Este mes se terminan los barrios para relocalizar a las familias del asentamiento de la zona Norte
Este mes quedará inaugurado los dos conglomerados que le darán una mejor calidad de vida y otra perspectiva de futura a 95 familias que hoy viven en el asentamiento de Montana y 1° de Mayo. Cada vivienda contará con una extensión de tierra para la producción hortícola y dentro de los barrios habrá nodos productivos con el fin de generar microemprendimientos.
Son 95 las familias que a diario viven su propia versión del infierno en la tierra en el asentamiento de bulevar Montana y 1º de Mayo. Desde que se radicaron las primeras familias en octubre de 2008, poco a poco se fueron agregando más ranchos hasta agotar las parcelas disponibles y hoy la pobreza extrema, la falta de urbanización de la villa y de perspectivas de futuro genera violencia y a lo largo de los años estigmatizó a esas familias como los “ocupas” de Gualeguaychú, y en el campo propicio para que prolifere la trata de personas y la venta de drogas.
Cientos de niños juegan entre el barro a metros de una zanja a cielo abierto, sin sanitario sin comodidades para la higiene personal y un alto hacinamiento entre las familias.
Como resultado el centro de salud J.J. Franco, atiende a diario chicos con problemas de hongos en la piel y dificultades respiratorias, producto de la humedad que hay en los ranchos del asentamiento.
Este mes, para esas 95 familias, sus vidas tendrán un cambio radical, al recibir su vivienda en los barrios que el gobierno provincial y el municipal, contribuyeron a construir en Costa Uruguay Sur y Bulevar de María y San Juan, que los sacará del infierno de la indigencia para abriles la puerta al Paraíso y a un nuevo comienzo.
Esta iniciativa se desarrolla a través del Programa Federal de vivienda y mejoramiento del hábitat para pueblos originarios y rurales, además de perseguir como objetivo la erradicación de los asentamientos en la provincia de Entre Ríos a través del Prodiser.
No obstante la experiencia habitacional de Gualeguaychú es única en su tipo en el país, por proporcionar un techo propio y garantizar la sustentabilidad de las familias a través del trabajo y la constante capacitación en la que se articulan áreas municipales, provinciales y nacionales.
A medida que las familias se vayan trasladando a su nuevo hogar, los ranchos serán destruidos y poco a poco el terreno de Montana y 1° de Mayo se comenzará a parquizar y se lo dotará de mobiliario urbano.
La escuela N° 66, Bartolito Mitre de Costa Uruguay Sur, también se vio beneficiada con la llegada de este barrio. El año que vienen muchos de los niños que vivirán en el Barrio de “La Toto”, que lleva ese nombre en honor
a María Isabel Méndez Casariego de Irigoyen fundadora de la Guardería Nazareth, y cursarán los estudios primarios en la Escuela 66, por la que se están construyendo más aulas para atender el aumento de la matricula escolar en 2015.
Las unidades productivas
Cada unidad habitacional cuenta de tres a cinco habitaciones, de acuerdo a la cantidad de integrantes de la familia, y a su vez contará con un terreno de mil m2 para crear la propia huerta familiar y contar con gallinas ponedoras, como una forma de producir los alimentos para el núcleo familiar y vender el excedente en una feria. En total cada unidad productiva contando la superficie de la vivienda será de 2500 m2.
Para garantizar el éxito de la producción hortícola, la agencia del INTA Gualeguaychú se mudará con todo su equipo de profesionales hasta el barrio de Costa Uruguay Sur, en la cual contarán con una oficina, con el objetivo de capacitar y asesorar permanentemente a los futuros moradores del barrio de “La Toto”.
El ingeniero agrónomo y titular del INTA de Ibicuy, Hugo Benavídez quien fue el autor del proyecto productivo, explicó a EL ARGENTINO que: “La idea es generar actividades granjeras, pero fundamentalmente los módulos Pro-Huertas que tienen que ver con frutas, hortalizas y gallinas ponedoras, para en primer lugar abastecer al núcleo familiar, pero con el objetivo de generar excedentes y establecer un nodo de comercialización, aprovechando la experiencia que ya traemos de la Feria verde (que funciona la vieja Terminal) pero la decisión será tomada junto con los vecinos”.
Para los técnicos del INTA será un desafió enorme poder lograr un cambio cultural en algunas familias en las que hay dos generaciones y de las cuales nunca lograron incorporase al mercado laboral, vivieron de la ayuda social y carecen del hábito y la disciplina que requiere todo emprendimiento productivo intensivo.
