El Registro de la Propiedad Inmueble de Gualeguaychú se acerca a un inevitable colapso
El retraso en el trámite de otorgamiento de títulos de propiedad ya alcanza un año y medio. Se está quedando sin personal al no reponer las vacantes que surgen por jubilaciones.
Fue una mañana como cualquier otra, para una escribana que se acercó al Registro de la Propiedad Inmueble de calle Rivadavia 467, para realizar sus trámites habituales.
Mientras se disponía a subir las escaleras, se encontró con un adulto mayor que con gran esfuerzo trababa de subir peldaño a peldaño una interminable escalera.
- Señor ¿Puedo ayudarlo? Le preguntó. Mientras el anciano subía con la ayuda de la escribana, comenzó a llorar: “tengo artrosis, siento mucho dolor y en el PAMI me sacaron los remedios porque figuro con dos propiedades, pero en realidad a una de ellas ya la vendí hace tiempo”.
Esto sólo es un ejemplo de los problemas cotidianos que acarrea el retraso que sufre el Registro de la Propiedad local, que a partir del 2018 colapsará y por no haber escuchado las constantes advertencias del equipo directivo y sus empleados, salir del colapso costará mucho tiempo.
Las deficiencias la sufren particularmente los escribanos, pero también los agrimensores, abogados, martilleros y particulares. Desde el Gobierno provincial, nadie parece dimensionar este problema que ya comenzó a estrangular el mercado inmobiliario local.
Hasta para alquilar una casa se necesita un informe de dominio, también se necesita esa documentación para vender o comprar un inmueble.
Hacerse con esta documentación le tarda 15 días a un escribano, 25 días para los particulares domiciliados en la ciudad y 30 días para los que son de otra provincia.
El Registro de la Propiedad, tiene que atender una jurisdicción de unos 150 mil habitantes entre el departamento Gualeguaychú e Islas. Junto al de Paraná son los que tienen el mayor retraso administrativo de la provincia.
El exministro de Gobierno y Justicia Mauro Urribarri, en sus casi dos años de gestión, no hizo nada para poder revertir la situación, como tampoco lo hicieron los gobiernos anteriores.
Tras conocer la gravedad de la situación, la actual ministra de Gobierno y Justicia Rosario Romero, reconoció las falencias y prometió mejoras, pero por más que se incorpore personal el año que viene, “llevará dos años poder entrenarlos”, aseguró la jefa del Registro local, la escribana María Cristina Bisogni, con 28 años de carrera administrativa, y que aún espera su nombramiento definitivo a cargo de la jefatura.
“Estamos firmando títulos de agosto del 2016, el retraso se debe a que nos falta personal. Se jubiló gente, el año que viene se van dos más, ya ni siquiera tenemos una persona para la limpieza de las oficinas. Contamos con una caja chica de 2 mil pesos para la compra de artículos de higiene personal y productos de limpieza, la última partida la recibimos en mayo y tenemos que pagarle a una persona de esa caja chica para que limpie, además de tener que comprar los insumos que necesitamos para trabajar. Pronto nos vamos a quedar sin agua en el dispenser, porque la provincia le debe un año al aguatero”, manifestó Bisogni.
Las paredes de las oficinas administrativas están llenas de hongos, lo que causa enfermedades respiratorias a los empleados, sobre todo en invierno, cuando se debe trabajar con las ventanas cerradas. Pese a que el edificio pertenece a la Justicia, la instalación de gas natural, nunca ingresó al Registro, para calefaccionar los ambientes en invierno, por ser una oficina que pertenece al Poder Ejecutivo provincial.
“En este momento con la segunda jefa y yo somos nueve personas, necesitaríamos mínimamente cuatro personas más”, remarcó la funcionaria.
Un retraso estructural
Mientras de fondo se siente el teclear de una vieja máquina de escribir Olivetti, la digitalización apenas llegó al Registro.
“Apenas tenemos personal para hacer el trabajo básico y si se incorporaran los procesos digitales a la administración necesitaríamos mucha gente para comenzar a cargar los datos del archivo histórico. No cualquiera puede hacer ese trabajo porque hay que saber interpretar las matrículas.
Desde que llega un título de propiedad a la mesa de entrada hasta que llega a la oficina correspondiente, es todo una cadena y si en uno de los sectores hubo una falla, comienzan los retrasos, es por eso que de incorporar más gente por más profesional que sean, nos llevará dos años poder capacitarlos. El año que viene se jubilan dos personas más, son empleados experimentados que conocen todo el trabajo del Registro y eso me permite poder rotarlos en todas las áreas en caso de ser necesario. Ahora al irse ya no me van a quedar empleados con experiencia con el fin de que me ayuden a formar la gente que ingrese en el futuro para reforzar el plantel”, explicó la jefa con un tono de resignación.
Para complicar las cosas, la Dirección de Rentas de Entre Ríos, tuvo un problema con el software administrativo y “como tienen datos mal cargados, nos mandan a nosotros el pedido para que le mandemos una fotocopia del título de propiedad, para acreditar que ya no son dueños, pero esto no sucede porque nosotros no hayamos expedido el título de propiedad, sino que ellos tienen mal cargados los datos y esto nos agrega más trabajo.
Lo mismo sucede con el PAMI, que no le da los remedios a los beneficiarios si son titulares de más de un inmueble, y se tiene que acreditar que no tienen más de una propiedad.
