PRODUCCIÓN
La Municipalidad explora la posibilidad de la cría de pacú en la ciudad
Desde la Dirección de Producción, dependiente de la Secretaría de Inversiones y Desarrollo Local, se busca promover nuevas líneas de producción local sustentables, como la acuicultura. En ese marco, días pasados funcionarios de esas dependencias viajaron al departamento Concordia para conocer de cerca experiencias al respecto para replicar en Gualeguaychú.
“Nos encontramos diseñando una cadena para que todos los eslabones que la componen encuentren beneficios que potencien al conjunto. Esta actividad, la acuicultura, y más precisamente la piscicultura no se desarrolla ni siquiera en forma incipiente en Gualeguaychú. Por lo tanto, el estímulo que debemos hacer es desde el incentivo a consumir más pescado de río con rentabilidad para quienes lo producen y comercializan, como para quienes elaboran productos en base a pescado de río, sin abandonar otras ventajas tal como generar beneficios para el entorno natural, la recuperación de pasivos ambientales en terrenos afectados, tal el caso de las cavas o también de arroceras abandonadas”, explicó Estela Miño, titular de la Secretaría.
Por su parte, Eduardo Petti, director de Producción Municipal señaló que “para conocer los procesos con mayor profundidad visitamos el emprendimiento acuícola de Sebastián Almará en Concordia, que luego de muchos años de trayectoria en la actividad además de producir alevines que vende a terceros, ha desarrollado un sistema de engorde con agua dulce termal. Promueve específicamente para regiones más al sur como la nuestra, un sistema de ciclo reducido que puede adaptarse a nuestra zona bajo ciertas condiciones: no comenzar la siembra con alevines sino con peces juveniles y al igual que hace en su emprendimiento, dotar los espacios acuáticos con oxigenación. La siembra en nuestro territorio se haría en primavera para cosecharlos a fin de verano, llegando así fines de marzo con el peso de faena”, detalló.
“El pacú nace a fines de verano en nuestra provincia, en el norte más temprano y cuando termina el verano tenemos un pez de 200 gramos, en mayo con frío no se alimenta más, es un pez que hiberna. El frío intenso los puede llegar a matar y cuando arranca la primavera empieza el engorde pasando de esos 200 gramos a fines del segundo verano entre 1,2 y 1,5 kilos. Ese es el peso de faena. Nosotros podemos proveer ese juvenil una vez que terminó el invierno, que el productor solo deba engordar ese kilo evitando no solo el invierno sino la depredación”, aseguró Almará.
Para Miño y Petti este tipo de actividad “es una forma de diversificación de los sistemas de producción local. Además de agregado de valor a los granos, a los subproductos de la actividad agrícola y de la industria frigorífica. Tenemos un montón de subproductos de la soja y el maíz, afrechillo de arroz, de trigo, burlanda de maíz, de los citrus, desde la industria frigorífica la harina de pluma, de vísceras y Entre Ríos es riquísima en esto y en plantas de elaboración de alimento balanceado. Tenemos el agua dulce e insumos y además la posibilidad de tener gente entrenada en producciones intensivas. También puede ser un complemento del atractivo turístico con los sistemas de pesque y pague y hasta de siembra en los caudales de ríos de la zona. Hay mucho por hacer aprovechando los recursos que contamos en la zona más el conocimiento de productores de la provincia; desde las áreas municipales se evalúan también inversiones privadas para dichos emprendimientos”, finalizaron.