“Desde hace un año y medio estamos haciendo capacitaciones, mientras algunos aprendían a manejar la azada otros construían las viviendas”, agregó Benavídez.
La ingeniera Betina Landra del INTA “Gualeguaychú” junto a los futuros vecinos comenzó a implantar las primeras huertas demostrativas dentro del barrio que serán presentadas durante la inauguración.
El complejo en su totalidad cuenta con 22 hectáreas, además de contar con un terreno para la producción en cada una de las viviendas, correctamente perimetrado con alambre olímpico, el barrio cuenta además con una chacra de 6 hectáreas para la producción comunitaria de alimentos, cuya producción también será empleada para la venta.
El problema que deberá resolver el INTA y la provincia será el de evitar que los campos aledaños al barrio que son empleados para agricultura, suelen ser pulverizados y al estar el conglomerado fuera del éjido municipal, no rige la ordenanza de prohibición de pulverizaciones áreas y terrestres, lo que en un futuro podría perjudicar a la producción hortícola de los emprendedores y acarrear consecuencias para su salud.
Benavídez manifestó en este sentido que: “La alternativa que tenemos es que levantemos firmas y vayamos a hablar ante quien corresponda y resolver el problema”.
El barrio de “La Toto” junto al que se inaugurará en Bulevar De María y San Juan, constituyen un caso único en el país y si las unidades productivas llegan a funcionar, será un ejemplo a imitar por otras localidades entrerrianas.
En Bulevar de María, los terrenos destinados a las unidades productivas son más pequeñas y el INTA se centrará exclusivamente a generar emprendimientos hortícolas y la floricultura. A su vez, ambos barrios contarán con un nodo productivo, que es un galpón de uso común para la producción de bloques, producción de muebles de aluminio, aberturas, “serán actividades productivas vinculadas al valor agregado en origen cosa que el INTA viene pregonando desde hace año”. El funcionamiento de las unidades productivas será a través de un trabajo articulado entre varias organizaciones estatales, desde la Unidad Ejecutora de Programas Especiales, que dirige Daniel Irigoyen, la Agencia del INTA Ibicuy, la agencia local y próximamente una vez que se comiencen a elaborar alimento tendrá que intervenir el Senasa, el Inti y la Uner con sus facultades de Nutrición y Bromatología.
“Gualeguaychú tiene esa fortaleza de poder trabajar en redes y eso es muy bueno para llevar adelante trabajos como este”, concretó Benavídez.
Sin embargo aún queda mucho trabajo por delante, cincuenta familias en el asentamiento de Calle de Las Tropas y Ayacucho esperan la misma suerte y lograr su techo digno.
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
Cientos de niños juegan entre el barro a metros de una zanja a cielo abierto, sin sanitario sin comodidades para la higiene personal y un alto hacinamiento entre las familias.
Como resultado el centro de salud J.J. Franco, atiende a diario chicos con problemas de hongos en la piel y dificultades respiratorias, producto de la humedad que hay en los ranchos del asentamiento.
Este mes, para esas 95 familias, sus vidas tendrán un cambio radical, al recibir su vivienda en los barrios que el gobierno provincial y el municipal, contribuyeron a construir en Costa Uruguay Sur y Bulevar de María y San Juan, que los sacará del infierno de la indigencia para abriles la puerta al Paraíso y a un nuevo comienzo.
Esta iniciativa se desarrolla a través del Programa Federal de vivienda y mejoramiento del hábitat para pueblos originarios y rurales, además de perseguir como objetivo la erradicación de los asentamientos en la provincia de Entre Ríos a través del Prodiser.
No obstante la experiencia habitacional de Gualeguaychú es única en su tipo en el país, por proporcionar un techo propio y garantizar la sustentabilidad de las familias a través del trabajo y la constante capacitación en la que se articulan áreas municipales, provinciales y nacionales.
A medida que las familias se vayan trasladando a su nuevo hogar, los ranchos serán destruidos y poco a poco el terreno de Montana y 1° de Mayo se comenzará a parquizar y se lo dotará de mobiliario urbano.
La escuela N° 66, Bartolito Mitre de Costa Uruguay Sur, también se vio beneficiada con la llegada de este barrio. El año que vienen muchos de los niños que vivirán en el Barrio de “La Toto”, que lleva ese nombre en honor
a María Isabel Méndez Casariego de Irigoyen fundadora de la Guardería Nazareth, y cursarán los estudios primarios en la Escuela 66, por la que se están construyendo más aulas para atender el aumento de la matricula escolar en 2015.