A algunos afiliados del PAMI le sale en Rentas que tiene propiedades y vienen acá a pedirnos a nosotros que le demos una acreditación de que ya vendieron. Es más trabajo para nosotros y nos vamos retrasando cada vez más”.
Para intentar agilizar los trámites de los créditos hipotecarios, en el Registro se decidió que “los únicos trámites urgentes que hacemos son los pedidos de títulos de propiedad para créditos hipotecarios, para eso le pedimos al gerente del banco que le dé una constancia a la persona que tiene un crédito otorgado y que necesita ese título para finalizar el trámite urgente, en ese caso le damos la excepción, pero esa persona tiene que pagar el triple del valor de la tasa. Más de lo que hacemos no podemos, la segunda jefa y yo trabajamos hasta la tarde y somos los peor pagos de la administración pública provincial, yo respondo con mi patrimonio si me equivoco y gano menos que un ordenanza de Tribunales”, se quejó.
Entorpecimiento del tráfico inmobiliario
El escribano Enrique Garbino consejero de la Caja Notarial de la provincia de Entre Ríos, expresó que: “nuestra función como escribano se complementa con el trabajo del Registro de la Propiedad. Cuando uno de los actores tanto el escribano como el Registro no funciona, entorpece todo el tráfico inmobiliario. Este es el gran inconveniente que estamos teniendo en este momento con el Registro de la Propiedad es el gran atraso que tiene en la entrega de los títulos.
Esto no deja de ser un problema político, se jubilaron muchos empleados y no actualizaron la planta laboral. Sé que en el registro están desbordados y no tienen otra forma de salir adelante si no le renuevan la planta de personal.
El Registro local, en cuanto a volumen de ingreso de documentación, debe estar en segundo lugar en la provincia después de Paraná. Esto se da por el tráfico inmobiliario que tenemos en esta zona”, cuestionó.
“En lo que más nos afecta es en la reactivación del mercado inmobiliario mediante créditos hipotecarios. Si uno no tiene un título a la vista la escritura no se puede hacer y la tardanza para obtenerla es de un año y medio.
Una persona que tiene la posibilidad de vender una propiedad y el comprador tiene la posibilidad de adquirirla mediante un crédito hipotecario, por la tardanza del Registro esa propiedad se la sacó del mercado durante un año y medio que llevará obtener el título de la propiedad y luego hay que hacer otro trámite más en la Municipalidad para poder inscribirlo. Son dos años para poder tener toda la documentación”.
El Colegio de Escribanos en más de una oportunidad gestionó ante el Gobierno provincial desde el año pasado para expresar las dificultades que tiene el Registro de nuestra ciudad para que tomaran cartas en el asunto. Con la asunción de Rosario Romero en el Ministerio de Gobierno y Justicia, ésta reconoció el problema y manifestó hacer todo lo posible para resolverlo, pero llevará tiempo”, dijo Garbino.
“Estos retrasos nos lleva a tener problemas con los clientes, se da la situación de que llega una persona de Buenos Aires a la escribanía a realizar una operación inmobiliaria que viene con la idea que dentro de los veinte días van a tener el título de la propiedad, porque es lo que tarda en su provincia, y cuando le decimos que tendrá una demora de un año y medio, el cliente comienza a desconfiar del escribano porque no puede entender que a esta altura un trámite demore un año y medio, por este motivo hay muchas operaciones que se caen porque no se tienen los elementos para llevar adelante el negocio dado que no se puede avanzar con la escritura”.
Ramírez: “somos perjudicados indirectamente”
El ingeniero y agente inmobiliario Ramiro Ramírez, remarcó que: “el problema se genera con el Registro y con la Municipalidad. La persona compra una casa, hace la escritura y el escribano la ingresa al Registro de la Propiedad, una vez que se da ese trámite, se obtiene una copia simple de la escritura y con esa documentación se puede vender o hacer cualquier tipo de trámites, es decir, que el dominio queda protegido.
El problema que tenemos es que el Registro se está demorando un año y medio para devolver el título, con el fin de continuar el trámite en Catastro de la Municipalidad.
En mi caso particular, compré un terreno, en el cual estoy haciendo cuatro casas para vender, pero para poder realizar operaciones con el banco mediante créditos hipotecarios, debo tener esas propiedades mensuradas y divididas en cuatro propiedades distintas.
La mensura se hace en Paraná, pero el Municipio no me aprueba la división de las mensuras, porque el título de propiedad está sin inscribir y tendré que esperar un año y medio para que se termine el trámite, luego otro tanto para inscribirlo en el municipio y ahí poder hacer la operación inmobiliaria.
Para aquellos que compran la casa con fines habitacionales, no hay problema porque mientras esperan la finalización del trámite ya pueden estar viviendo, pero para el caso como el mío que construyo para vender, esta situación me está generando muchos inconvenientes. El Municipio debaría tener algún mecanismo para intercambiar información con el Registro y permitir así más agilidad al mercado inmobiliario”.
Ni siquiera se pueden hacer los trámites en la municipalidad con una copia de la escritura firmada por un escribano, porque en Catastro te dicen que hasta que no esté el título original no se puede hacer nada”, concluyó.
POR DIEGO ELGART
EL ARGANTINO
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