El Teatro Gualeguaychú cuenta con el servicio diario de boletería
La Municipalidad de Gualeguaychú -a partir de agosto-, habilitó el servicio de boletería lo que redunda en un mejor servicio a las vecinas, vecinos y turistas que quieran apreciar un espectáculo en la Sala Mayor de la ciudad.
El horario de la boletería del Teatro Gualeguaychú es de lunes a viernes de 17 a 20 y los sábados y domingos de 10 a 12 y a partir de las 18.
Cabe destacar que en la boletería se pueden comprar las entradas -con el servicio de débito y crédito-, para los diferentes espectáculos que se presentan en la Sala del Teatro, como así también disipar inquietudes u otras consultas.
La incorporación de este nuevo servicio es un salto de calidad, que junto a otras mejoras continuas que se realizan hacen que el Teatro Municipal sea uno de los más destacados de la provincia.
El Teatro Gualeguaychú fue fundado por un grupo de vecinos y declarado monumento histórico por el Gobierno de la Nación. El sólido edificio del Centenario fue inaugurado el 11 de junio de 1914 con la Opera “Aída” de Verdi y desde entonces, actuaron en su escenario grandes compañías de teatro, música, ballet, y los más destacados artistas.
Cuenta con una planta en herradura, rodeada por una fila de palcos bajos; una fila de cazuela y otra de tertulia. Mantiene un rígido eje de simetría y cuenta con foso para orquesta. Tiene capacidad para 600 personas distribuidas en 382 plateas con palcos bajos incluidos y 218 en cazuela incluyendo palcos de planta alta.
Del total de 600 ubicaciones, el Municipio dispone de 20 localidades para el programa “Todos al teatro” implementado a través de la Dirección de Cultura.
Su fachada es simétrica, plana y elegante, con balcones de balaustres y herrería, predominando en el conjunto la sobriedad formal con cierta severidad. Su arquitectura está más cerca de la corriente conocida como “Secesión vienesa”.
Hoy es el lugar por excelencia de los artistas, donde el teatro, la danza y la música se destacan sobre su escenario de 11 metros de boca por 10 metros de fondo, una parrilla para escenografía que contiene tres varas de iluminación automatizadas y tres para colgado de telones alternativos.
Se trata de una verdadera obra arquitectónica que además está catalogado como uno de los mejores del país en cuanto a su acústica.