LA CRISIS DE UN MODELO
La parálisis de la obra pública pone en jaque a las cooperativas de trabajo de Gualeguaychú
Fueron un actor central desde el 2016. Llevaron a cabo la mayoría de las obras públicas en la ciudad. El cambio de estatus de la nueva gestión, que redujo la Dirección de Cooperativas a un área, y los desafíos de un sector que creció y se fortaleció tutelado por el Estado. La palabra y los nortes planteados por Joaquín Páez, el nuevo responsable municipal.
Luciano Peralta
La llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación, el 10 de diciembre de 2015, significó la baja de diversos programas de obra pública nacional y una prueba de fuego para los Estados municipales. La primera gestión piaggista (2015-2019) transformó esta debilidad en una fortaleza, al tiempo que se diferenció políticamente del oficialismo nacional, e hizo de las obras con “recursos propios” una marca distintiva que le garantizó la reelección con un record del 65% de los sufragios.
Ese perfil de ciudad pujante, en el marco de una gestión nacional desaprobada por las mayorías, logró consolidarse, en buena medida, gracias a la cantidad de obra pública que, pese al recorte generalizado de recursos, se pudo realizar con mano de obra cooperativa.
El Municipio creó la Dirección de Cooperativas y se dio la política de fortalecer y acompañar a un sector fuertemente precarizado, sobre todo generando trabajo, en un contexto en que las pequeñas y medianas empresas cerraban por docenas todos los días.
Ya durante en 2016 se realizaron en Gualeguaychú más de 40 obras a través de 18 cooperativas. Entre ellas: trabajos de cordón cuneta, centros de salud, la Casa de la Mujer, viviendas y el mejoramiento de veredas y plazas. Para ponerle nombre: la cooperativa Los Mellis llevó a cabo los trabajos en la recuperada Costanera del Tiempo y la cooperativa Tomás de Rocamora hizo lo propio en la Playa del Puente, por ejemplo. Además, desde el Municipio se apostó a la creación de la Fábrica Municipal Cooperativa (Famuco), para la construcción de pilares monofásicos, cámaras de inspección y baldosas.
En los años que siguieron se profundizó el trabajo cooperativo en la obra pública. Se pusieron en valor los centros de salud, se continuó con el asfaltado y el cordón cuneta, como lo hizo la cooperativa La Colmena en el barrio ATE I, y se construyeron nuevos salones de usos múltiples, como el que levantó la cooperativa Nueva Gualeyán en el barrio Molinari o el que construyó la cooperativa El Nuevo Hogar en el barrio San José Obrero.
Durante los ocho años de gestión de Esteban Martín Piaggio las cooperativas cobraron un valor crucial en la obra pública de la ciudad. El sector realizó la puesta en valor de la Avenida Parque, los bancos de cemento para los espacios públicos, las bicisendas, los parques solares y obras de gran envergadura, como el Polideportivo Norte, el Paseo de la Península, la Vieja Terminal, las nuevas oficinas de Tránsito, la construcción de viviendas y las tribunas del corsódromo, entre otras.
Con el tiempo, el sector se fue diversificando y aparecieron las cooperativas de gastronomía, las de agroecológicas, las textiles, las de comunicación y la de salud, como la Jeannot Sueyro, Vida Emergencia y Trato Digno. La organización del colectivo trans devino en la cooperativa Transformando Caminos, generado fuentes laborales en un sector fuertemente excluido. Lo mismo que la cooperativa Brota, nacida desde El Hogar de Cristo, espacio que trabaja con personas en estado de alta vulnerabilidad.
Nuevo paradigma
El desembarco de Javier Milei en la presidencia de la Nación significó un cambio paradigmático en la forma de concebir el rol del Estado y su papel en la generación de obra pública. De entrada, prácticamente todas las obras financiadas por el gobierno nacional quedaron paralizadas, lo que se traduce en un problema para la actual gestión municipal, ya que significa menos recursos económicos, menos obras y menos generación de trabajo.
Esto repercute muy fuertemente en un sector que, en gran medida, creció lo que creció gracias a la obra pública. Al respecto, en diálogo con EL ARGENTINO, el flamante responsable del área de Cooperativas de la ciudad, Joaquín Páez, contó que desde el inicio de gestión viene reuniéndose con las cooperativas de la ciudad para realizar, en un primer momento, un diagnóstico del sector.
“Después, estamos acompañando a las cooperativas que no tienen la documentación necesaria ordenada para poder ser contratadas. El objetivo es poner todas las cooperativas al día, para cuando vayan saliendo las contrataciones se puedan concretar sin ningún tipo de inconveniente, ya sea con el Estado municipal o con cualquier firma que quiera contratarlas”, expresó el funcionario.
“Esto, por un lado, y después, desarrollar y jerarquizar el trabajo de las cooperativas en la comunidad. Porque hacen un trabajo delicado, realmente a conciencia y, por ahí, no se termina de reflejar. Por ejemplo, pasa en el barrido de calles, uno se levanta todas las mañanas y la calle está limpia, eso lo hace una cooperativa, todas las noches, con viento, con frío y lluvia”, remarcó.
Consultado por la jerarquización en términos de retribución económica -sin dudas, una de las deudas pendientes del sector-, el responsable municipal expresó: “sí, desde ya, buscamos mejorar la situación de los cooperativistas, eso es fundamental”.
“Nosotros estamos comenzando un proceso que va a ser por etapas, paulatino, codo a codo con las cooperativas, optimizando los procedimientos. Estamos haciendo un trabajo de hormiga, punto por punto, con cada una de las cooperativas y eso nos va a llevar un tiempo de maduración”, indicó el funcionario. Al tiempo que remarcó que, ante la necesidad de la realización de una obra, “se va a convocar a todas las cooperativas a que presenten una propuesta, no se va a elegir a tal o a cuál de manera discrecional”.
Cooperativas en actividad
Fue el propio intendente Mauricio Davico quien habló de 60 cooperativas “que en algún momento tuvieron contacto con el Municipio”. Ordenar eso no es poco trabajo, sobre todo porque cada conformación es una complejidad en sí misma. “Como es el caso de la cooperativa (de tierras) Unidos por una Vivienda, que, si bien no tiene una contratación directa con la Municipalidad, sí tiene varios loteos donde intervienen para su aprobación distintas áreas municipales”, puntualizó Páez.
“Dentro de las cooperativas de trabajo que prestan servicios de limpieza, mantenimiento, construcción de pre moldeados, viveros, etcétera, en distintos puntos de la ciudad y dependencias del Municipio se encuentran: Fenat, Manos Activas, Transformando Caminos, Centenario, Los Robles, Esperanza, El Futuro, El Ciclón, Andrade I y La Margarita, empleando un total de 275 personas”, informó el responsable de área. Y destacó, por un lado, el compromiso de la cooperativa Mate Amargo -una de las sobrevivientes al recorte de la obra pública-, que actualmente construye la Casa de Día para Jóvenes, sobre la calle Asisclo Méndez, financiada por la Sedronar, y el trabajo que se vienen dando con el área de Consorcios y Comisiones Vecinales “para lo que serán las obras de mejoramiento en distintos barrios, tales como cordón cuneta, entre otros”, puntualizó.