Y si prospera un acuerdo más amplio, afianzará su liderazgo progresista. Pareciera que el paradigma Irigoyen-Alvear vuelve a revivir un debate apasionado en el centenario partido.
Las posturas
En Gualeguaychú las expectativas están puestas en el debate que se dará en torno a dos posibilidades electorales concretas: la que propone Ernesto Sanz de hacer un acuerdo con el PRO (ya Mauricio Macri declaró que con Sergio Massa no tiene nada que dialogar) y la que propone Julio Cobos de hacer un acuerdo electoral para la gobernabilidad más amplio y del que puedan participar todos, el PRO y el massismo incluidos.
Se le adjudica a Leandro N. Alem la frase “que se rompa pero que no se doble” y por estas horas se la repite mucho para dar cuenta que pese a las posturas encontradas, la UCR no puede salir de esta Convención de ninguna manera quebrada ni debilitada.
Hoy la UCR tiene aspiraciones no sólo presidenciables, sino también posibilidades de disputar la gobernación en varias provincias y en cientos de municipios. Pero para fortalecer o consolidar esa aspiración tiene en cinco meses que sortear las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) y dos meses más tarde las elecciones generales.
Los 337 convencionales nacionales que se reunirán hoy tienen una única certeza: de aquí debe salir el precandidato a presidente por la UCR y no serán otros que Sanz o Cobos. El dilema es con quién se disputará la selección primaria de una candidatura, y ahí es donde las aguas se dividen en posiciones difíciles de reconciliar.
Los otros socios de la UCR en el Frente Amplio Unen (Partido Socialista, GEN, Proyecto Sur y Libres del Sur) ya han marcado la cancha: ellos de ningún modo están dispuesto a compartir espacio con el PRO de Mauricio Macri porque es volver al neoliberalismo, pero también resisten a Sergio Massa, porque es darle continuidad a la eterna interna del peronismo en sus distintas expresiones. Es decir, este Frente Amplio tal como se lo conoce podría tener su certificado de defunción a partir de hoy en Gualeguaychú.
¿Prevalecerá un acuerdo estrecho entre la UCR y la Coalición Cívica de Lilita Carrió o un acuerdo amplio donde todos los que quieran participar lo puedan hacer? En otras palabras, ¿prevalecerá la propuesta de Sanz o la de Cobos?
El sector que lidera Sanz asegura tener los votos necesarios de los convencionales para quedarse con la decisión final. Mientras que el cobismo reconoce que debe dar pelea si quiere ser protagonista.
El final es abierto hasta la clausura de la convención, donde 337 personas habilitadas dirán cómo seguirá esta parte del curso de la historia electoral en la Argentina.
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