Las unidades productivas
Cada unidad habitacional cuenta de tres a cinco habitaciones, de acuerdo a la cantidad de integrantes de la familia, y a su vez contará con un terreno de mil m2 para crear la propia huerta familiar y contar con gallinas ponedoras, como una forma de producir los alimentos para el núcleo familiar y vender el excedente en una feria. En total cada unidad productiva contando la superficie de la vivienda será de 2500 m2.
Para garantizar el éxito de la producción hortícola, la agencia del INTA Gualeguaychú se mudará con todo su equipo de profesionales hasta el barrio de Costa Uruguay Sur, en la cual contarán con una oficina, con el objetivo de capacitar y asesorar permanentemente a los futuros moradores del barrio de “La Toto”.
El ingeniero agrónomo y titular del INTA de Ibicuy, Hugo Benavídez quien fue el autor del proyecto productivo, explicó a EL ARGENTINO que: “La idea es generar actividades granjeras, pero fundamentalmente los módulos Pro-Huertas que tienen que ver con frutas, hortalizas y gallinas ponedoras, para en primer lugar abastecer al núcleo familiar, pero con el objetivo de generar excedentes y establecer un nodo de comercialización, aprovechando la experiencia que ya traemos de la Feria verde (que funciona la vieja Terminal) pero la decisión será tomada junto con los vecinos”.
Para los técnicos del INTA será un desafió enorme poder lograr un cambio cultural en algunas familias en las que hay dos generaciones y de las cuales nunca lograron incorporase al mercado laboral, vivieron de la ayuda social y carecen del hábito y la disciplina que requiere todo emprendimiento productivo intensivo.
“Desde hace un año y medio estamos haciendo capacitaciones, mientras algunos aprendían a manejar la azada otros construían las viviendas”, agregó Benavídez.
La ingeniera Betina Landra del INTA “Gualeguaychú” junto a los futuros vecinos comenzó a implantar las primeras huertas demostrativas dentro del barrio que serán presentadas durante la inauguración.
El complejo en su totalidad cuenta con 22 hectáreas, además de contar con un terreno para la producción en cada una de las viviendas, correctamente perimetrado con alambre olímpico, el barrio cuenta además con una chacra de 6 hectáreas para la producción comunitaria de alimentos, cuya producción también será empleada para la venta.
El problema que deberá resolver el INTA y la provincia será el de evitar que los campos aledaños al barrio que son empleados para agricultura, suelen ser pulverizados y al estar el conglomerado fuera del éjido municipal, no rige la ordenanza de prohibición de pulverizaciones áreas y terrestres, lo que en un futuro podría perjudicar a la producción hortícola de los emprendedores y acarrear consecuencias para su salud.
Benavídez manifestó en este sentido que: “La alternativa que tenemos es que levantemos firmas y vayamos a hablar ante quien corresponda y resolver el problema”.
El barrio de “La Toto” junto al que se inaugurará en Bulevar De María y San Juan, constituyen un caso único en el país y si las unidades productivas llegan a funcionar, será un ejemplo a imitar por otras localidades entrerrianas.
En Bulevar de María, los terrenos destinados a las unidades productivas son más pequeñas y el INTA se centrará exclusivamente a generar emprendimientos hortícolas y la floricultura. A su vez, ambos barrios contarán con un nodo productivo, que es un galpón de uso común para la producción de bloques, producción de muebles de aluminio, aberturas, “serán actividades productivas vinculadas al valor agregado en origen cosa que el INTA viene pregonando desde hace año”. El funcionamiento de las unidades productivas será a través de un trabajo articulado entre varias organizaciones estatales, desde la Unidad Ejecutora de Programas Especiales, que dirige Daniel Irigoyen, la Agencia del INTA Ibicuy, la agencia local y próximamente una vez que se comiencen a elaborar alimento tendrá que intervenir el Senasa, el Inti y la Uner con sus facultades de Nutrición y Bromatología.
“Gualeguaychú tiene esa fortaleza de poder trabajar en redes y eso es muy bueno para llevar adelante trabajos como este”, concretó Benavídez.
Sin embargo aún queda mucho trabajo por delante, cincuenta familias en el asentamiento de Calle de Las Tropas y Ayacucho esperan la misma suerte y lograr su techo digno.
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
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